La Fiscalía aseguró un rancho de César Duarte por valor de más de 100 millones de pesos, así como una casa, el cual sigue prófugo de la justicia y podría ser detenido si intenta cruzar la frontera en uno de los más de 160 países donde está activa la ficha roja de la Interpol. En el rancho fueron encontradas unas vacas que están resguardadas y podrían ser enviadas a la Unión Ganadera.
El rancho está asegurado, no incautado, por lo cual el Estado no puede disponer de él hasta que se comprueben los delitos de los que se acusa al ex gobernador, quien permanece escondido en El Paso, Texas, a la espera de que se resuelva su solicitud de residencia permanente en Estados Unidos, donde ha ofrecido usar su fortuna para crear empresas y generar empleos del lado americano. Hasta la fecha no ha podido explicar el origen de su repentina y abundante riqueza. No se le ve desde el 31 de marzo, cuando fue paparazzeado en un café.
Hay 12 carpetas de carácter penal en proceso de integración y uno más donde Duarte Jáquez también podría estar vinculado por la venta 15 veces por debajo de su precio de terrenos propiedad del estado. También hay un (paralizado) proceso en la Comisión Instructora del PRI para decidir si lo expulsan por los indicios que hay de la comisión de delitos, pues mientras por un lado lo protegen, por otro tratan de deslindarse de él. Son muchos los compromisos e intereses que ligan al ballezano con su partido.
Las autoridades creen saber dónde se oculta. El fiscal Augusto Peniche afirmó que conocen un posible sitio y lo trabajan en conjunto con autoridades de Estados Unidos que aunque ya dijeron que no detendrán al ex gobernador a menos de que se lo topen, podrían cambiar de parecer y echarle la manita a las necesitadas huestes del nuevo amanecer.
Ex funcionarios encarcelados, en la cuerda floja. Esta semana se decidirá si el exalcalde Javier Garfio, quien ya cumplió un mes a la sombra, seguirá encarcelado mientras enfrenta su proceso legal por la venta de terrenos a precios ganga, delito en el cual también estarían implicados el exadministrador, Gerardo Villegas, y el ex titular de Coesvi, Ricardo Yáñez. El tiempo para la defensa se agota y pronto se definirá la suerte de los tres, la cual no pinta muy bien que digamos.
Ha sido mucho ruido y pocas nueces. Si bien estas tres detenciones tienen una enorme relevancia legal y sobre todo política, el saldo se limita a esto y a más de 75 amparados, así como unos cuántos “testigos protegidos”, quienes colaboran en aportar pruebas para hundir al verdadero objetivo, señalado como el cabecilla del saqueo a Chihuahua. Usted sabe quién.
Tarde o temprano Duarte caerá, aseguró el gobernador Corral, quien sabe que esta fue su principal promesa de campaña y que en cumplirla se juega buena parte de su futuro político, así como en contener el nepotismo, la corrupción y los excesos que, aunque intente justificarlos o minimizarlos, ya comenzaron a asomar la cabeza en su administración, y decir que los anteriores fueron todavía peores no es muy buena justificación que digamos.
Parientes por todos lados es la marca de la administración. Los argumentos para sostenerlos son exactamente los mismos que han usado todas las administraciones nepotistas: que ellos no los nombraron, que sí son parientes pero que están ahí por sus capacidades, entre otras muchas que ya se saben de memoria. Están haciendo lo mismo que tanto criticaron, aunque lo nieguen. Otros ejemplos son el del secretario de Salud, quien “se dejó llevar”, y el de Miguel Riggs, que asignó a la empresa recién creada por su hermana los contratos para arrancar la administración.
La violencia es otro problema de la administración. Crecen los hechos de sangre a diario y diversos analistas coinciden en que mucho tiene qué ver con la ruptura de los pactos criminales establecidos desde y con las autoridades, a lo cual se suma el visible interés de las autoridades federales de hundir en muerte las entidades donde perdió el PRI, como una especie de castigo. Recordemos que cuando recién perdieron en Chihuahua también hubo situaciones complicadas que se dejaron pasar desde Los Pinos para alborotar la gallera.
Durante el desfile del 1 de Mayo se tantearon las aguas. La nueva administración se llevó sus abucheos principalmente en el rubro de educación, donde sobraron las rechiflas para Pablo Cuarón, el titular del área sin experiencia en el área, y Teresa Ortuño, quien soñaba con ser secretaria, pero apenas le alcanzó para dirigir el Cobach, donde su papel no ha sido el más afortunado, al grado que el principal objetivo del sindicato es verla caer, y con cierta razón. La hostilidad ha sido el lenguaje entre ambos.
Corral y Doroteo en romance. Así se vio al gobernador abrazado del líder charro que por décadas ha lucrado y servido a los intereses del PRI, no así a los de los trabajadores que ganan una miseria, cuyos derechos se pisotean cuando el patrón quiere y los sindicatos son más bien asociaciones gangsteriles que nada aportan al bienestar de la sociedad. ¿Qué han hecho los sindicatos por los trabajadores en las últimas décadas? Encubrir corruptos, meter amigos, repartir plazas y defender baquetones. A los burócratas del estado les aumentarán el sueldo 4%.