El cambio climático se ha convertido en una seria amenaza para los océanos, provocando fenómenos como el aumento en su temperatura, la reducción de la concentración de oxígeno, mayores niveles en el mar y su acidificación, advirtió la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
En la 25 edición de la Declaración de la OMM sobre el estado del clima mundial, correspondiente a 2018, se pone de relieve la elevación récord del nivel del mar, así como una temperatura oceánica excepcionalmente alta en los últimos cuatro años.
La OMM realizó su reporte con aportaciones de los Servicios Meteorológicos e Hidrológicos Nacionales, una amplia comunidad de expertos científicos y organismos de las Naciones Unidas.
Durante 2018 se registraron nuevos máximos en cuanto al contenido calorífico de los océanos hasta los 700 metros de profundidad, respecto a datos obtenidos desde 1955; y hasta los dos mil metros, en referencia a datos de 2005, con lo que se rebasaron los récords previamente establecidos en 2017.
De acuerdo con la OMM, más del 90 por ciento de la energía atrapada por los gases de efecto invernadero acaba en los océanos, y el contenido calorífico brinda una medición directa de esa acumulación de energía en las capas superiores de los océanos.
Desde mediados del siglo pasado, se ha estimado una disminución de entre el 1.0 y 2.0 por ciento en el inventario de oxígeno oceánico en todo el mundo, según la Comisión Oceanográfica Intergubernamental (COI) de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
Respecto al nivel del mar, advirtió sobre un aumento a un ritmo acelerado. En 2018, el nivel medio del mar a escala mundial fue aproximadamente 3.7 milímetros más alto que en 2017, lo que marcó un nuevo récord.
En el período de enero de 1993 a diciembre de 2018, la velocidad media de subida del nivel del mar fue de 3.15 milímetros más/menos 0.3 milímetros al año, y la aceleración estimada de 0.1 milímetros al año.
La pérdida acelerada de masa de los mantos de hielo es la principal causa del incremento en el ritmo de elevación del nivel medio del mar a escala mundial.
Respecto a la acidificación de los océanos, la OMM señaló que en el decenio pasado, los océanos absorbieron aproximadamente el 30 por ciento de las emisiones antropógenas de dióxido de carbono (CO2).
El CO2 absorbido reacciona con el agua marina y modifica su pH. Este proceso se conoce como acidificación de los océanos, y puede mermar la capacidad de los organismos marinos, como moluscos y corales que conforman arrecifes, para crear y mantener su caparazón y esqueleto.
Otros efectos del cambio climático son la decoloración del coral, la pérdida de «carbono azul» (carbono orgánico) asociada con los ecosistemas costeros, como los manglares, las praderas marinas y las marismas.
De acuerdo con el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, citado por la OMM, el cambio climático es una importante amenaza para los ecosistemas de turbera (humedales ácidos), porque agudiza los efectos del drenaje y aumenta el riesgo de incendio.
Estos ecosistemas contribuyen de forma significativa a la adaptación al cambio climático y la mitigación de sus efectos mediante el secuestro y el almacenamiento de carbono, la conservación de la diversidad biológica, la regulación del régimen hidrológico y la calidad del agua.
Excelsior