El país está en bancarrota y será difícil cumplir con todas las demandas que tiene la sociedad, aunque sí serán honrados todos los compromisos de campaña, dijo Andrés Manuel López Obrador, el presidente electo de México, durante el inicio de una gira de agradecimiento frente a sus simpatizantes.
Las palabras del futuro presidente, que tiene 64 años de edad, contrastan con las que pronunció a inicios de septiembre, cuando dijo que el país atravesaba problemas pero había estabilidad económica y no había crisis política.
Es posible «por la situación de bancarrota en que se encuentra el país que no podamos cumplir todo lo que se está demandando, pero que quede claro: sí vamos a cumplir todo lo que ofrecimos en campaña», dijo el presidente electo ante simpatizantes en la ciudad de Tepic, Nayarit.
«Porque suele pasar que se ofrecen cosas durante la campaña y luego cuando ya se llega al gobierno, se olvidan. Yo vengo a decirles que nosotros no vamos a actuar así».
Por otro lado, el futuro mandatario dijo que su gobierno actuará con responsabilidad en el gasto, reiteró que no habrá mayor endeudamiento público y prometió respetar la autonomía del Banco de México.
López Obrador dijo que una posible crisis económica en México sólo podría venir del exterior o de un mal manejo de la política del Instituto Central.
«Vamos a respetar la autonomía del Banco de México para que haya equilibrios macroeconómicos, que no haya devaluación, que no haya inflación», dijo el futuro presidente en el evento del domingo 16 de septiembre. «Que si se dan esos fenómenos no va a ser por culpa del presidente de la República sino por circunstancias externas o por mal manejo de la política financiera que haga el Banco de México, no el gobierno de la República».
La política financiera, sin embargo, no es dictada por el banco central sino por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, que es parte del poder ejecutivo.