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Salud y Bienestar

Alertan por incremento de bronquiolitis en niños

El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), exhorta a los padres de familia a que extremen cuidados en sus hijos, para que en caso de presentarse algún síntoma inusual acudan a su médico de inmediato, ya que pueden llegar a presentar bronquiolitis.
Esta es una enfermedad común del tracto respiratorio, provocada por una infección que afecta las diminutas vías respiratorias, denominadas “bronquiolos”, que llevan a los pulmones; a medida que estas vías respiratorias se inflaman, se hinchan y se llenan de mucosidad, resulta difícil respirar.
El coordinador auxiliar de Salud Pública de la Delegación Estatal, doctor Ismael Rodríguez Chávez, informó que la bronquiolitis afecta más a bebés y niños pequeños, ya que sus vías respiratorias se bloquean con mayor facilidad que las de los niños de más edad o los adultos; y suele darse en los dos primeros años de vida.
Señaló que los niños que han padecido bronquiolitis tienen más probabilidades de desarrollar asma en una etapa posterior de la vida; e indicó que suele ser provocada por una infección viral. “Las infecciones causadas por este virus son responsables de más de la mitad de todos los casos de bronquiolitis y ocurren sobre todo en el invierno y principios de la primavera”, resaltó.
Comentó que los síntomas de esta enfermedad son muy similares a los de un resfriado común, como lo son: la congestión, moqueo de nariz, tos y fiebre leve por uno o dos días, después se agrava la tos y aparecen silbidos agudos al exhalar.
Sin embargo, señaló que cuando se hacen más severos viene la respiración poco profunda, rápida frecuencia cardíaca, acelerado hundimiento del cuello y tórax con cada respiración, ensanchamiento de las fosas nasales, irritabilidad con dificultad para dormir y señales de fatiga.
Además, detalló el especialista del Seguro Social, el niño puede mostrar falta de apetito y quizá vomite después de toser; con menor frecuencia los bebés pequeños, en especial los prematuros, pueden presentar episodios en los que dejan de respirar por poco tiempo (lo que se denomina “apnea”) antes de desarrollar otros síntomas.
En los casos graves, dijo, los síntomas pueden empeorar con rapidez, un niño con bronquiolitis grave puede cansarse por el trabajo de respirar y tener poca entrada y salida de aire en los pulmones debido al taponamiento de las pequeñas vías respiratorias, la piel puede tornarse azulada (lo que se conoce como “cianosis”), lo cual es muy notorio en los labios y las uñas. El niño también puede quedar deshidratado por el esfuerzo que realiza para respirar, por los vómitos y porque come menos.
Rodríguez Chávez comentó que la mejor manera de prevenir la bronquiolitis es lavarse las manos con frecuencia; también puede ser útil mantener a los bebés alejados de aquellos que están resfriados o tienen tos; los bebés que están expuestos al humo del cigarrillo tienen más probabilidades de contraer una bronquiolitis severa, por lo tanto, es importante evitar exponer a los niños al humo del cigarrillo.
Finalmente, recomendó a los padres de familia tener el adecuado cuidado hacia sus hijos, y en caso de que alguno presente dificultar para respirar, tos, o cualquier otro síntoma, hay que llevarlo de inmediato a su médico familiar para que reciba el tratamiento apropiado.

Ciencia y Tecnología

Marihuana duplica riesgo de muerte por infarto y derrame cerebral, revela estudio global con 200 millones de casos

Una nueva investigación publicada en la revista Heart advierte sobre un riesgo grave y hasta ahora subestimado: el consumo de marihuana puede duplicar las probabilidades de morir por enfermedades cardiovasculares, incluso en personas jóvenes y sin antecedentes médicos. El hallazgo surge de un metaanálisis de datos médicos que involucra a más de 200 millones de personas, la mayoría entre los 19 y 59 años, en países como Estados Unidos, Francia, Canadá, Australia, Egipto y Suecia.

Lo más preocupante es que quienes presentaron mayor riesgo eran adultos jóvenes sin factores de riesgo previos como hipertensión, tabaquismo o antecedentes familiares. “Lo que más nos llamó la atención fue que los pacientes hospitalizados por estos padecimientos eran jóvenes, sin historial de enfermedad cardiovascular ni factores de riesgo asociados”, señaló la investigadora Émilie Jouanjus, profesora asociada de farmacología en la Universidad de Toulouse, Francia.

Comparados con quienes no consumen cannabis, los usuarios tienen un 29% más de riesgo de sufrir un infarto y un 20% más de sufrir un derrame cerebral. La revisión sistemática no logró determinar el modo de consumo (fumado, vaporizado, comestible, etc.), pero con base en los patrones de uso en los países analizados, los autores concluyen que la mayoría probablemente lo consumía fumado.

Los especialistas advierten que esta forma de consumo conlleva riesgos similares al tabaco. “Cualquier método que implique inhalar cannabis implica riesgos, incluso para quienes están cerca y respiran el humo de segunda mano”, explicó la doctora Lynn Silver, profesora de epidemiología en la Universidad de California, San Francisco, y coautora de un editorial que acompaña el estudio.

Además, nuevas evidencias apuntan a que incluso los comestibles con THC pueden causar daño vascular. Una investigación publicada en mayo de 2025 reveló que los consumidores de comestibles mostraron una reducción del 56% en la función vascular, incluso más alta que en quienes fuman marihuana, con una reducción del 42%. “El THC, sin importar su forma de ingreso al organismo, tiene efectos preocupantes sobre el sistema cardiovascular”, advirtió la cardióloga investigadora Leila Mohammadi.

Uno de los elementos más inquietantes del estudio es el incremento en la potencia del cannabis disponible en el mercado legal. “Los productos actuales pueden contener hasta 99% de THC. No tienen nada que ver con la marihuana que se fumaba en los años setenta”, señaló Silver. Esta mayor potencia también está asociada con un aumento en los casos de adicción y trastornos mentales graves como psicosis o esquizofrenia. Se estima que en EE.UU., al menos 3 de cada 10 usuarios desarrollan trastorno por consumo de cannabis.

Aunque las políticas públicas han priorizado la regulación comercial y el otorgamiento de licencias a empresas, los expertos piden un viraje urgente hacia la educación sobre riesgos. “Necesitamos tratar el consumo de cannabis como tratamos el tabaco: con advertencias claras, educación médica y políticas que pongan la salud pública al centro”, afirmó Silver.

Los investigadores temen que la relación entre cannabis y enfermedad cardíaca esté subestimada. “Es probable que el vínculo sea incluso más fuerte de lo que reflejan los datos actuales”, reconoció Jouanjus.

En un contexto donde el uso de cannabis se normaliza cada vez más, especialmente en adultos mayores que lo utilizan para el dolor o el insomnio, la evidencia científica lanza una advertencia clara: el cannabis no es inocuo, y su consumo podría tener consecuencias fatales, incluso para quienes creen estar lejos de cualquier riesgo cardiovascular.

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