La Administración de Joe Biden intenta abordar su primera crisis migratoria en colaboración con el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador ante el masivo efecto llamada de migrantes centroamericanos. El presidente estadounidense ha enviado una delegación a México para definir una estrategia común y un plan de cooperación regional mientras miles de guatemaltecos, hondureños y salvadoreños en encuentran varados en las fronteras sur y norte del país. El equipo, encabezado por la exembajadora Roberta Jacobson, llega este lunes a Ciudad de México para reunirse mañana con el canciller Marcelo Ebrard y mantener una jornada de trabajo con la Secretaría de Relaciones Exteriores. Una parte de la misión se desplazará después Guatemala.
El objetivo del viaje, que se produce justo después de que Biden anunciara su intención de visitar la frontera, consiste, según ha informado la Casa Blanca, en “colaborar con funcionarios del Gobierno mexicano para poner en marcha un plan de acción eficaz y humano en la gestión de la migración”. Jacobson, una veterana diplomática que fue la máxima representante de Washington en México entre 2016 y 2018, y renunció por desacuerdos con Donald Trump, estará acompañada por Juan González, hombre fuerte de Biden en América Latina, y Ricardo Zúñiga, el recién nombrado enviado especial del Departamento de Estado para el Triángulo Norte. La delegación estadounidense quiere escuchar también a exponentes de la sociedad civil y de ONG “para abordar las causas primarias de la migración en la región y construir un futuro más esperanzador”.
Eso se ha traducido, de momento, el compromiso de la nueva Administración estadounidense de destinar 4.000 millones de dólares a Centroamérica. El monto, anunciado en enero, es un punto de partida para una tarea titánica que incluye, por ejemplo, la reconstrucción de un país devastado por los huracanes Iota y Eta como Honduras, lo que fue otra espita de la última caravana migrante.
En este momento las relaciones bilaterales entre México y Estados Unidos giran en torno a la migración y a la distribución de las vacunas contra la covid-19. La llegada de Biden a la Casa Blanca y las promesas de un giro en sus políticas alentó a finales de enero una nueva ola de migrantes. La primera caravana de hondureños se topó primero con la represión de las fuerzas de seguridad guatemaltecas y después con la frontera mexicana. Los que logran cruzar y llegar hasta el río Bravo se enfrentan a una expulsión hacia el sur, a pesar de que Trump ya no esté en el poder. A diferencia de su antecesor, Biden ha suavizado algunas fórmulas para permitir la entrada, por ejemplo por motivos humanitarios, pero tanto el presidente como su Administración no han dejado de lanzar mensajes -y dar señales, como las expulsiones- disuasorios.
El incremento del flujo ha sido vertiginoso en los últimos meses. En febrero fueron retenidos o detenidos más de 100.000 migrantes. Estos números recuerdan la crisis vivida a mediados de 2019, cuando López Obrador se plegó a las exigencias de Trump para frenar la llegada de centroamericanos a Estados Unidos ante las amenazas arancelarias de Washington. El pasado 19 de marzo el Gobierno mexicano desplegó nuevos operativos en la frontera sur “para salvaguardar los derechos e integridad de personas menores de edad migrantes de diferentes naciones centroamericanas, usados por redes criminales como salvoconducto de tránsito para llegar al norte del país”. La Secretaría de Gobernación informó también de restricciones de acceso “en los cruces terrestres a los visitantes con actividades no esenciales” ante la emergencia sanitaria de la covid-19. Las autoridades mexicanas han identificado en lo que va de año a casi 4.200 menores, acompañados y no acompañados, “quienes viajaban de manera irregular en territorio mexicano y son presas de traficantes de personas que lucran con la migración irregular”.
Javier Duarte podría quedar libre en los siguientes días
El ex gobernador de Veracruz, Javier Duarte, ha sido absuelto del cargo de desaparición forzada durante una audiencia virtual, lo que abre la puerta a que el político priísta pueda salir libre.
Durante la audiencia, que se llevó a cabo este viernes desde Pacho Viejo, en Coatepec, Veracruz, Duarte consiguió el sobreseimiento del proceso penal en su contra por su presunta participación en el delito de desaparición forzada, por lo que ya no podrá ser juzgado por dicho crimen.
Javier “N” permanece detenido en elReclusorio Norte, ubicado en la CDMX, donde desde el año 2017 lleva su proceso tras declararse culpable de lavado de dinero y asociación delictuosa, Sin embargo, en el año 2022 un juez de control de Pacho Viejo dictó prisión preventiva contra el ex funcionario por el delito de desaparición forzada del policía David Lara Cruz.
Dicho elemento policiaco acudió a una evaluación de Control de Confianza en la academia de policía en la Secretaría de Seguridad Pública de Veracruz. Días después, David Lara fue encontrado muerto en la Barranca de La Aurora, donde se encontraron restos humanos.
Por ello, la Fiscalía del estado acusó a Duarte de ocultar la existencia de más víctimas, las cuales de 22 posibles personas en la fosa, se terminó reduciendo a sólo seis. Tras el resultado de la audiencia, estas acusaciones quedaron sin efecto.
¿Por qué Duarte podría quedar libre?
Luego de su captura en 2017, Javier Duarte fue acusado por el desvió de más de 3 mil millones de pesos durante su gestión en Veracruz y en 2019 fue sentenciado por un juez federal a nueve años de prisión por los delitos de asociación delictuosa y operaciones con recursos de procedencia ilícita.
El cómputo de la sentencia contra Duarte empezó a correr desde 2017 y aunque su condena termina en 2026, el ex gobernador tiene la posibilidad de salir antes de prisión bajo el criterio de buen comportamiento y con el sobreseimiento del caso de desaparición forzada, que generó en su momento fuertes movilizaciones por parte de colectivos de familias de desaparecidos que exigían un castigo ejemplar para el ex gobernador.
Hasta el momento, la Fiscalía de Veracruz no se ha pronunciado al respecto del fallo judicial favorable para con Duarte.
Cabe recordar que Javier Duarte, gobernador de Veracruz de 2010 al 2016 fue arrestado en Guatemala en abril del año 2017 luego de seis meses de haberse dado a la fuga durante la investigación en su contra por lavado de dinero y delincuencia organizada.