Un grupo del crimen organizado lanzó un ataque con un dron cargado con explosivos improvisados contra las oficinas de la Fiscalía General del Estado de Baja California, en la ciudad fronteriza de Tijuana, informaron autoridades mexicanas este miércoles.
De acuerdo con la fiscal estatal María Elena Andrade, el artefacto explotó en el exterior del área dedicada a la Unidad Antisecuestros. El dispositivo, de fabricación casera, contenía clavos y fragmentos de metal, lo que provocó daños materiales a varios vehículos estacionados, aunque sin dejar víctimas ni heridos.
El incidente ocurrió a unos metros de la frontera con California, Estados Unidos, y encendió las alertas de seguridad en la región. La funcionaria confirmó que detrás del ataque se encuentra un grupo delictivo de gran tamaño, aunque evitó revelar su identidad por motivos de la investigación en curso.
La explosión fue lo suficientemente potente como para ser escuchada en zonas aledañas, lo que llevó a un despliegue inmediato de fuerzas de seguridad estatales y federales. Personal especializado en explosivos acudió al lugar para recabar evidencia y determinar las características exactas del artefacto utilizado.
Tras los hechos, el Consulado de Estados Unidos en Tijuana emitió una alerta de seguridad dirigida a sus ciudadanos, recomendando evitar la zona mientras continúan las investigaciones.
Este tipo de ataques con drones se ha vuelto una táctica cada vez más utilizada por grupos criminales en México, principalmente en estados con fuerte presencia del narcotráfico. Las autoridades mexicanas han advertido sobre el creciente riesgo que representan estos dispositivos, empleados para lanzar explosivos o realizar labores de vigilancia sobre fuerzas de seguridad.
Aunque no se registraron pérdidas humanas, el atentado eleva las preocupaciones sobre la capacidad de los grupos delictivos para emplear tecnología accesible con fines violentos, incluso en zonas urbanas de alta vigilancia como Tijuana.