El asesinato de los habitantes de la ciudad siria de Palmira y la destrucción deliberada de su sitio arqueológico, por parte del grupo terrorista Estado Islámico (EI), constituyen crímenes de guerra, advirtió la Unión Europea (UE).
La histórica y antigua ciudad de Palmira, en el centro de Siria, fue tomada la víspera por los combatientes del grupo fundamentalista tras un combate que ha costado la vida a unas 462 personas.
«De nuevo cientos de personas han muerto y hay miles más expuestas al riego de la violencia arbitraria y a que se perpetren más destrucciones de lugares culturales», lamentó en un comunicado la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini.
Las ruinas de Palmira están incluidas en la lista del Patrimonio de la Humanidad de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) y de Sitios en Peligro por el actual conflicto de Siria.
Mogherini señaló que la UE tiene en vigor reglas apropiadas para prevenir el comercio ilegal de propiedades culturales, «una actividad que contribuye directamente a financiar al EI y otras organizaciones terroristas».
Asimismo, reiteró el respaldo de la mancomunidad a los esfuerzos de Naciones Unidas por poner fin al conflicto en Siria, iniciado hace más de cuatro años.
UNESCO VE LA DESTRUCCIÓN DE PALMIRA COMO UN CRIMEN DE GUERRA
Por su parte, la directora general de la Organización de la ONU para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), Irina Bokova, subrayó hoy que la destrucción deliberada del enclave arqueológico sirio de Palmira por parte del grupo terrorista Estado Islámico (EI) supondría un «crimen de guerra» y una pérdida «enorme» para la humanidad.
«Pertenece a todo el mundo y creo que todos deberían estar preocupados por lo que sucede. (…) Su destrucción sería no solo un crimen de guerra, sino una pérdida enorme para la humanidad», señaló la representante de la en un video colgado por su organismo.
Situada en un oasis, Palmira fue en los siglos I y II d.C. uno de los centros culturales más importantes del mundo antiguo y punto de encuentro de las caravanas en la Ruta de la Seda, que atravesaban el árido desierto del centro de Siria.
Como consecuencia de ese intercambio, según Bokova, en Palmira se ve «una extraordinaria mezcla de cultura y arte», y ese enclave, cuyas ruinas están incluidas en la lista del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco, refleja «que todas las culturas se enriquecen unas a otras».
«Lanza un mensaje extraordinario en un momento en que queremos una mayor tolerancia y entendimiento entre la gente», indicó la directora general de la Unesco.
Un día después de haber solicitado un alto el fuego inmediato en esa ciudad siria, Bokova renovó ese llamamiento y pidió una movilización «total» y en esa misma línea por parte de la comunidad internacional, con el objetivo, subrayó, de evitar su destrucción.
Con información de EFE y Notimex.