Las medidas de austeridad implementadas por el gobierno fueron positivas y sirvieron para que hubiera disciplina en las finanzas públicas, sin embargo, los recortes ya llegaron a su límite y serán insuficientes para financiar el mayor gasto para atender la pandemia del coronavirus y apoyar a los millones de desempleados, sostuvo el presidente nacional de Morena, Alfonso Ramírez Cuéllar.
Ante este panorama, consideró que es “urgente” que el gobierno recurra al endeudamiento, para lo cual debe haber una discusión y un acuerdo sobre cuánto debe ser la deuda, cuándo y quién la pagará, de lo contrario, advirtió que se pone en riesgo la continuidad de diversas políticas públicas enfocadas en el bienestar social.
“Tenemos con urgencia que recurrir a la línea de financiamiento, creo que no tenemos de otra, el gobierno está haciendo hasta lo imposible por no recurrir a las líneas de financiamiento, pero creo que ya poco a poco hemos llegado a la conclusión de que podemos acabarnos todos los ahorros que hay en los fondos federales, incluso, si se quiere ver así nos vamos a terminar las coberturas petroleras”, sostuvo.
Al participar en el seminario virtual «Contraste de propuestas para enfrentar la crisis del COVID-19», organizado por el Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY), afirmó que, debido a la contracción de la economía y la caída de los ingresos petroleros, donde hay un “foco rojo, muy rojo”, este año habrá una insuficiencia “muy grande” en la recaudación y es probable que no se logren las metas aprobadas en la Ley de Ingresos de la Federación 2020.
“Ya todos llegamos a la conclusión de que reducir 75 por ciento el gasto de los capítulos 2000 y 3000 nos dará poco menos de 60 mil millones de pesos, de ahí no podemos sacar mucho, ya se demostró que la austeridad es un mecanismo de racionalidad del gasto, pero no nos va a permitir detonar el crecimiento”, subrayó.
Ramírez Cuéllar dijo que el endeudamiento es necesario para atender el sector salud, pero también para atender “la tragedia del desempleo”, lo que obliga al gobierno a poner en marcha todas las medidas necesarias para apoyar el empleo y a las empresas, pero, sobre todo, a pequeños negocios.
“Creo que hoy más que nunca hay la necesidad de reforzar y salvar la actividad de muchas unidades de producción, de micro y pequeños negocios que son fundamentales para garantizar que cuando pase la emergencia, los trabajadores puedan reincorporarse y se reactive la actividad económica y tener un efecto menos negativo en el impacto que estamos viendo en estos momentos”, expresó.
En tanto, Rodolfo de la Torre, director de Desarrollo Social con Equidad del CEEY, se pronunció por fortalecer el gasto en salud y dar apoyos al empleo formal que, en este caso, podrían ser apoyos enfocados a prevenir más desempleo, “debe haber mayor énfasis en transferencias temporales y esto requiere gasto público”.
Mariana Campos, coordinadora del programa de Gasto Público y Rendición de Cuentas de México Evalúa, apoyó la propuesta de buscar un endeudamiento del orden del 3 por ciento del PIB para apoyar la salud y el mercado laboral, el cual se podría pagar con el Remanente de Operación del Banco de México que se obtendrá el próximo año y será entregado a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
Norma Samaniego, economista independiente, dijo que México podría replicar los acuerdos de otros países en donde, para apoyar el empleo durante el periodo en que no hay trabajo, la empresa aporta una parte del salario de los trabajadores, el gobierno otra parte y el trabajador, incluso, puede acceder a disminuir su salario para preservar el empleo.
Fuente: El Financiero