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Revista

Alfonso Cuarón y Guillermo del Toro juntos en remake de ‘The Witches’

Alfonso Cuarón y Guillermo del Toro junto con Robert Zemeckis que escribirá el guión y dirigirá la película, desarrollarán la adaptación de Warner Bros. del libro clásico de Roald Dahl, «The Witches». Durante mucho tiempo, Del Toro estuvo a cargo de dirigir, pero un conflicto de programación llevó al ganador del Oscar a desocupar la silla del director.

Basado en la novela de 1973, la película sigue a un niño de siete años que se ha encontrado con brujas de la vida real. Warner Bros. había adaptado previamente el libro en 1990 con Anjelica Huston interpretando a uno de los personajes del título, pero fuentes cercanas al proyecto dicen que la versión de Zemeckis estará más enraizada en el material original, mientras que la de Huston fue una adaptación suelta.

El estudio había estado buscando proyectos en el puente de mando de Zemeckis, habiéndose reunido previamente con él para su película independiente «Flash» protagonizada por Ezra Miller. Zemeckis terminó dirigiendo la película de Universal, «Bienvenido a Marwen», pero los ejecutivos de WB y el realizador todavía estaban ansiosos por encontrar algo para trabajar juntos.

Alfonso Cuarón y Guillermo del Toro serán productores de este filme según informes del portal Variety. El escritor Roald Dahl es uno de los autores más cotizados por Hollywood. Sus libros han inspirado películas por Steven Spielberg, Tim Burton, Wes Anderson y Nicolas Roeg.

México

Gentrificación en CDMX: crecimiento urbano que desplaza a sus habitantes

Colonias como la Roma, Condesa, Juárez y San Rafael se han convertido en epicentro de protestas vecinales por el aumento desmedido en las rentas, el despojo inmobiliario y la pérdida de identidad barrial. El fenómeno detrás de estas inconformidades es la gentrificación, un proceso urbano que, aunque para algunos simboliza renovación, para otros representa expulsión, desigualdad y ruptura social.

La gentrificación ocurre cuando barrios de clase trabajadora reciben fuertes inversiones económicas y una oleada de nuevos habitantes con mayor poder adquisitivo. Este cambio trae consigo mejoras en infraestructura y servicios, pero también incrementos abruptos en el precio de rentas y propiedades, desplazamiento de residentes originales y una transformación profunda en la cultura e identidad del barrio.

En la Ciudad de México, el fenómeno se ha intensificado con la llegada de nómadas digitales y extranjeros atraídos por el bajo costo de vida, quienes elevan la demanda de vivienda en zonas céntricas. Esto ha generado una turistificación desmedida, en la que muchas viviendas se destinan a rentas de corta estancia (como Airbnb), reduciendo la oferta para los habitantes locales.

A ello se suma la presión de desarrolladores inmobiliarios para que inquilinos tradicionales abandonen sus viviendas, con el fin de remodelarlas o demolerlas y construir nuevos complejos de lujo. Tiendas de abarrotes y fondas han sido reemplazadas por cafeterías de cadena y boutiques, alterando la vida comunitaria.

Además, la desigualdad urbana se agudiza: quienes no pueden pagar los nuevos precios se ven obligados a mudarse a zonas más lejanas, con mayores tiempos de traslado y menor acceso a servicios básicos.

En respuesta, colectivos ciudadanos y legisladores han exigido medidas que regulen el mercado inmobiliario, protejan a los arrendatarios y prioricen un desarrollo urbano equitativo. La gentrificación, advierten, debe atenderse antes de que transforme por completo el rostro y el alma de la capital.

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