Ayer un grupo de normalistas tomó una camioneta de la CFE y derribó la puerta del complejo ubicado en el Centro Histórico de la Ciudad de México.
Ciudad de México. – El presidente, Andrés Manuel López Obrador, afirmó este jueves que hay «mano negra» de la oposición en las protestas por los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa, que el miércoles derribaron una puerta del Palacio Nacional mientras el mandatario se encontraba adentro.
«Al difundir tanto un hecho de esa naturaleza nos ayuda a que la gente, que ya tiene mucha consciencia, advierta de que en estas acciones hay mano negra, que son actos de provocación, que eso fue lo de ayer, un vulgar acto de provocación», declaró López Obrador en su conferencia matutina, en el norteño estado de Tamaulipas.
El gobernante aseveró que sus «adversarios están desesperados y están recurriendo a la guerra sucia y a actos como el de ayer» en medio de las campañas para las elecciones presidenciales del 2 junio.
«La verdad es que es muy justa la demanda de los padres y de las madres de los jóvenes desaparecidos de Ayotzinapa, pero ya se han montado en este asunto grupos de derecha, conservadores, incluso partidos que están en contra de la transformación», señaló.
Los manifestantes, quienes acusan a López Obrador de no resolver el caso para proteger a militares involucrados, tomaron el miércoles una camioneta de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) para tumbar una de las puertas principales del Palacio Nacional mientras el presidente realizaba su conferencia matutina.
Los estudiantes de Ayotzinapa protestan porque López Obrador no ha cumplido su promesa de resolver la desaparición de sus 43 compañeros en septiembre de 2014 en el sureño estado de Guerrero, aunque la Comisión de la Verdad creada por él concluyó en 2022 que fue un “crimen de Estado” en el que también participó el Ejército.
Aunque sugirió que detrás de las protestas podría haber «mercenarios» o «porros» reclutados por opositores, el mandatario prometió que «va a haber diálogo» con las familias de los desaparecidos, pero indicó que no le «dan confianza los intermediarios».
‘México no es democrático ahora’: Ernesto Zedillo crítica el gobierno de Sheinbaum
Ernesto Zedillo cuestionó las políticas de Claudia Sheinbaum y afirmó que México no es actualmente el país más democrático del mundo.
Ciudad de México.- En el marco del Seminario de Perspectivas Económicas 2025, organizado por el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), el expresidente Ernesto Zedillo reflexionó sobre el panorama político y democrático que atraviesa la República Mexicana.
En el evento, afirmó que, aunque el país está enfrentando desafíos importantes, estos momentos también deben verse como una oportunidad para lograr avances hacia una democracia más sólida y funcional.
Zedillo contrastó sus ideas con una declaración reciente de la presidenta Claudia Sheinbaum, en la cual aseguraba que “quizá México sea el país más democrático del mundo”.
El expresidente señaló al respecto: “No es el país más democrático del mundo ahora”, pero si esa es su aspiración, y es una en la que estoy seguro, todos los mexicanos la respaldaríamos con gran entusiasmo.
Nuestra presidenta, que haga lo necesario para que, efectivamente, cumpla con lo dicho en su declaración y sea incluso una mejor democracia que hoy, y mucho mejor de lo que ha sido en estos últimos meses”.
Durante su intervención, el exmandatario lanzó fuertes críticas al actual gobierno morenista, calificando como preocupante el proceso de debilitamiento de las instituciones democráticas.
Aseguró que el país no debe transformarse en una “autocracia de partido hegemónico” ni depender de un “caudillo” con poder absoluto desde la presidencia.
Entre sus propuestas, Zedillo sugirió que se incluyan artículos transitorios en la Constitución para pausar las recientes reformas que, en su opinión, amenazan la democracia y el Estado de derecho.
Propuso, además, eliminar la figura de revocación de mandato, calificándola como una “barbaridad” que carece de sentido en un sistema presidencialista.
Finalmente, instó a Sheinbaum a gobernar con autoridad y bajo las reglas democráticas para fomentar la unidad nacional y reconstruir las instituciones que, aunque imperfectas, sostuvieron la democracia en México en las últimas décadas