Hugo López-Gatell, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, explicó en conferencia de prensa desde Palacio Nacional que en México, uno de los mayores problemas detectados, ligados al número de muertes por COVID-19, tiene relación con la atención hospitalaria.
Al respecto, informó que en México tiene que ver con la prontitud de acceso a los servicios de salud, pues refirió que las personas no acuden inmediatamente a recibir atención médica en los hospitales, por diversas y personales razones.
“Si ustedes llega temprano al hospital, a los pocos días de que inició con sus síntomas, deseablemente no más de 24 horas después de que iniciaron sus síntomas, hay todavía mucho que se puede hacer y entre ello, es que usted reciba oxigenación sin necesidad de intubación”, aseguró Gatell.
Explicó también que uno de los factores por lo que no acuden a hospitales, se relacionaría con el pensamiento de que la enfermedad no es algo grave. Indicó, además, que al primer día de la sintomatología, suele confundirse con un resfriado, sin embargo, cuando dejan pasar más días, vienen los peores síntomas.
“Dejan pasar un día, dos días, tres o cuatro días y no sienten nuevos problemas, hasta que el quinto día no pueden respirar, tienen un enorme cansancio por la poca concentración de oxígeno en la sangre y apenas empiezan a detectarlo”, contó el funcionario público.
En este contexto, explicó que al momento de acercarse a un hospital para su atención, podría llegar a ser demasiado tarde “porque a lo largo de esos días, el organismo ha estado sufriendo por falta de oxígeno. Las células lo necesitan todo el tiempo. Si no se tiene en concentraciones adecuadas, se empiezan a dañar las células, los tejidos, los órganos”.
En este sentido, aseguró que los daños en el organismo suelen ser irreversibles, lo que lleva a que en pocos días, a veces horas de haber ingresado al hospital, los pacientes mueran.
Además, esto provocaría que las personas tengan una percepción de que las personas al acudir al hospital, mueren inmediatamente, “como su fuera este hecho lo que le causó la muerte, lo que no es así, el problema es que llegó demasiado tarde”.
Por lo anterior, pidió que ante cualquier síntoma, siempre hay que tener en la mente que la enfermedad en nuestro cuerpo es COVID-19, aunque existe una amplia posibilidad de que sea cualquier otro problema.
Además, aseguró que lo mejor es acudir inmediatamente a los hospitales en caso de ser parte de grupos de alto riesgo para recibir una valoración, al momento en que se pueda sospechar de un contagio.
En México se confirmaron 986,177 contagios acumulados de coronavirus hasta el 11 de noviembre de 2020, pero únicamente 27,919 fueron considerados como activos; es decir, presentaron la sintomatología de la enfermedad durante los últimos 14 días.
Del total, 48.85% son mujeres y 51.15% son hombres. Además, 22.35% fueron hospitalizados por diferentes niveles de gravedad, mientras que el 77.65% pudieron seguir con su recuperación desde casa con todos los protocolos necesarios.
La Dirección General de Epidemiología confirmó, además, que 372,318 personas continúan a la espera de sus resultados y fueron considerados como sospechosos de portar el virus SARS-CoV-2. También se registró un estimado de 731,468 recuperados, así como 1 millón 199 mil 946 diagnósticos negativos.
Lamentablemente han muerto también 96,430 mexicanos. 36.15% son mujeres, mientras que el 63.85% restante son hombres. Por otra parte, se indicó que 80.05% murieron en el hospital y el 10.95% lo hizo en circunstancias fuera de los nosocomios.
Entre las personas que fallecieron, las comorbilidades principales encontradas fueron la hipertensión con el 45.31%, la diabetes con el 38.51%, la obesidad con el 24.03% y por último el tabaquismo con el 8.03%.
Lo anterior indica que durante las últimas 24 horas se sumaron 7,646 personas a la cifra de contagios y 588 a la de defunciones. Asimismo, se comunicó que la proporción de las personas que han dado positivo a la prueba de COVID-19 se ubicó en 39% en la semana 44.
Por otra parte, se dio a conocer que los fallecimientos causados por la enfermedad de COVID-19 tuvieron un ligero incremento del 1 por ciento. Adicionalmente, se registró un descenso en las defunciones de 47% desde la semana epidemiológica número 28, en la cual se confirmó el máximo de muertes causadas por el virus SARS-CoV-2 con un total de 5,320.
Fuente: Infobae