Dos personajes más se suman a la lista de aspirantes a la Rectoría de la Universidad Autónoma de Chihuahua: Jesús Robles Villa y Enrique Rascón, quienes dieron a conocer sus intenciones públicamente este fin de semana y aprovecharon para sacar a la luz diversas irregularidades al interior del Alma Mater.
Por su parte, Jesús Robles (catedrático e investigador de la UACh, así como escultor y pintor) dio a conocer la baja competitividad que desde hace cinco años rodea a la Universidad, así como el desvío de ingresos destinados a la enseñanza y preparación de los alumnos; sus propuestas serán dadas a conocer paulatinamente a través de su cuenta de Facebook.
Enrique Rascón Pérez (profesor de la Facultad de Contaduría y Administración que fue despedido por manifestarse en contra de la directora Liliana Álvarez) también aprovechó el momento e incluso puso en marcha una página web en la que se invita a que la comunidad universitaria y ciudadanía en general, denuncie irregularidades sin temor a represalias.
Pero más allá de la denuncia pública habrá que buscar emprender acciones penales. Las denuncias apenas nos muestran la punta del iceberg, pues es seguro que hay mucho más que debe ser investigado y castigado, pues la UACh lleva años siendo manejada con intereses políticos más que académicos.
La bandera de oposición al sistema actual no basta tampoco para Alfredo De la Torre, exdirector de Contaduría y Administración, quien tiene pleito casado con el actual rector Enrique Séañez e intenta sacar los trapitos al sol pero con otros intereses.
En donde las cosas también están calientes es en el SNTE. Se está por elegir a los nuevos dirigentes de las secciones 8 y 42, pero hay amenazas de tronar la asamblea, pues ninguno de los candidatos (María Antonieta Mendoza, Rosy Hrnández y Daniel Moreno) es apto para el puesto.
Las secciones son lideradas actualmente por Alejandro Villarreal y René Frías, contra quienes crecen las inconformidades. Villarreal trató de imponer a estos tres personajes al comité seccional para votar a su favor, cuando ni siquiera cuentan con experiencia ni liderazgo para el puesto. Y para colmo, lanzó una autopublicación en la que se echa mil flores por su gran trabajo, así de grande el ego y su afán de salir bien librado.
En el caso de la deuda, los diputados federales del PAN, Martha Cristina Jiménez y Juan Blanco, lanzaron un pronunciamiento para detener la deuda aprobada por el Congreso del Estado de Chihuahua, e invitaron a que asociaciones civiles se sumen a una dinámica jurídica para revertirlo.
El llamado es directamente a la sensibilización de la Secretaría de Hacienda a fin de que no avale la deuda y en lugar de ello se busquen alternativas para recomponer el estado financiero de Chihuahua, pues si 43 mil millones de deuda eran un insulto, más de 50 mil millones es una burla para todos los ciudadanos y la próxima administración.
El caso ya llegó a nivel federal. El dirigente nacional del PAN, Ricardo Anaya, hizo también un pronunciamiento junto con los gobernadores electos, Javier Corral de Chihuahua y Miguel Ángel Yunes de Veracruz, para que los actuales mandatarios sean procesados y para que los bancos no se sumen al desfalco, pues este no sólo afectaría a los ciudadanos sino a los propios socios. Eso seguramente les dolería más…
Por su parte, el titular de la Secretaría de la Función Pública, Virgilio Andrade, aseguró que se hará una revisión exhaustiva de los recursos federales utilizados por los gobiernos de los estados, y en caso de encontrar irregularidades los expedientes serán turnados a la PGR, pues en asuntos de deuda pública incluso las sanciones en materia penal podrían ser mayores. De aplicarse la ley tal como debe de ser, los gobernadores contarían con los elementos para ser procesado.
Pero… ¿el PRI les daría la espalda? Tal vez… resurgió a la luz una entrevista realizada al presidente Enrique Peña Nieto cuando aún era candidato en el que apuntaba a que los hoy gobernadores de Quintana Roo, Veracruz, Chihuahua y Campeche, conformaban una nueva generación política del Revolucionario Institucional.
Todos ellos ahora se ven inmiscuidos en graves delitos que no sólo dejan sumidos en la deuda y violencia a sus estados, sino que representan un descalabro para el PRI tras las pasadas elecciones: el nuevo PRI ya apesta y no van a dejar que por unos cuantos se pudra.
El caso de César Duarte es para enmarcar en la historia de Chihuahua, no sólo por sus delitos sino también por sus aficiones. Un tirano que se siente Pancho Villa, no por su valentía ni por la búsqueda de justicia social, sino acaso por sus acusaciones de robo.
Recordemos el berrinche de mover frente a Palacio el Mausoleo de Villa, ubicado en el Parque Revolución, para poderlo ver desde su balcón: una locura. Ahora se aferra a instalar una escultura gigantesca del revolucionario en su amado Parral.
En el primer caso la idea y los recursos destinados eran una insensatez; en el segundo, una incongruencia al tratar de preservar el legado de Villa destruyendo patrimonio histórico. Carlos Herrera, el encargado del proyecto, ahora se trata de lavar las manos y le echa la culpa a la Secretaría de Hacienda.
Si Duarte pensó en algún momento que sus ocurrencias serían aplaudidas, hoy le queda claro que no, tan es así que tuvo que faltar a la tradicional cabalgata villista pues sabía que se exponía a un linchamiento. La historia lo recordará no como un héroe, sino como un tirano.