El reto para 2050 es alimentar a nueve mil millones de personas y, por ello, científicos de la Universidad Autónoma de Aguascalientes (UAA) buscan elaborar harinas con el uso de cucarachas de Madagascar.
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), el exoesqueleto de las cucarachas y las partes de la quitina son comestibles y contienen nutrientes como el zinc y el cobre.
El catedrático e investigador del Centro de Ciencias Agropecuarias de la UAA, Alberto Margarito García Munguía, explicó que una hembra de cucaracha de Madagascar puede llegar a reproducir cada seis meses un kilo de materia fresca, la cual es sometida por un proceso para obtener un polvo con altos grados de proteína y otros elementos importantes como hierro y zinc.
En un comunicado, el líder del proyecto expuso que parte del proceso consiste en tener en cautiverio las cucarachas de Madagascar y alimentarlas con residuos de cosecha, es decir, con frutas y verduras –lechuga, zanahoria, calabaza y jitomate–, por ejemplo.
El especialista apuntó que uno de los objetivos de la investigación es también conocer la forma de reproducción de estos insectos en particular y evaluar si carecen de bacterias que puedan afectar al humano y a otros animales.
Esto porque pretenden dar en esta fase la harina como parte de la alimentación de conejos y pollos, además evaluarán su factibilidad en relación a los costos competitivos y la cantidad de proteína obtenida en cada kilo de harina de la cucaracha de Madagascar.
De un kilo de estos insectos frescos, señaló García Munguía, tras un proceso se reducen a 330 gramos de materia seca, de los cuales en cada 100 gramos hay 58 por ciento de proteína.
Con estos resultados harán un análisis comparativo con otro tipo de harinas para consumo animal hechas a base de pescado y lombriz que se encuentran ya en el mercado.
Esta investigación acerca del uso de cucaracha de Madagascar para elaborar harinas para consumo de pequeñas especies es la única en su género, pues se han realizado otros proyectos científicos pero con la cucaracha doméstica.
García Munguía agregó que de obtener resultados óptimos, se obtendría un gran avance científico con miras a conseguir una patente.
En el proyecto participan también científicos de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, el Instituto de Ecología y el Centro de Biotecnología Genómica del Instituto Politécnico Nacional.
Notimex