PHOENIX (AP) — El gobernador de Arizona, Doug Ducey, dijo el martes que enviará 250 efectivos de la Guardia Nacional a la frontera del estado con México en medio de un aumento en la llegada de migrantes.
El anuncio fue emitido el mismo día que la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP por sus siglas en inglés) efectuó una jornada de puertas abiertas en un centro de procesamiento de migrantes en la comunidad fronteriza de Yuma. Es el primero de dos campamentos que servirán a los agentes para procesar y albergar temporalmente al número cada vez mayor de solicitantes de asilo que llegan a la frontera. Una estructura similar será abierta en Tucson a fin de mes.
Ducey, un republicano, ha tenido desavenencias con el gobierno del presidente Joe Biden en torno a las políticas de inmigración y ha descrito la situación en la frontera como una “crisis”.
“Si este gobierno no va a hacer nada, nosotros lo haremos”, declaró Ducey.
Funcionarios de la CBP no respondieron de momento sobre el asunto.
La Unión Americana de Libertades Civiles (UCLA por sus siglas en inglés) señaló que las acciones de Ducey “no hacen más que militarizar nuestras comunidades fronterizas y atizar un temor innecesario e injustificado”.
El representante federal demócrata Raul Grijalva, cuyo distrito incluye la frontera sur de Arizona, dijo que el despliegue sólo tiene fines políticos y no resolverá el rezago de casos pendientes, ni mejorará la atención de los menores que llegaron solos, ni ayudará a las comunidades fronterizas.
La oficina del gobernador dijo que se asignarán inicialmente 25 millones de dólares para contribuir a las fuerzas del orden locales y estatales.
Los miembros de la Guardia Nacional podrían ayudar en labores médicas en centros de detención, a instalar y cuidar cámaras fronterizas, a compilar información de las cámaras de seguridad públicas y a analizar imágenes de satélite sobre actuales tendencias de contrabando, según el anuncio.
El gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott, desplegó el mes pasado unos 500 miembros de la Guardia Nacional en la frontera de su estado, que registra la mayoría de los actuales cruces fronterizos.
Ducey dijo que viajará el miércoles a Yuma para reunirse con autoridades locales y agencias policiales.
Los funcionarios de pequeñas localidades fronterizas de Arizona, como Yuma, Ajo y Gila Bend, han solicitado al gobierno federal que les ayude a manejar los pequeños grupos de solicitantes de asilo que son dejados en libertad en las comunidades por funcionarios de la CBP con el argumento de que no tienen capacidad para albergarlos. Las localidades carecen de los recursos para transportar a los migrantes a ciudades donde podría brindárseles albergue temporal y asistencia logística para que se reúnan con parientes en otras partes de Estados Unidos.
La CBP dijo en un comunicado previo que los albergues de carpas en Yuma y Tucson serán similares a un centro de procesamiento para migrantes de unos 8.360 metros cuadrados (90.000 pies cuadrados) que abrió en fecha reciente en Eagle Pass, Texas.
Otro de similares características fue instalado en 2019 en Yuma debido a la llegada de un gran número de migrantes durante el gobierno del presidente Donald Trump.
Los centros de procesamiento de carpas están separados de los albergues que el Departamento de Salud y Servicios Humanos administra para niños que llegaron sin compañía de un familiar adulto, a quienes se alberga separados de otros migrantes después del procesamiento.
La CBP está rechazando a la mayoría de los migrantes adultos que intentan ingresar en Estados Unidos en virtud de una orden de salud pública emitida al comienzo de la pandemia de COVID-19. Sin embargo, el gobierno de Biden está permitiendo la permanencia de menores que llegaron solos y de algunas familias, al menos temporalmente, mientras las autoridades determinan si pueden quedarse mediante el proceso de asilo o bajo alguna otra categoría legal.