Los organizadores de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016 han anunciado que la razón por la que el agua en dos piscinas olímpicas se volvió verde, es el peróxido de hidrógeno que un empleado derramó por error, informa ‘The New York Times’.
El peróxido de hidrógeno se utiliza para la limpieza de piscinas, pero no puede ir junto con el cloro, que ya se encontraba en las aguas en cuestión. Por lo tanto, cuando un empleado de mantenimiento de las piscinas añadió 160 litros de peróxido de hidrógeno al agua, el cloro sufrió el efecto de neutralización, hecho que habilitó el crecimiento de «compuestos orgánicos» que podrían haber incluido algas.
Asimismo, las autoridades han anunciado que con el fin de que la competencia de natación sincronizada prevista para este domingo pueda desarrollarse, el agua de una de las piscinas será drenada y reemplazada con agua limpia de una pileta cercana.
El pasado martes 9 de agosto el agua de la piscina de salto del Parque Acuático María Lenk comenzó a teñirse de verde.
Lo mismo ocurrió con la pileta de waterpolo, que empezó a mostrar esa coloración al día siguiente. Aunque se informó que el estado del agua de ambas piscinas no supone ningún riesgo para la salud de los nadadores, jugadores del equipo de waterpolo de EE.UU. sintieron picor en los ojos, por lo que presentaron quejas al respecto.
Como consecuencia, la piscina de salto olímpico fue cerrada.
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