Rebueno está el agarrón entre el párroco Javier ‘Pato’ Ávila y el gobernador César Duarte, pues mientras el primero exige atención con berrinches, como niño chiquito, el segundo le dice que no y que no.
Al ‘Pato’ Ávila le gusta figurar, de eso no hay duda, pero nada de malo tiene si se hace por una causa legítima como es la ausencia de justicia y orden en Creel. Además, el gobernador ya había quedado de comunicarse con él y es cierto también que la organización de derechos humanos que encabeza Ávila ha dado resultados y es muy reconocida.
Mientras vemos en qué acaba el agarrón, el gobernador ya trae en la mira los cambios que deben hacerse como consecuencia natural del desempeño tanto en las dependencias de gobierno como en las elecciones, pues en el gabinete no cabe gente que no sepa cosechar votos ni administrar adecuadamente.
Desde Palacio de Gobierno se giró la instrucción de gozar de vacaciones en la segunda mitad de julio, pero los que están por regresar traen a san Judas en la mano para no ir a encontrar una renuncia por firmar sobre el escritorio.
La pregunta no es si habrá cambios sino quién será el primero en marcharse de la nómina estatal. Pasadas las elecciones y las lluvias, Duarte ya tuvo suficiente tiempo para reflexionar y para dejar bien afilada la guadaña.
Los que suenan ya no son noticia: Octavio Legarreta, de Desarrollo Rural, Sergio Piña Marshall, de Salud, y Carlos Manuel Salas, de la Fiscalía.
Pero mientras unos juran que ellos serán los primeros, otros aseguran que se trata solo de borregazos soltados por sus subalternos, que ya los quieren ver lejos de la dependencia porque tienen meses y hasta años yéndose… y no se van.
Sobre Legarreta aseguran que sus días están contados por los escasos resultados en su cargo, ya que si bien temas como la sequía, las inundaciones y los conflictos por aguas y tierras no son su competencia directa, Desarrollo Rural ha tenido siempre un papel como mediador que ahora luce sin logros. Deja nada más pasar bola.
Sobre Piña Marshall dicen que dedica más tiempo a sus consultas privadas que a la dependencia a su cargo, mientras los conflictos laborales afloran y debe ser el propio Duarte quien los atienda. Además muchos hospitales siguen sin equipo y estas secretarías nada más no han brillado.
En el caso de Carlos Salas el problema no es la falta de trabajo, al contrario: el combate a la delincuencia ha sido tan intenso desde su corporación que su salud ya lo resiente y se nota, aunque otros aseguran que no se va, que son chismes de quienes desean verlo fuera.
Solo el gobernador sabe, y quizá ni él aún, quien se queda y quien se va. Algunos ya están sentenciados, otros podrían tener otra oportunidad y muchos más ni se la esperan. Así se las gasta su jefe, que le gusta tenerlos acalambrados.
También suenan, con menos ruido, Guillermo Márquez y Rafael Servando Portillo, secretarios de Desarrollo Urbano y Fomento Social, respectivamente, quienes perdieron sus encomiendas electorales y tampoco han dado muchos resultados que digamos, por lo que podrían estar también en jabón.
Otro que también perdió dos distritos es Marco Adán Quezada, quien vivió su gran momento durante la pelea de Box del ‘Veneno’ Rubio, cuando cometió la osadía de hablar en público en un evento deportivo ¡sin ser abucheado!
Pocos políticos pueden darse el lujo de hablar a unas gradas eufóricas sin llevarse un aluvión de recuerdos para su madrecita. Marco lo hizo exitosamente y las razones son muchas, pero la primera es que el box está en su corazón y el público lo sabe, y su desempeño no ha sido tan mal visto como el de sus antecesores, quienes no pueden asomar la cabeza porque les dan un huevazo.
Ahí estuvo Lucía Chavira, esposa, colaboradora y GRAN soporte de Marco, así como la ya clásica monarquía priísta, personalidades de la vida pública y del deporte, quienes disfrutaron la tranquiza que asestó el ‘Veneno’ a su contrincante, quien sirvió de simple sparring pues no ofreció mucha pelea.
