Los astronautas residentes en la Estación Espacial Internacional (EEI) empezaron esta semana a degustar su propia lechuga, una hortaliza fresca y crujiente que sembraron y cosecharon en su jardín espacial.
Esto es posible gracias al llamado «Veg-01» o «Veggie», un sistema con microgravedad que funciona como huerto.
El proyecto se orienta a investigar cómo se podría lograr el cultivo de alimentos para futuras misiones prolongadas.
Esta “granja” registró su primer cultivo hace un año, pero los astronautas no lo probaron, sino que antes recolectaron una muestra, la congelaron y la enviaron a la Tierra para su análisis. En ese momento, la mayor preocupación era que pudiera contener bacterias nocivas para las personas.
Tras su evaluación en laboratorios terrestres, los microbiólogos detectaron que la lechuga espacial poseía microbios muy similares a los de otro grupo de lechugas cosechadas aquí en el planeta como “grupo control”.
Además, como era de esperar, se comprobó que el alimento estaba libre de químicos.
Para satisfacción de los astronautas, también se observó que no contenía patógenos ni otro tipo de contaminantes.
Gioia Massa, líder del proyecto en la agencia espacial NASA, dijo al portal New Scientist que las “hortalizas están más limpias que cualquier otra que se encontraría en un supermercado”.
¿Requisitos para su consumo? Massa dijo que solo limpiarlas con toallitas desinfectantes. “Lo último que quisieras tener en el espacio es una intoxicación por comida”, bromeó Massa.
La investigadora reconoció que uno de los principales retos era ver cómo cambiaba la textura de las plantas cuando no tenían que luchar contra la gravedad. “En su momento, creímos que no iban a ser tan crujientes como las de la Tierra, pero parece que son casi lo mismo”, añadió.
Solo la mitad de la lechuga podrá ser ingerida por los astronautas. La otra mitad será enviada a la Tierra para continuar con los análisis y experimentos.
Los siguientes en la lista de alimentos a sembrar son tomates y pimientos enanos.
Quizá lo tengas: Billete de sor Juana cuesta hasta 500,000 pesos
Un bonito billete de 100 pesos que tiene la imagen de una de las escritoras más famosas de México, se ofrece a un precio descomunal por una plataforma comercial de internet. Ante ello, aquí daremos a conocer cuál es su valor real.
Y es que según expertos en numismática, lo ideal es comprar los ejemplares (billetes y monedas) en centros o tiendas especializadas (numismática), debido a que en algunas páginas de internet exceden su valor.
El ejemplar al que nos referimos es de color predominante rojo y fue galardonado a nivel mundial como “billete del año” por el International Bank Note Society (IBNS por sus siglas en inglés). A continuación daremos a conocer más sobre esta pieza.
¿Cuáles son sus características?
De acuerdo con el Banco de México (Banxico), el billete se puso en circulación el 12 de noviembre y forma parte de la familia G, es decir, uno de los más nuevos diseños con los que cuenta el banco a la fecha.
Fue fabricado en polímero (tipo de plástico que es fácil de moldear), cuenta en su anverso con la efigie de la escritora Sor Juana Inés de la Cruz, así como un fragmento del emblemático recinto del Antiguo Palacio de San Ildefonso.Mientras que en su reverso se visualiza la reserva de la Biósfera de la Mariposa Monarca, insecto que predomina en los estados de Michoacán y el Estado de México a la fecha. En la misma cara del ejemplar luce el ecosistema de bosques templados con árboles de pino, encino y oyamel.
¿En cuánto se vende?
La pieza a la que nos referimos se comercializa hasta en 500 mil pesos, según una persona que subió la imagen a la venta en la plataforma de Mercado Libre.
De acuerdo con el vendedor, el billete es de serie “Ab” y “poca circulación”.
Sin embargo, se trata de un costo extremadamente elevado, pues algunos centros numismáticos manejan otro precio.
¿Cuál es su valor real?
Según tiendas numismáticas, esta pieza se puede encontrar hasta el doble de su valor, es decir, en 200 pesos.
Sin embargo, los expertos han declarado que los costos dependen de su cuidado y condición.
El ejemplar cuenta con varios elementos de seguridad para evitar su clonación, algunos como son: relieves sensibles al tacto, denominación multicolor, ventanas transparentes, fondos lineales, fluorescencia, folio creciente, elementos que cambian de color, folios, entre otros.