El número de muertos por disparos del ejército israelí en las protestas de Gaza contra el traslado de la embajada de Estados Unidos a Jerusalén ascienden a 41, según datos del Ministerio de Salud palestino, que cifra en mil 960 los heridos, entre ellos 200 menores.
Al menos 71 heridos tienen consideración grave, unos 800 de gravedad media y cerca de un millar sufrieron heridas leves.
Del total de heridos, 918 lo fueron por munición real, 5 por balas recauchutada, 98 por restos de metralla, 196 por golpes y contusiones y más de 700 fueron atendidos por asfixia por gases lacrimógenos.
El Ministerio también denunció que hubo disparos contra periodistas y personal médico, por los que un paramédico murió y dos fueron heridos.
Las protestas, convocadas por todas las facciones en el marco de la Marcha del Retorno se han hecho coincidir hoy con el traslado de la Embajada de Estados Unidos a Jerusalén y se espera que continúen mañana, día en que los palestinos conmemoran la Nakba (Catástrofe) que para ellos supuso el nacimiento de Israel hace hoy 70 años.
Las autoridades sanitarias palestinas han pedido a su contraparte en Egipto que envíen a los hospitales de la Franja de Gaza medicinas y material médico de emergencia, así como equipos médicos especializados en cirugía vascular, ortopedia, anestesia y cuidados intensivos, y han solicitado también se autorice la salida de heridos para ser atendidos en centros especializados en Egipto.
Según el ejército israelí, más de 35 mil personas participaron este lunes en las protestas cerca de la divisoria y cientos de ellos trataron de asaltar la verja.
El Ministerio de Salud palestino acusó a Israel de cometer «una masacre» contra los manifestantes y el ministro, Jawad Awad, hizo un «llamamiento urgente» a la comunidad internacional para que presione a Israel y que detenga la violencia.
La ONG defensora de los derechos humanos Amnistía Internacional denunció hoy un uso excesivo de la fuerza y una «aborrecible violación de la ley internacional».