En un cambio significativo después de décadas de lucha en la calle y en las redes sociales, el Rey Salman de Arabia Saudí anunció su decisión de permitir que las mujeres puedan conducir en el reino. La orden real deberá ser ahora sometida a un trámite institucional de meses. Según la agencia de noticias oficial saudí, el permiso de conducir femenino entrará en vigor en junio del año que viene.
En 2008 y 2014, el Consejo Consultivo de la monarquía había recomendado ya al Rey levantar la prohibición de conducir a las mujeres, caso único en el mundo. Pero el recrudecimiento de la campaña, tanto interna como internacional, y el programa de reformas del Heredero, Mohamed binSalman, han terminado por salvar la férrea oposición del clero radical wahabí, que mantiene un pacto con la Corona de los Saud para otorgarle legitimidad.
Para el clero saudí, el carnet de conducir concede a las mujeres un salvoconducto de libertad y de ruptura con el modelo social wahabí, inspirado en el islam del siglo VII. En octubre de 2013, el Gran Mufti de Arabia Saudí dio un discurso memorable para subrayar que negar a las mujeres el permiso de conducir «busca proteger a la sociedad del mal» y evitar el peligro de interacción de mujeres con varones que no son sus maridos. El Gran Mufti se refirió a un verso del Corán: «Quedaos (las mujeres) tranquilas en vuestras casas» (33:33).
Poco después el historiador Saleh al Sadoon afirmó en televisión que la prohibición de conducir evita el peligro de que «las mujeres sean violadas en caso de avería» de sus vehículos, un asunto que a Occidente no le importa pero a nosotros sí». Al Sadoon propuso como alternativa que las mujeres tuvieran chóferes extranjeros para reducir ese riesgo.
Para el clérigo saudí Saleh al Lohaidan, la conducción «tiene un impacto psicológico negativo en la mujer y además afecta a sus ovarios». En sus declaraciones a la agencia Sabq.org. el jeque afirmó que su opinión se fundamenta en «estudios que demuestran que las que conducen tienen hijos con taras clínicas».
La decisión de levantar la prohibición de conducir a las mujeres es una de las más importantes de la Corona, más significativa que la que les permitió hace dos años votar por primera vez en las elecciones municipales. Queda, no obstante, un largo camino por recorrer en materia de igualdad de derechos con el varón. Las mujeres saudíes siguen sin poder salir a la calle solas, viajar sin permiso de sus maridos o de sus tutores legales, abrir una cuenta bancaria sin su autorización, probarse la ropa durante las compras o practicar deporte en público.
Agencias