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México

Biomédicos mexicanos del Cinvestav descubren el mecanismo de las células que protegen de padecer COVID-19 grave

El nuevo coronavirus ha infectado a millones de personas en el mundo y aunque la mayoría no presenta síntomas o éstos son leves, en el resto de los casos se desarrollan cuadros clínicos que pueden derivar en una falla orgánica y la muerte. En este sentido, entre los aspectos que faltan por entender está la respuesta inmune del cuerpo ante el virus y cómo ésta se asocia con la gravedad de los síntomas.

Las células B, conocidas por ser precursoras de diferentes anticuerpos, son parte de los mecanismos de defensa del organismo para enfrentar agentes dañinos (entre ellos los virus) y existen indicios de que el nuevo coronavirus afecta su cantidad y función, lo cual hace necesario estudiar si esto podría influir en el curso que tomará la enfermedad covid-19.

Vianney Ortiz Navarrete, investigador del Departamento de Biomedicina Molecular del Cinvestav, Víctor Andrés Sosa Hernández, estudiante de doctorado y José Luis Maravillas Montero, graduado de esta institución, participaron en un proyecto para analizar la cantidad y el tipo de células B presentes en muestras de sangre de personas positivas a covid-19 en estado leve, grave y crítico.

Esto a fin de identificar alteraciones, como disminución o aumento de poblaciones específicas de células B, respecto de individuos sanos, y si existe un vínculo entre estos cambios y la severidad de la enfermedad.

Vianney Ortiz Foto: (Cinvestav)Vianney Ortiz Foto: (Cinvestav)

Los resultados indican que en los pacientes con síntomas leves de covid-19, los perfiles de células B están diversificados y no mostraron diferencias significativas respecto de los sujetos sanos; en cambio en las personas en estado grave y crítico predominaron algunas subpoblaciones.

Se trata de células conocidas como doble negativas (DN), en específico las subpoblaciones DN2 y DN3, que han sido descritas en procesos inflamatorios crónicos, pero de las cuales se desconoce su funcionalidad.

Las células DN2 incrementaron en casos graves y críticos en comparación con los leves, y las DN3 aumentaron significativamente a medida que empeoraba la enfermedad. Sin embargo, para comprender las implicaciones de lo anterior, se requiere información de la función de estos subtipos de células B, tanto en condiciones de buena salud como en el contexto de diversas enfermedades, en especial infecciosas, explicó Víctor Sosa.

Víctor Andrés Sosa Foto: (Cinvestav)Víctor Andrés Sosa Foto: (Cinvestav)

Además se encontró que en los casos de enfermedad crítica disminuyeron drásticamente un tipo de células B conocidas como de memoria, capaces de suprimir infecciones posteriores tras la primera exposición a un patógeno.

En este mismo tipo de pacientes, las células secretoras de anticuerpos (encargados de defender al organismo de agentes dañinos) presentaron un incremento, lo cual no implica una mejor protección, ya sea porque no son específicos ante el virus causante de la infección, se generan en una etapa tardía o producen moléculas que promueven la inflamación.

En este trabajo participaron investigadores y estudiantes del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, de la Red de Apoyo a la Investigación de la UNAM, así como del Cinvestav.

José Luis Maravillas Montero Foto: (Cinvestav)José Luis Maravillas Montero Foto: (Cinvestav)

El análisis se realizó a partir de 52 muestras de sangre provenientes de personas sanas y de otras con covid-19 que fueron categorizadas en pacientes con enfermedad leve (fiebre y signos de infección respiratoria), grave (insuficiencia respiratoria) y crítica (necesidad de ventilación mecánica, choque o falla orgánica).

Para identificar a las poblaciones de células B presentes en las muestras se empleó la técnica llamada citometría de flujo. Después se procedió a cuantificar el número total y el porcentaje de cada población.

Si bien en la sangre hay una gran diversidad de células B, la investigación se enfocó en 20 poblaciones, algunas de ellas relacionadas con la defensa contra patógenos, incluidos virus.

