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México

Aumentan deportaciones de mexicanos en Canadá

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Las autoridades fronterizas de Canadá detuvieron en los primeros 67 días del 2017 a una mayor cantidad de mexicanos que en cualquiera de los tres años previos, según estadísticas obtenidas por Reuters.
El incremento ocurrió inmediatamente después de que el gobierno federal de Canadá eliminó en diciembre el requisito de visa para los ciudadanos mexicanos.
Muchos mexicanos están mirando a Canadá, luego de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, prometió duras medidas contra los inmigrantes indocumentados, de los cuales cerca de la mitad son mexicanos.
Este viernes, jueces de inmigración fueron reasignados a 12 ciudades de Estados Unidos para acelerar las deportaciones.
La Agencia de Servicios Fronterizos de Canadá (CBSA, por su sigla en inglés) dijo que detuvo a 444 ciudadanos mexicanos entre el 1 de enero y el 8 de marzo, frente a los 410 que arrestó en todo 2016, los 351 de 2015 y los 399 de 2014.
La cantidad de mexicanos que han sido retornados a su país desde los aeropuertos ha aumentado también -a 313 en enero, más que en cualquier otro enero desde 2012 y por sobre la cifra anual total del 2012, 2013 y 2014.
Luego de que se puso fin al requisito de visa, todo lo que los mexicanos necesitan para entrar a Canadá es una Autorización Electrónica de Viaje (eTA, por su sigla en inglés), la que se puede conseguir en minutos a través de Internet. Pero no pueden trabajar sin un permiso laboral y la eTA no garantiza el ingreso.
El ministro de Inmigración y Refugiados de Canadá, Ahmed Hussen, ha dicho que su departamento está observando la situación. «Sería prematuro sacar conclusiones o especular sobre políticas futuras en este punto», dijo este viernes en un correo electrónico la portavoz de Hussen, Camielle Edwards.

El Financiero

México

Senado aprueba Ley General de Aguas en medio de acalorado debate y críticas de oposición

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El Senado mexicano aprobó este jueves, con 85 votos a favor y 36 en contra, el proyecto de decreto que expide la Ley General de Aguas y reforma diversas disposiciones de la Ley de Aguas Nacionales, en un contexto de creciente presión sobre los recursos hídricos del país por sequías, conflictos por concesiones, crecimiento urbano y alta demanda del sector agrícola.
La minuta fue remitida al Senado por la Cámara de Diputados, que la aprobó tras 24 horas de acaloradas discusiones. La iniciativa deriva de una propuesta de la presidenta Claudia Sheinbaum para regular el derecho humano al acceso, disposición y saneamiento del agua, así como priorizar su consumo humano y doméstico ante autorizaciones, permisos, concesiones y asignaciones del recurso.
El senador Óscar Cantón Zetina, de Morena, aseguró que el centro de este proyecto es la persona y no los grandes acaparadores de agua, pues se crea un trinomio virtuoso entre tierra, agua y gente. Afirmó que la legislación es la mayor aliada de los productores y campesinos de México, ya que elimina la visión mercantilista del agua y la regresa a su dueño legítimo, que es el pueblo de México.
La senadora del PAN, Verónica Rodríguez, señaló que esta reforma convierte el agua en un instrumento de manipulación política y electoral. Apuntó que le da al gobierno federal la posibilidad de decidir de manera discrecional quién mantiene su concesión, quién la pierde, a quién le reducen volúmenes de agua y a quién sí le permiten operar, lo que demuestra que es peligroso para la democracia, el campo, la seguridad alimentaria y las familias.
Carolina Viggiano, del PRI, advirtió que el proyecto no contó con estudios económicos ni presupuestales, no cuenta con análisis de impacto financiero y tampoco se asegura inversión para la infraestructura, operación ni vigilancia de los sistemas de agua. Además, señaló que no se consultó a los pueblos originarios.
Luis Donaldo Colosio, de Movimiento Ciudadano, indicó que los cambios abren la puerta a más control gubernamental sin contrapesos reales, a más trámites y a más incertidumbres para el campo mexicano. Afirmó que se concentran atribuciones en la Comisión Nacional del Agua sin reglas claras, crece el riesgo de arbitrariedad, corrupción, favoritismos y castigo político, además de que se crea incertidumbre en la asignación de derechos y volúmenes, lo que desincentiva la inversión, la tecnificación y frena proyectos.
La nueva Ley General de Aguas establece que las concesiones para el uso del vital líquido no podrán ser intercambiadas entre particulares, con la obligatoriedad de que sea la Conagua la que las distribuya de nuevo.
La discusión y aprobación en las Cámaras de Diputados y Senadores ocurre en un contexto donde el sector agrícola consume cerca del 75 por ciento del agua disponible para consumo en el país.

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