El mundo esta despertando a la totalidad del cambio climático. Por años, el aumento de las emisiones de dióxido de carbono, el derretimiento de los glaciares, y el calentamiento de los océanos ha sido catalogado como un gran problema ambiental. Actualmente, podemos apreciar en tiempo real, como estas crisis, socavan la salud y amenazan la vida de millones de personas. Los eventos climáticos intensos, interrumpen la atención medica y pueden resultar en amenazas importantes para la salud a corto y largo plazo. Las muertes relacionadas con el calor, se han disparado a nivel mundial en las ultimas dos décadas. La contaminación provocada por los incendios forestales, están aumentando en frecuencia e intensidad, esto conlleva a aumentar la gravedad de personas vulnerables a enfermedades pulmonares en todo el mundo.
Los investigadores están trabajando colectivamente y analizando las emisiones de CO2 y así, crear modelos donde la energía renovable genere un mayor impacto en la salud de la población mundial. Es momento de cambiar la manera en como pensamos sobre el cambio climático y como respondemos a este problema. Los esfuerzos para contrarrestar el cambio climático, suelen ser “multiplicadores de beneficios” para la salud.
Al sumar esfuerzos y contribuir a reducir las emisiones de carbono y la contaminación, se reducirá el asma y las enfermedades cardiacas.
El cambio climático y la contaminación están interconectadas, ya que tiene la misma causa raíz: la quema de combustibles fósiles
Los tres aspectos clave de la vulnerabilidad son la susceptibilidad, exposición y la habilidad para adaptarse. Por ejemplo, las personas que viven cerca de plantas de energía y carreteras tienen mayor probabilidad de sufrir asma debido a las altas concentraciones de contaminantes a los que se encuentran expuestos, lo mismo sucede con las personas que viven en áreas mas calurosas de las ciudades llamadas islas de calor urbano. Por lo tanto, estas personas presentan una menor capacidad de adaptación al medio.
Acciones como reemplazar el uso de combustibles fósiles por soluciones de carbono cero, reducirá la contaminación del aire a corto plazo, adaptar la infraestructura para reducir la exposición al calor e implementar políticas publicas de salud que aborden medidas de calidad nos empujaran en la dirección correcta.
Necesitamos trabajar en equipo para tomar acciones paralelas, de modo que podamos proteger simultáneamente la salud de los daños del cambio climático. Debemos actuar ahora en esta ventana critica de tiempo, porque si retrasamos o retenemos las acciones, es posible que lleguemos a un punto sin retorno.
Ahora, como dicen, es tiempo de actuar.
“La acción climática es una receta para la salud”
New York Times