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México

Así serán las dos primeras estaciones del Tren Maya

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Por la inversión comprometida en el primer tramo del Tren Maya, calculada en 13 mil 394 millones de pesos, el consorcio liderado por Mota-Engil México y China Communications Construction deberá entregar las dos primeras estaciones con diseño vanguardista.

«El Universal tuvo acceso a los diseños de las estaciones de Palenque, que es la de arranque, y Tenosique, la segunda del primer tramo denominado Selva 1, que correrá de Palenque, Chiapas, a Escárcega, Campeche, en una longitud de 227 kilómetros.

Para el gobierno federal, avanzar con este proyecto de infraestructura es clave, ya que sólo en la construcción de los primeros cinco tramos podrán generarse 80 mil empleos en la región sureste de México en lo que resta del año.

En este primer tramo de la magna obra, que recorrerá 227 kilómetros, se van a rehabilitar vías existentes del Ferrocarril Chiapas-Mayab, de acuerdo con el director del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), Rogelio Jiménez Pons, y parte de esta mano de obra será contratada para levantar las dos primeras estaciones.

Tentativamente, los trabajos de inicio estaban programados para el 30 de abril como medida para mitigar las consecuencias económicas derivadas del Covid-19, acatando los protocolos de prevención de la Secretaría de Salud.

En su construcción se espera que participen al menos 10 mil 305 personas pertenecientes a mil 78 comunidades indígenas de las cinco entidades federativas.

A través de un cuadernillo de Información para las Comunidades Indígenas sobre el Proyecto Tren Maya, se les hizo saber que algunas de las estaciones formarán parte de polos de desarrollo. Estos espacios serían impulsados a partir de diversas actividades económicas para planear bien las ciudades.

Los polos de desarrollo proponen una planeación urbana y territorial para mejorar la calidad de vida en las ciudades y comunidades, y acercar servicios básicos, médicos y oportunidades laborales.

 Por la inversión comprometida en el primer tramo del Tren Maya, calculada en 13 mil 394 millones de pesos, el consorcio liderado por Mota-Engil México y China Communications Construction deberá entregar las dos primeras estaciones con diseño vanguardista. Gráfico relacionado con la nota S200, El Tren Maya tendrá dos puntos de vanguardia (enviada por el servicio regular)

En su construcción se requerirá mano de obra para la preparación de terreno, limpieza y deshierbe, aplanado del terreno, construcción de la base de la vía, montaje de la misma (durmientes, rieles y fijaciones de los rieles), colocación de balasto, material de soporte de la vía, soldadura de rieles, comprobaciones geométricas de la vía (alineación y nivelación) y acabados de la vía y pruebas, entre otros.

El objetivo en mano de obra y desarrollo regional, de acuerdo con el proyecto, es incluir al desarrollo 13% más de la población del sureste que hasta ahora es 64.4% urbana.

Es decir, ofrecer fuentes de empleo formal y mejor remuneradas que reduzcan las altas tasas de pobreza en la región, e impulsar el comercio local para generar nuevos modelos de turismo y propiciar la creación de empresas sociales para generar más trabajo y actividades económicas en las comunidades.

Más que un transporte. En la información entregada a las comunidades indígenas de los pueblos Maya, Tseltal, Ch’ol, Tsotsil y otros, de Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo se les hizo saber que el Tren Maya es más que un medio de transporte.

En el cuadernillo informativo se detalla que en la obra se trata de incorporar la visión de los pueblos y comunidades para alcanzar el bienestar y el desarrollo de la nación con total respeto a sus derechos.
Se les dijo también que el tren brindará tres servicios de transporte: población local (con precio preferencial), turistas y mercancía.

México

Senado aprueba Ley General de Aguas en medio de acalorado debate y críticas de oposición

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El Senado mexicano aprobó este jueves, con 85 votos a favor y 36 en contra, el proyecto de decreto que expide la Ley General de Aguas y reforma diversas disposiciones de la Ley de Aguas Nacionales, en un contexto de creciente presión sobre los recursos hídricos del país por sequías, conflictos por concesiones, crecimiento urbano y alta demanda del sector agrícola.
La minuta fue remitida al Senado por la Cámara de Diputados, que la aprobó tras 24 horas de acaloradas discusiones. La iniciativa deriva de una propuesta de la presidenta Claudia Sheinbaum para regular el derecho humano al acceso, disposición y saneamiento del agua, así como priorizar su consumo humano y doméstico ante autorizaciones, permisos, concesiones y asignaciones del recurso.
El senador Óscar Cantón Zetina, de Morena, aseguró que el centro de este proyecto es la persona y no los grandes acaparadores de agua, pues se crea un trinomio virtuoso entre tierra, agua y gente. Afirmó que la legislación es la mayor aliada de los productores y campesinos de México, ya que elimina la visión mercantilista del agua y la regresa a su dueño legítimo, que es el pueblo de México.
La senadora del PAN, Verónica Rodríguez, señaló que esta reforma convierte el agua en un instrumento de manipulación política y electoral. Apuntó que le da al gobierno federal la posibilidad de decidir de manera discrecional quién mantiene su concesión, quién la pierde, a quién le reducen volúmenes de agua y a quién sí le permiten operar, lo que demuestra que es peligroso para la democracia, el campo, la seguridad alimentaria y las familias.
Carolina Viggiano, del PRI, advirtió que el proyecto no contó con estudios económicos ni presupuestales, no cuenta con análisis de impacto financiero y tampoco se asegura inversión para la infraestructura, operación ni vigilancia de los sistemas de agua. Además, señaló que no se consultó a los pueblos originarios.
Luis Donaldo Colosio, de Movimiento Ciudadano, indicó que los cambios abren la puerta a más control gubernamental sin contrapesos reales, a más trámites y a más incertidumbres para el campo mexicano. Afirmó que se concentran atribuciones en la Comisión Nacional del Agua sin reglas claras, crece el riesgo de arbitrariedad, corrupción, favoritismos y castigo político, además de que se crea incertidumbre en la asignación de derechos y volúmenes, lo que desincentiva la inversión, la tecnificación y frena proyectos.
La nueva Ley General de Aguas establece que las concesiones para el uso del vital líquido no podrán ser intercambiadas entre particulares, con la obligatoriedad de que sea la Conagua la que las distribuya de nuevo.
La discusión y aprobación en las Cámaras de Diputados y Senadores ocurre en un contexto donde el sector agrícola consume cerca del 75 por ciento del agua disponible para consumo en el país.

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