Marco se posiciona así como un político con futuro, esperanza del “grupo Delicias” dentro del PRI, que se ha visto reducido casi a cenizas frente a los “ballezanos”, que ahora buscan como perfilar a sus gallos para la sucesión que parece lejana, pero no lo es: ya empezó.
Pero no son solo estos grupos los que están en pugna. También en Juárez hay corazoncitos sedientos de dinero público con el ‘Teto’ Murguía a la cabeza, pues quiere volver a hacerle la lucha a la gubernatura, pero tiene pocas probabilidades pues si bien domina en Juárez, en el resto del estado no es bien visto por la ciudadanía, mucho menos por sus compañeros del PRI.
Otros que también están en la mira de Duarte son los delegados federales, quienes vienen a ser como un gabinete alterno bajo la coordinación de Palacio.
El problema con la mayoría es que al ocupar puestos más técnicos que políticos, no tienen ni idea sobre qué hacer, pues apenas comprenden los términos de los escritos que firman y aunque algunos le echan ganas, no aprenden ni dan el ancho. Casi todas traen problemas.
Los cambios también vienen para el PRI, con un Leonel de la Rosa ya bastante desgastado tras el proceso, en el que pudo colocar a su hijo en el congreso ¿qué más quiere? La dirigencia huele a renovación inminente y será Duarte quien decida.
En la pasada elección, el gobernador instaló a su compadre en la alcaldía, a sus cercanos y afines en las diputaciones y manejó el partido a su antojo, según las formas del partido, pero 2016 no tendrá el mismo escenario, pues las tribus priístas ya se movilizan para colocar a los suyos y Duarte no tendrá de nuevo todas las canicas, aunque conservará bastantes.
Otra piedrita en el zapato podría ser el PAN, que fortalecido por el desgaste natural del PRI en el gobierno y si logra sacudirse la intoxicación que vive desde hace años, podría convertirse en un peligroso rival y torpedear duro desde el Congreso del Estado.
Otro pleito que trae entre manos el mandatario es la embestida contra OMA, concesionaria del aeropuerto de Chihuahua, que exprime 26 millones de pesos trimestrales que no invierte en mejoras para el aeropuerto y ni en pagar el predial como cualquier señora de barrio.
Luego de ver la presión encima, la empresa respondió tratando de quitarse la culpa en voz de su gerente, Bernardo Quintana, quien aseguró que la inundación no fue su culpa, que el aeropuerto está bien, pero simplemente omitió hablar sobre pagar los daños de los automóviles que allí estaban o saldar la cuenta de predial que deben desde hace años.
Los de OMA están amparados y le apuestan a ponerse difíciles para que los gobiernos desistan de cobrarles, pero Duarte está decidido a quitarlos y quizá a poner al frente al empresario más querido de Palacio, Eugenio Baeza. OMA trae buen padrino en la SCT y el tiro no lo tiene nadie ganado.
Los de Gobernación municipal fueron los que volvieron a hacer el ridículo, pues pese a que encontraron a menores bebiendo alcohol y la interpretación de más de 20 narcocorridos “mariguanos y enfermos” como los definió el propio “Komander”, todo se arregló con una multa de 100 mil pesos que ya hasta habían pagado por adelantado.
Por más que buscamos en internet y otros medios, no encontramos canciones infantiles, tangos o cumbias interpretados por este artista, quien tiene como logotipo un cuerno de chivo y sale a cantar con chaleco antibalas.
Aun así, seguramente los inspectores municipales se llevaron una gran sorpresa cuando cantó éxitos como “Cigarro bañado”, “El Seven”, “El Taquicardio”, o “El Empresario”, que mencionaban más crímenes que el Blog del Narco. Ridícula la postura de las autoridades de hacer leyes para ser violadas públicamente, en sus narices. Pero aún más ridículo se vio el municipio al dar la «explicación» de recibir dinero por adelantado por parte del Komander, como si se tratara de un permiso especial para delinquir, así las cosas en el gobierno municipal que ya termina.
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