El pleno de la Cámara de Diputados aprobó en lo general y lo particular con una votación previa de 351 a favor, del PRI, PAN y Partido Verde; 130 votos en contra por parte de la izquierda y 10 abstenciones de Nueva Alianza.
El pleno de la Cámara de Diputados aprobó en lo general y lo particular, al filo de las 03:50 horas de este sábado, el dictamen de la Reforma a la Ley Federal del Trabajo, con una votación previa, excepto de los artículos reservados, de 351 a favor, del PRI, PAN y Partido Verde; 130 votos en contra por parte de la izquierda y 10 abstenciones de Nueva Alianza.
El voto de las reservas al proyecto preferente enviado por el Presidente Felipe Calderón el pasado 1 de septiembre, se desahogó en bloques de artículos organizados por temas, a lo largo de la noche del viernes 27 de septiembre y parte de la madrugada de este sábado.
Luego de una sesión de casi 14 horas, los diputados federales volvieron a refrendar el voto a favor de los puntos más polémicos del proyecto, como el outsourcing, al que se le hicieron algunas adecuaciones.
Del mismo modo, se dio luz verde al pago por hora, con un leve ajuste relativo a que el trabajador y el patrón podrán convenir el monto del salario, éste no podrá ser menor al que se paga por la jornada máxima legal, es decir, el salario mínimo y en ese tipo de contrato, el patrón estará obligado a respetar los derechos laborales y garantías de seguridad social para el empleado.
En una larga jornada en la que de nueva cuenta, las bancadas del PRI, PAN y el Partido Verde asumieron una votación sistemática de rechazo a prácticamente todos los artículos reservados por los demás partidos, también se aprobó el despido o recisión de contrato por correo y notificación a través de la Junta de Conciliación
Pese a los argumentos planteados por los partidos de izquierda, en cuanto al riesgo de precarización del empleo que generarán en el país, la mayoría votó a favor de las modalidades de contratación por temporada, por capacitación y a prueba.
Alrededor de las 02:00 horas de este sábado, los legisladores entraron de lleno a otro de los temas polémicos del dictamen, la transparencia y democracia sindical.
En ese punto, la mayoría del PAN, PRI, Partido Verde y el Partido Nueva Alianza, sumaron votos para evitar que se agregaran a la norma, disposiciones que obligaran a los gremios a rendir cuentas públicas sobre el uso que hacen de los recursos a su alcance y las cuotas de los trabajadores. La votación fue de 248 a favor y 187 en contra del PRD y el PAN.
Sobre la elección de dirigentes, el bloque mayoritario determinó dejar a consideración de las asambleas generales de los sindicatos, el procedimiento para elegir a sus líderes, a través de las modalidades por votación económica directa, votación indirecta o votación indirecta y secreta. Ello, a propuesta del Partido Nueva Alianza, creado por la profesora Elba Esther Gordillo.
Con esto, se dejó fuera el intento del PAN de obligar por ley a los sindicatos a rendir cuentas sobre el uso de los recursos en sus manos, sobre la utilización de cuotas de sus agremiados; y de establecer en sus procesos de selección de líderes, la modalidad de voto “libre, directo y secreto”.
En el debate la coordinadora del PANAL y allegada a Gordillo Morales, Lucila Garfias, advirtió que no se puede permitir el atropello y afectación a los principios de autonomía sindical y de organización colectiva.
Tras recordar que la forma de organización del trabajador es resultado luchas históricas, reiteradamente apuntó que Nueva Alianza está a favor de promover prácticas democráticas; sin embargo, cuestionó por qué los sindicatos tendrían que dar a conocer sus cuentas, si el patrón tampoco rinde a los trabajadores.
Al fijar su postura en contra, el vicecoordinador del PRD, Miguel Alonso Raya, cuestionó si el hecho de haber aprobado la flexibilización laboral y al mismo tiempo, dejar intactos a los sindicatos, es fruto de lo que Enrique Peña Nieto “pactó” con Felipe Calderón: precarizar el empleo, con entradas y salidas del mercado laboral, lo que generará inestabilidad trabajador, acusó.
En defensa del sindicalismo, el diputado del PRI, Fernando Castro Trenti, apuntó que sus organizaciones son libres de autodefinir la forma de seleccionar a sus dirigentes y lamentó que los panistas “piensen” que el trabajador no es capaz de tomar determinaciones propias.
En referencia al PAN y su insistencia por integrar la transparencia a los gremios, Castro Trenti dijo que “pretender” dar trato de “menores de edad” a los trabajadores es inadmisible. “No le faltemos al respeto a la fuerza laboral mexicana. Viva la libertad sindical”, exclamó.
A la izquierda, el priísta le advirtió que si creen que por tomar tribunas pueden imponer su criterio como minoría, se equivocan.
El vicecoordinador parlamentario del Movimiento Ciudadano (MC), reclamó que la propuesta avalada por mayoría de PAN, PRI, PVEM y PANAL, tenga como fin construir “un nido de protección” a las cúpulas sindicales corruptas, como la del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) y al mismo tiempo, asestar una “puñalada trapera” al trabajador.
“Qué cinismo, hágase la voluntad de Dios en los bueyes de mi compadre”, ironizó Mejía Berdeja al sentenciar que la autonomía sindical no puede ser una fachada para proteger intereses corruptos, sino para promover un régimen democrático que proteja los derechos trabajadores. Los cambios legales que se necesitan, dijo, es para que no haya más “charrismo sindical”.
El líder de la bancada del Verde aseguró que el voto unido de PRI, PANAL y su partido, fue “dar un paso enorme en materia de transparencia y rendición de cuentas en sindicatos”.
Efusivo, felicitó al PANAL por dar pasos sólidos hacia la “democracia”, también aprovechó para echarle porras al diputado presidente de la Comisión de Trabajo, Carlos Aceves, al que calificó como “uno de los más grandes líderes sindicales del país”. Las loas desataron las porras para Aceves del Olmo.
Directamente, Escobar y Vega le exigió al PAN que “no venga aquí a engañar a la nación, lo que se está haciendo aquí, es modernizar la nación”, ello, por su reclamo sobre la democracia y transparencia sindical.
En respuesta, la diputada panista Esther Quintana recordó que la propuesta inicial apuntaba a que los estatutos de los sindicatos tienen que integrar el número miembros de su directiva y el procedimiento de elección con voto libre, directo y secreto.
De manera clara, la diputada dijo que sin “amenazas y sin coacciones”, el voto para elegir líderes tiene que ser secreto, “lo demás que se diga son pamplinas”.
Recordó que entre las promesas de campaña de Peña Nieto, está la de ir por la transparencia. “Ya basta de oscuridad de corrupción y suciedad que se ha engendrado en los sindicatos”, sentenció.
Y tras aclarar que no tiene nada contra el sindicalismo, pidió a la asamblea “disculpar su francés” pero “sigan mamando a costa de las cuotas de los sindicalizados”.
El priísta Alejandro Rangel Segovia, argumentó que el voto directo y secreto para elegir directivas sindicales se practica, pero de acuerdo a los estatutos de cada gremio y por ello, aclaró, “no hay derecho para que políticos vengan a cuestionar vida interna de sindicatos y sus dirigencias”, finalizó.
Finalmente, el petista Manuel Huerta, quien lamentó que se hayan desechado la oportunidad de promover la transparencia en el ámbito gremial, por la “falta de ánimo para cambiar “la cultura genética de priato jurásico, tramposa, defraudadora y de las peores tradiciones”, cerró la ronda asegurando que con los términos en que quedó la reforma, el histórico líder de la CTM, “Fidel Velázquez ha de estar celebrando su Halloween”.
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