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Opinión

Algo pasa con el árbitro electoral

La cancelación de un debate tan importante y las extrañas maneras de proceder por parte del IEE hacen preguntarse al autor en esta colaboración especial, sobre un serio «sospechosismo» por parte del Instituto y el daño que éste hace sobre su misma imparcialidad.

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Por: Sergio Armando López Castillo (Colaboración especial)

Da la impresión de que en el Instituto Estatal Electoral (IEE) de Chihuahua, las cosas no andan muy bien.

A reserva de que debemos darle el beneficio de la duda en cuanto a su actuación previa al día 5 de junio, que es la elección, hay dos hechos que llaman al «sospechosismo» y a la duda, y los periodistas, los analistas y los ciudadanos, debemos observarlos con sentido crítico y hasta donde se pueda, objetivo.

1430_chacho-barraza-javier-corral-y-serrano_620x3501.- El órgano árbitro del proceso electoral, define suspender el DEBATE entre los candidatos a la gubernatura del Estado, cuando ya todos los abanderados y sus partidos habían acordado participar, justamente HOY 4 de mayo en dicho encuentro. Sin embargo el aspirante del PRI-Verde-PT-Nueva Alianza se desiste y el IEE acepta posponer el evento y trasladarlo al 21 de mayo. ¿Porqué accedieron a esa petición de cancelarlo, obedeciendo a un partido o candidato?

2.- Apenas ayer, funcionarios del mismo IEE, acuden a un programa de Televisión por cable ANTENA-TV, «Plan de Vuelo» que conduce el colega comunicador Luis Rubén Maldonado Alvídrez, irrumpen y notifican «al aire» a la candidata a alcaldesa del PAN, Maru Campos Galván, sobre una denuncia de «actos anticipados de campaña, promovida por su oponente del PRI, Lucía Chavira», cuando la diputada con licencia se encontraba siendo entrevistada en ese foro.

¿Porqué la «imprudencia» de los miembros del Instituto Electoral, de cumplir esa diligencia, en ese momento y en ese lugar?

¿A caso en esto de la política, hay casualidades? ¿Compañeros colegas, ciudadanos, todos, qué opinan de estos dos acontecimientos?

¿Está el IEE en condiciones de garantizar un proceso político-electoral imparcial, cómo árbitro en la contienda?

Opinión

Fotografías. Por Raúl Saucedo

Las Políticas por hacer

El quehacer político moderno, a menudo toma en cuenta a los sectores de la sociedad que ostentan poder o influencia visible dentro de la comunidad:  Los adultos votan, las empresas influyen y los medios de comunicación amplifican sus voces. Sin embargo, en el complicado juego de poder, la niñez, un grupo vital pero silencioso, suelen quedarse en el margen.

La Niñez representa el futuro; es el cimiento sobre el que se construirán las próximas generaciones. Su bienestar, educación y salud son indicadores clave no solo de su calidad de vida individual, sino también del progreso y la salud de una sociedad en su conjunto. A pesar de esto, los gobiernos frecuentemente pasan por alto  la creación de políticas públicas enfocadas en este sector, principalmente porque esta parte de la sociedad no votan ni tienen voz directa en los procesos políticos.

Este “descuido” puede atribuirse a varios factores. Primero, la falta de representación política directa. La niñez depende completamente de los adultos para que sus intereses sean representados en el gobierno. Sin embargo, las agendas políticas suelen estar más influenciadas por las preocupaciones inmediatas de los votantes adultos —empleo, economía, seguridad— relegando a un segundo plano temas como la educación de calidad o la protección contra el abuso y la negligencia.

Además, la falta de datos específicos sobre los problemas que afectan a la niñez impide formular políticas bien informadas. A menudo, las estadísticas y estudios disponibles no desglosan la información por edad de manera que refleje las realidades específicas de este grupo. Esto conduce a un entendimiento incompleto de sus verdaderas necesidades y desafíos.

Es más, los problemas que afectan a la niñez suelen ser transversales y requieren una política integrada. Por ejemplo, la pobreza infantil no solo afecta la nutrición; impacta también en el acceso a la educación, la salud y las oportunidades de desarrollo social y emocional. Sin un enfoque especifico que contemple la complejidad de estos asuntos, las políticas resultantes pueden ser ineficaces o incluso contraproducentes.

La Convención sobre los Derechos del Niño, adoptada en 1989 por las Naciones Unidas (ONU), establece en teoría un marco internacional para la protección de los derechos de la niñez, incluyendo el derecho a la educación, la salud y la protección contra la explotación infantil. Sin embargo, la aplicación de estos derechos en políticas concretas sigue siendo un desafío global.

Por lo tanto, es fundamental que los gobiernos reconozcan la importancia de la niñez en el desarrollo social y económico de un país. Invertir en este sector no es solo una cuestión de cumplir con obligaciones morales o internacionales, sino una estrategia prudente para fomentar sociedades más educadas, saludables y equitativas. Los niños y niñas de hoy son los adultos del mañana; sus problemas y necesidades deben ser una prioridad, no una reflexión tardía.

Para abordar esta cuestión sistémica, es necesario promover una mayor participación de los expertos en infancia en los procesos de toma de decisiones y asegurar que las políticas públicas sean evaluadas también en función de su impacto en la población infantil. Las voces de los infantes, aunque no se expresen en las urnas, deben resonar en los corredores del poder a través de quienes aboguen por su bienestar y futuro.

Ignorar las necesidades de este sector en la formulación de políticas públicas no solo es un fracaso en proteger a los más vulnerables, sino también una miopía estratégica que compromete el desarrollo sostenible y la justicia social a largo plazo. Es hora de que los gobiernos ajusten sus lentes y enfoquen claramente en el bienestar y los derechos de los niños, garantizando así un futuro mejor para todos.

Este planteamiento personal y profesional surge en reflexión del pasado 30 de abril, donde la mayoría de mis amigos publicaron historias sobre festivales infantiles en compañía de sus hijos, mientras yo daba un clavado al baúl de los recuerdos encontrando fotografías olvidadas de una etapa fundamental de mi vida, todo esto con aquella canción de fondo del Maestro Sabina donde protestamos contra el misterio del mes de abril.

@Raul_Saucedo

rsaucedo@uach.mx

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