Desde 2016 a 2021, la balanza comercial de mercancías anual fue deficitaria en 2016, 2017, 2018 y 2021 y superavitaria en 2019 y 2020.
Estos son los números, en millones de dólares: -13, 133.9 en 2016; -10, 962.0 en 2017; -13, 589.6 en 2018; +5, 362.3 en 2019; +34, 184.8 en 2020 y; -10, 938.6 en 2021.
Hasta julio de este año, el déficit comercial alcanzó los 18, 903.5 millones de dólares, más que lo que alcanzó en los doce meses de los años que fueron deficitarios.
Si comparamos los periodos enero-julio de los dos años previos, el déficit alcanzado en el mismo periodo de este año es inusitadamente alto.
Durante los primeros siete meses de 2020 la balanza fue superavitaria en 8, 045.3 millones de dólares; en el mismo periodo de 2021 fue deficitaria en 2, 628.28 millones de dólares.
Lo anterior significa que en los primeros siete meses de 2022 el déficit fue 619% más que el registrado en el mismo periodo del año pasado.
Algunos analistas dirán que el déficit actual es muestra de una economía fuerte, lo que en el caso de nuestro País dista de ser cierto. Dependiendo del pronosticador, nuestra economía apenas crecerá este año entre 1.5 y 2.3%.
Además, un déficit comercial implica que el País gasta más para pagar sus importaciones que el dinero que recibe por sus exportaciones. Esto obliga a que tarde o temprano se tenga que compensar ese déficit, ya sea solicitando créditos en dólares a la banca nacional o extranjera o atrayendo inversiones extranjeras denominadas en esa divisa que se destinen a la adquisición de activos del País.
Para explicar lo que sucede, el Banco de México difundió el 9 de septiembre su reporte analítico sobre el comercio exterior que, entre otras cosas, señala:
En julio, “la ampliación en el déficit con respecto al de 3, 957 millones de dólares observado en junio se originó de la combinación de una disminución del saldo de la balanza de productos no petroleros, el cual pasó de un superávit de 712 millones de dólares en junio a un déficit de 1, 701 millones de dólares en julio, y de un menor déficit de la balanza de productos petroleros, el cual pasó de 4, 670 millones de dólares a 4, 258 millones de dólares en esa misma comparación.
“Así, en el mes de referencia las exportaciones totales exhibieron una expansión anual de 13.6%, la cual fue reflejo de incrementos de 11.9% en las exportaciones no petroleras y de 35.9% en las petroleras… las exportaciones manufactureras presentaron un crecimiento anual de 11.8%.
«El valor de las importaciones de mercancías en julio de 2022 alcanzó 52, 464 millones de dólares, monto que implicó un incremento anual de 16.7%. Dicha cifra fue reflejo de expansiones de 10.8% en las importaciones no petroleras y de 63.8% en las petroleras. Al considerar las importaciones por tipo de bien, se observaron crecimientos anuales de 37.1% en las importaciones de bienes de consumo, de 13.9% en las de bienes de uso intermedio y de 13.8% en las de bienes de capital”.
El aumento en la importación de productos petroleros y de consumo evidencian que ni Pemex ni la planta manufacturera nacional tienen la capacidad de producción necesaria para satisfacer la demanda que en el País hay por ellos. ¿En dónde quedó la soberanía nacional?