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Apoyan 18 estados de EEUU demanda para frenar deportación

Una coalición de 18 estados de Estados Unidos apoyó este jueves una demanda que pide frenar la deportación de cientos de miles de beneficiarios del Estatus de Protección Temporal (TPS, en inglés) después de que el amparo migratorio expire.

Los fiscales de esos estados presentaron un documento de «amicus curiae» (amigo de la corte) para respaldar una querella que alega que la reciente terminación del TPS para nativos de El Salvador, Haití, Nicaragua y Sudán viola sus derechos al debido proceso.

El «amicus curiae» es una figura jurídica que permite a actores ajenos a un juicio ofrecer razonamientos jurídicos y consideraciones vinculadas con los hechos de un caso.

Los fiscales calificaron, además, de discriminatoria la decisión del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, en inglés) de acabar con esos permisos, y consideraron que fue impulsada por el punto de vista «racista» del presidente estadounidense, Donald Trump.

El fiscal general de California, Xavier Becerra, que lidera la coalición, señaló que los beneficiarios de TPS «han seguido las reglas y probado el valor de esa protección».

«No nos quedaremos de brazos cruzados mientras nuestros vecinos y colegas son arrancados de sus familias. Continuaremos luchando por los titulares de TPS, nuestra seguridad pública y nuestra economía próspera», apuntó Becerra en un comunicado.

Los fiscales, además, recordaron que muchos beneficiarios de TPS han vivido en Estados Unidos «durante una década o más» y han creado familias y empresas, comprado casas y contribuido significativamente a sus comunidades.

En los últimos meses, el Gobierno de Trump ha arrebatado la protección del TPS a 55 mil hondureños, 195 mil salvadoreños y 50 mil haitianos, entre otros, a los que ha dado entre 12 y 18 meses para que regresen a sus países o que cambien su estatus migratorio.

Una vez superadas las fechas límites, la administración Trump podría deportar legalmente a todas esas personas sin amparo migratorio.

El TPS es un programa creado en 1990 con el que EEUU concede permisos de residencia de forma extraordinaria a los nacionales de países afectados por conflictos bélicos o desastres naturales.

Nota Principal

Trump revienta contra Irán e Israel: “No saben qué carajo hacen”; fracasa su intento de tregua en solo 18 horas

La tensa situación en Medio Oriente escaló nuevamente este martes, luego de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, arremetiera públicamente contra los gobiernos de Irán e Israel, a quienes acusó de romper el alto al fuego que él mismo había negociado apenas horas antes.

“Ambos países no saben qué carajo hacen”, lanzó Trump en su red social oficial, visiblemente molesto por la ruptura de lo que había calificado como un “acuerdo histórico” entre los dos enemigos geopolíticos. La tregua, sin embargo, duró solo 18 horas antes de que ambas naciones retomaran las hostilidades con fuego cruzado.

De acuerdo con fuentes estadounidenses e israelíes, el 22 de junio Estados Unidos lanzó ataques contra instalaciones militares de Irán, y al día siguiente, fuerzas iraníes respondieron con misiles dirigidos a bases estadounidenses en Catar. La rápida escalada llevó a Trump a intervenir personalmente para lograr un cese al fuego, que fue anunciado públicamente con tono triunfalista por la Casa Blanca.

No obstante, el frágil acuerdo se desmoronó casi de inmediato, luego de que milicias aliadas de Irán lanzaran cohetes hacia el norte de Israel, a lo que el ejército israelí respondió con bombardeos aéreos. El propio Trump confirmó este martes que Israel había atacado objetivos iraníes en represalia, lo que anuló cualquier esperanza de estabilidad inmediata.

El presidente estadounidense advirtió además que “Irán nunca reconstruirá su programa nuclear”, en referencia al ataque que ordenó contra instalaciones atómicas de ese país. Si bien Teherán niega haber violado el acuerdo de tregua, la Casa Blanca considera que los ataques de sus grupos aliados constituyen una clara provocación.

Aún más, Trump exhortó directamente a Israel a detener sus ofensivas: “Si lanzan esas bombas, es una gran violación”, escribió, dejando entrever que la paciencia de Washington también se está agotando con su principal socio en la región.

La reacción del mandatario refleja el nivel de frustración por el fracaso de su mediación y pone en evidencia la dificultad de contener un conflicto de alto riesgo entre dos actores con intereses irreconciliables. Aunque Trump asegura que “ambos acudieron a él en busca de paz”, su figura como intermediario quedó debilitada tras el retorno inmediato de la violencia.

Analistas advierten que el conflicto amenaza con salirse de control, especialmente si continúan los ataques cruzados y si Estados Unidos se ve obligado a responder militarmente en defensa de sus tropas o de sus aliados. Mientras tanto, la tensión se mantiene al máximo y los canales diplomáticos parecen cada vez más ineficaces frente a la lógica de la confrontación.

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