El presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que «son muy ridículos» y que no hay que tomar en serio a los legisladores del Partido Republicano que aprobaron ayer una iniciativa en la Cámara de Representantes de Estados Unidos para frenar poco más de 60 millones de dólares en proyectos de ayuda en México, en respuesta a lo que el Partido Republicano considera «falta de voluntad» del gobierno mexicano para combatir el tráfico de fentanilo.
El Mandatario federal aseguró que los legisladores republicanos utilizan el tema del narcotráfico y el migratorio con propósitos politiqueros.
«Como hay elecciones en Estados Unidos los partidos, los candidatos o precandidatos utilizan estos asuntos delicados, lamentables, del uso y los daños que causa el fentanilo, así como el tema migratorios con propósitos politiqueros. Es una propaganda vil y corriente», afirmó.
En conferencia de prensa, el jefe del Ejecutivo federal advirtió que más adelante, los legisladores de la Unión Americana serán más atrevidos.
«Van a llegar a plantear que van a bombardear México o cosas por el estilo. De risa, ¡son muy ridículos!», expresó.
AMLO recomienda dar «amor» a jóvenes para que no consuman fentanilo
El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que en vez de echarle la culpa a México, los legisladores republicanos deberían pensar en otras cosas como aprobar en el Congreso de Estados Unidos un plan integral de apoyo a países que, por problemas económicos, sociales, políticos, están padeciendo de crisis migratoria.
Y además, expresó, es necesario que atiendan a sus jóvenes garantizándoles estudio y trabajo, y dándoles «amor para que no consuman fentanilo».
«Nuestros paisanos no van a votar por esos que ofenden a México, ojalá y atiendan el problema del consumo de fentanilo, advirtió.
El Congreso de Nuevo León confirma el regreso de Samuel García como gobernador
Samuel García y Mariana Rodríguez en Gómez Palacio (Estado de Durango), el 25 de noviembre.Cuartoscuro
La batalla entre los dos gobernadores de Nuevo León se ha acabado. El Congreso estatal ha aprobado este lunes el regreso de Samuel García como gobernador. En un acuerdo de último minuto, primero Luis Enrique Orozco anunció su renuncia como mandatario sustituto. Ha argumentado que lo hace por falta de condiciones y para preservar la gobernabilidad en la entidad. En una sesión que ha durado poco menos de 20 minutos, los diputados neoloneses han aprobado por unanimidad la renuncia del sustituto. Acto seguido, han aprobaron por mayoría de votos la reincorporación del gobernador electo a sus funciones tras declinar la licencia de seis meses para contender como candidato a la presidencia de México. De este modo, se cierra la crisis política vivida durante los últimos días en el Estado norteño.
“El gobernador interino, en un acto de profundo compromiso con Nuevo León, teniendo el aval de la Suprema Corte de Justicia y anteponiendo el interés público, ha decidido hacerse a un lado a fin de que se pueda procesar el regreso de Samuel García”, ha anunciado el presidente del Congreso, Mauro Guerra, esta tarde. A pesar de aceptar el traspaso de poderes al anterior en el cargo, Guerra ha responsabilizado a García de la situación de tensión que ha vivido el Estado durante la última semana. “Para darle certeza a esta crisis de ingobernabilidad a la que nos llevó Samuel García, estamos haciendo un frente común para trabajar para y por Nuevo León”, le ha lanzado, muy lejos de las palabras de reconocimiento que le ha dedicado a Orozco por su “sus ganas de servir” y “su pronta respuesta al llamado del Congreso”.
El bloqueo por parte de la oposición para designar un sustituto afín mientras García se ocupaba de la precampaña fue el pistoletazo de salida a unos días de mucha incertidumbre. El aspirante emecista anunció a finales de la semana pasada su regreso fugaz para tratar de desbloquear la situación, pero el embrollo se fue complicando cada vez más. El PAN y el PRI hicieron valer su mayoría en el Congreso de Nuevo León y nombraron como gobernador interino a Luis Enrique Orozco, exvicefiscal de entidad, cercano al PRI. En medio de este jaloneo, el Tribunal Electoral dio una buena noticia para los intereses de García, al reiterar que sus sustituto debía ser emanado de MC para dar continuidad al gobierno. Sin embargo, el día siguiente la Suprema Corte de Justicia de la Nación avaló el nombramiento y ordenó que Orozco jurase el cargo como gobernador interino de Nuevo León.
La respuesta de García a ese revés judicial fue abandonar formalmente la carrera presidencial, renunciar a la licencia y atrincherarse en el Palacio de Gobierno. El mandatario emecista acusó a los dirigentes nacionales del PAN y el PRI de haberle exigido altos mandos en la Administración y hasta la condonación de impuestos en las negociaciones para desbloquear a su sustituto. En concreto, la Fiscalía General de Justicia y la Auditoría Superior del Estado. El aval definitivo del Congreso se antojaba lejano al depender de una nueva negociación entre las mismas partes. Durante el fin de semana llegó incluso a retomar la agenda habitual de gobernador, inaugurando por ejemplo un puente en un municipio de la capital, Monterrey.
Durante todo el fin de semana, dos gobernadores reclamaron su puesto en Nuevo León. El elegido por las urnas, que defendía que una vez renunciado a su licencia ya estaba autorizado a regresar; y el sustituto, avalado por la Suprema Corte. El propio presidente, Andrés Manuel López Obrador, salió al paso este lunes acusando a la oposición de torpedear a García y calificando de “golpe de Estado” la posible caída del gobernador electo en favor del sustituto. Finalmente, Orozco se ha echado a un lado y las aguas han vuelto a su cauce.