En julio el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) registró una inflación de 2.7 por ciento anual, el mayor incremento en precios en cinco meses y que ha sido impulsado por el aumento en las tarifas de la gasolina Magna, según información del Inegi presentada este martes.
Durante el mes, el precio de la gasolina de bajo octanaje (Magna), destacó con la mayor incidencia mensual.
A partir del primer día de julio se ajustó por primera vez en el año el precio máximo de la gasolina Magna, el cual aumentó 24 centavos, pasando de 13.16 pesos por litro a 13.40 pesos. En tanto para la gasolina Premium el aumento fue de 14.03 pesos en junio a 14.37 pesos por litro en julio.
Los precios del transporte eléctrico y del metro fueron los siguientes con mayor impacto, tarifas que se han normalizado al concluir la estrategia de promoción de uso de transporte público que se implementó durante las etapas de contingencia ambiental recientes. Por el mismo motivo, el costo del autobús urbano también figuró entre las mayores incidencias sobre la inflación.
Los servicios turísticos en paquete fueron los siguientes con mayor incidencia al alza, productos cuya demanda se incrementa significativamente durante el periodo vacacional de verano.
Al contrario, los bienes y servicios que contuvieron el avance del INPC con incidencia a la baja fueron la telefonía celular, el pollo y el tomate verde.
En general, el componente subyacente de la inflación refirió un aumento anual de 2.97 por ciento, su segunda mayor tasa desde diciembre de 2014.
A su interior, los precios de las mercancías reportaron un aumento anual de 3.71 por ciento con una mayor incidencia anual a nombre de las mercancías no alimenticias.
Para los servicios la inflación alcanzó un nivel de 2.36 por ciento anual, su resultado más bajo desde febrero, entre sus elementos la vivienda resaltó con la incidencia anual más significativa para el índice general.
Respecto a la inflación no subyacente, ésta avanzó a su mayor ritmo en el último trimestre con una subida de 1.65 por ciento anual en julio, afectada principalmente por los precios de frutas y verduras que revelaron un crecimiento de 7.04 por ciento en precios y la más grande incidencia anual dentro de los bienes agropecuarios.
En total, los bienes del agro tuvieron una inflación de 2.97 por ciento, mientras que los energéticos y las tarifas autorizadas por el gobierno tuvieron una inflación de 0.81 por ciento en el año, la primera cifra de crecimiento para este sector luego de cuatro meses de descensos.
El Financiero