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Resto del mundo

Ataque suicida deja 30 muertos en Turquía

Al menos 30 personas murieron y cerca de un centenar resultaron heridas en un centro cultural de Turquía, durante un ataque suicida perpetrado ayer en la ciudad de Suruc, que las autoridades han atribuido a la milicia terrorista Estado Islámico (EI).

La explosión se produjo en el jardín de un centro cultural, durante un evento en el que participaban miembros de un grupo izquierdista juvenil conocido como SGDF, simpatizante con los combatientes kurdos de Siria. El evento, en el que al parecer había unas 300 personas, estaba centrado en la reconstrucción de Kobane, ciudad sirio-kurda que a finales de enero fue liberada del dominio de los yihadistas precisamente por combatientes kurdos.

En videos subidos a las redes sociales se ve el momento del ataque: los jóvenes coreaban eslóganes y portaban pancartas cuando se produjo una explosión que dejó cuerpos tendidos por el suelo.

El primer ministro de Turquía, Ahmet Davutoglu, dijo que todo indica que el ataque es obra del EI y el Ministerio de Interior prometió llevar a los autores ante la Justicia, mientras el presidente Recep Tayyip Erdogan, quien se encontraba de visita en Chipre, condenó a los responsables de lo que consideró una “brutalidad”.

En Estambul, varios miles de personas salieron a las calles para repudiar el ataque, que es el peor ocurrido en Turquía en más de dos años. Por la noche, la manifestación fue disuelta por policías, que usaron gas lacrimógeno contra los manifestantes.

En tanto, en Kobane murieron otras dos personas en un atentado con coche-bomba, según informaron fuentes locales. La explosión se produjo junto a un puesto de control de las Unidades de Protección Popular (YPG) kurdas, cerca de una escuela, informaron las fuentes. Según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, los dos fallecidos son combatientes de las YPG.

Fuente: El Universal

Resto del mundo

Cofece multa a Walmart por prácticas monopólicas: la batalla legal apenas comienza

La Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) asestó un golpe histórico al multar a Walmart de México con 93.4 millones de pesos tras concluir una investigación que se extendió por más de cuatro años. La razón: prácticas monopólicas relativas, particularmente en el trato con sus distribuidores.

Según el dictamen de la Cofece, Walmart aprovechó su posición dominante en el mercado para imponer condiciones desfavorables a los proveedores, afectando la competencia en el sector. Aunque no se han revelado todos los detalles de las “contribuciones” impuestas a los distribuidores, el veredicto destaca cómo estas prácticas distorsionan el acceso al mercado y perjudican a competidores más pequeños.

En respuesta, Walmart no tardó en reaccionar. La empresa anunció que impugnará la decisión y enfatizó su compromiso con el cumplimiento de las leyes mexicanas. En su comunicación oficial, destacó que la sanción carece de fundamento y que está basada en interpretaciones erróneas. Este movimiento era predecible: para una empresa de este tamaño, 93 millones de pesos no solo representan una cifra considerable, sino también una amenaza a su reputación.

Por otro lado, la Cofece también se juega mucho. Este caso es una muestra clara de su intención de reforzar la vigilancia sobre los gigantes corporativos. Sin embargo, una batalla legal prolongada podría poner a prueba su capacidad de defender sus resoluciones en tribunales.

Más allá de la multa, el caso de Walmart pone el reflector sobre una problemática común en el comercio minorista: el desbalance de poder entre grandes cadenas y pequeños distribuidores. Si bien el desenlace de este litigio aún está por definirse, el mensaje es claro: los días de actuar sin consecuencias podrían estar contados. La industria y los consumidores estarán atentos a cada movimiento en esta batalla judicial.

 

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