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Asesinó a su esposa y culpó al Covid-19

A mediados de marzo, en medio de la pandemia de COVID-19 que tiene en vilo al mundo, Gretchen Anthony desapareció en Florida. La mujer de 51 años, maestra de profesión, se había divorciado recientemente de su esposo y, desde entonces, nadie tenía noticias suyas. El 23 de marzo, sin embargo, esto cambió.

Ese día, una amiga de Gretchen recibió un inquietante mensaje en su celular. En el texto, la desaparecida le contaba que había dado positivo al test del COVID-19 y le explicaba que los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) la habían retenido en el hospital Jupiter Medical Center, según informó la cadena de televisión estadounidense WPEC-TV.

El 25 de marzo, confundida por la actitud inusual de Gretchen y creyendo que el mensaje era sospechoso, la mujer acudió a la comisaría para denunciar los hechos. Durante los interrogatorios, los agentes descubrieron que ella no había sido la única persona que había recibido un texto similar. Un hombre contó que la desaparecida le había escrito para decirle que tenía coronavirus y que estaba internada en el Jupiter Medical Center. También le dijo que pronto la llevarían al centro de CDC en Belle Glade, Florida, para sedarla.

Los investigadores, sin embargo, no tardaron en descubrir que todo era mentira. Gretchen Anthony no formaba parte de la lista de pacientes del hospital, aunque en el exterior de la clínica sí hallaron estacionado su vehículo Mini Cooper y su cartera. Después supieron que no existe ningún centro CDC en Belle Glade.

La investigación continuó, y el 26 de marzo se presentaron en su domicilio. Allí, un vecino se acercó a preguntar a los agentes si habían ido a investigar “el ataque del sábado por la mañana”, según se lee en el informe policial, al que tuvo acceso WPEC-TV.

El residente relató que el día 21 de marzo, alrededor de las seis de la mañana, lo habían despertado los “gritos espeluznantes” de una mujer: “¡No!, ¡no! Duele”, gritaba la voz, que provenía del patio de la desaparecida. En uno de los interrogatorios, otro vecino reconoció haber oído también la discusión. Además, le contó a los agentes que había visto en el exterior de la casa de Gretchen el auto de su ex esposo, David Anthony, y que le llamó la atención que parte de la pickup estuviera cubierta por una lona.

En ese momento, la policía de Jupiter emitió una orden de búsqueda y captura para encontrar a David Anthony, que fue detenido el 31 de marzo a bordo de un Nissan en Las Cruces, Nuevo México. Fue arrestado y acusado de homicidio en segundo grado y secuestro.

“Durante la investigación, un perro especialista en detección de cadáveres recorrió la residencia de Gretchen Anthony y nos alertó. El 31 de marzo, los investigadores hallaron a David Anthony y a su vehículo, un Nissan Frontier negro, en Las Cruces, Nuevo México, donde fue arrestado por homicidio en segundo grado y secuestro. Mientras resguardábamos su vehículo como prueba, una unidad canina experta en detección de cadáveres también nos alertó sobre la camioneta», explicó en un comunicado la Policía de Jupiter.

«Tras los avances en la investigación, y después de haber recopilado más pruebas, creemos que David E. Anthony es responsable de su desaparición y homicidio, que según se determinó, ocurrió el 21 de marzo”, añadió.

Según confirmó una fuente al diario Las Cruces Sun Herald, el acusado viajó a Nuevo México con la intención de huir a Sudamérica. Las autoridades todavía buscan el cuerpo de la víctima.

Fuente: Infobae

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Desaparece en Disneyland y aparece días después en un bote de basura en Mexicali: el misterioso caso de Annie Encino

Una adolescente estadounidense de 16 años fue localizada con vida dentro de un contenedor de basura en Mexicali, Baja California, días después de haber desaparecido en el parque Disney California Adventure, en Anaheim. El caso ha despertado preocupación e interrogantes en ambos lados de la frontera, especialmente por el silencio mediático en México y las lagunas que aún rodean su cruce hacia territorio nacional.

Annie Kathleen Encino desapareció el pasado 20 de abril tras una discusión con su familia dentro del parque temático. Fue vista por última vez alejándose sola, lo que activó una Alerta Amber en Estados Unidos. Sin embargo, esa alerta nunca cruzó a territorio mexicano, dejando a la opinión pública del país sin conocimiento de su desaparición… hasta que la historia dio un giro tan insólito como alarmante.

Días después, una llamada anónima al 911 alertó a la policía municipal de Mexicali sobre la presencia de una menor dentro de un bote de basura. Al llegar al sitio, los oficiales encontraron a la joven en condiciones que no han sido detalladas, pero confirmaron su identidad. El consulado de Estados Unidos fue notificado de inmediato y su madre viajó a la ciudad fronteriza para identificarla y llevarla de regreso.

Hasta ahora, las autoridades mexicanas no han informado cómo fue que Annie cruzó la frontera sin documentos, sin acompañantes y sin ser detectada. Tampoco han revelado si fue víctima de trata, secuestro, abuso o si viajó voluntariamente con ayuda de terceros. La Fiscalía de Baja California mantiene abierta una investigación para esclarecer los hechos.

Lo que sí queda claro es que algo falló en los mecanismos de cooperación fronteriza. Ni la alerta internacional funcionó, ni hubo un protocolo binacional que permitiera actuar a tiempo. La aparición de una menor estadounidense en un contenedor de basura, en una ciudad donde los casos de desapariciones no son novedad, pone una vez más bajo la lupa la crisis de seguridad y el flujo irregular entre ambos países.

Mientras se esperan más detalles oficiales, el caso de Annie Encino evidencia que incluso en un entorno supuestamente seguro como Disneyland, la vulnerabilidad de los menores puede terminar en una historia digna de una serie policiaca.

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