Fotografía que muestra a un grupo de personas cargando a una mujer para ingresarla al Hospital General Dr. Juan Ramón de la Fuente, en Ciudad de México (México). EFE/ José Méndez/Archivo Fotografía que muestra a un grupo de personas cargando a una mujer para ingresarla al Hospital General Dr. Juan Ramón de la Fuente, en Ciudad de México (México). EFE/ José Méndez/Archivo

El estudio, publicado en Frontiers in Immunology, formó parte de un esfuerzo más amplio en el que, además de las células B, se evaluaron alrededor de 250 parámetros, entre ellos varias poblaciones celulares y distintas moléculas, como metabolitos y citocinas, para construir un índice clínico inmunológico de riesgo.

Lo anterior permitió generar una calculadora clínica, disponible como aplicación para celular (CLICOVID-19-SRS), con la que los médicos clínicos podrían definir el riesgo de una persona a desarrollar síntomas graves de covid-19, el tipo de pacientes que se beneficiarían de una vigilancia estrecha o de estrategias terapéuticas tempranas, señaló José Luis Maravillas.

México

Ariadna Camacho “La número 1”: Justicia con rostro humano para todo México

En tiempos donde México necesita confianza y esperanza en sus instituciones, platicamos de frente con Ariadna Camacho, quien aspira a convertirse en magistrada del Tribunal de Disciplina Judicial. Una mujer de trabajo, sencilla en el trato, pero firme en su vocación de servicio. Con años de experiencia en el derecho y en organismos nacionales e internacionales, Ariadna no viene a improvisar: viene a servir.

—¿Qué representa para ti buscar ser Magistrada en esta etapa de tu vida profesional?

“Es un sueño que abraza una enorme responsabilidad. Llegar al Tribunal sería la oportunidad de poner todo lo aprendido para lograr una justicia más transparente, más limpia, más cercana a la gente. La rendición de cuentas no debe ser una frase bonita, debe ser una realidad”.

—¿Qué aprendizajes de tu trayectoria te acompañan hoy?

“Me llevo en la maleta la sensibilidad que da el servicio público y la visión internacional de las mejores prácticas. Pero sobre todo, la empatía. Nunca olvidar que detrás de cada trámite, hay una persona que confía en nosotros”.

—¿Cuál consideras el principal reto del Poder Judicial?

“Recuperar la confianza de la gente. Que sepan que aquí sí hay justicia, que no todo está perdido. Para eso, hay que actuar con transparencia, ser claros, ser humanos y trabajar con todo el corazón”.

—¿Cómo acercar más la justicia a la ciudadanía?

“Hay que hablar su idioma, es el de todos, el que tú y yo consumimos diariamente. Simplificar los procesos, ser más accesibles. Hay que escuchar, acompañar, tender la mano, no solo emitir sentencias”.

—La corrupción sigue siendo un cáncer en el sistema. ¿Qué propones para combatirla?

“Cero, cero tolerancia. Blindar el sistema desde adentro, proteger a quien denuncia, y educar nuevas generaciones que entiendan que ser servidor público es un honor, no un beneficio personal”.

—¿Qué buenas prácticas internacionales deberían replicarse en México?

“La justicia restaurativa: que no solo se castigue, sino que se repare el daño. Y abrir de par en par los mecanismos de rendición de cuentas. Más derechos humanos, más transparencia”.

—¿Qué le dirías a los jóvenes que sueñan con integrarse al sistema de justicia?

“Que estudien, que trabajen duro, pero sobre todo, que nunca olviden que la justicia es para las personas. No es para el escritorio, no es para las estadísticas. Es para cambiar vidas”.

—Por último, Ariadna, ¿cuál es tu compromiso?

“Ser una magistrada que honre la confianza de México. Trabajar con integridad, con pasión y siempre con la frente en alto. Mi compromiso es con la justicia y con la gente, siempre con la gente”.

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