Un estudio ha descubierto que la mayor parte de la vida marina en áreas protegidas no podrán tolerar un aumento de las temperaturas de los océanos causado por las emisiones de gases de efecto invernadero, publica hoy la revista Nature.
Las llamadas Áreas Marinas Protegidas han sido establecidas para proteger la vida marina -como osos polares, pingüinos y arrecifes de coral- de los efectos de la pesca y otras actividades como la extracción de minerales y del petróleo, agrega el análisis de la Universidad de Carolina del Norte (EE.UU.)
El estudio subraya que, para 2100, el calentamiento y la reducción de las concentraciones de oxígeno harán que estas áreas protegidas no sean habitables para la mayoría de las especies que actualmente residen en ellas.
El análisis predice que las temperaturas en estas áreas aumentarán en unos 2,8 grados centígrados para 2100.
Según los expertos, este rápido y extremo calentamiento devastará especies y ecosistemas actualmente localizados en esas áreas.
Esto llegará, agregan, a una extinción de algunos de los animales únicos en el mundo y la pérdida de biodiversidad, mientras que tendrá un impacto negativo en actividades como la pesca y los ingresos por turismo.
«Con un calentamiento de esta magnitud, esperamos perder muchas, sino la mayoría, de las especies animales de las Áreas de Protección Marina para principios de siglo», señaló John Bruno, principal autor del análisis y ecologista marino.
Se estima que en todo el mundo hay unas 8.236 áreas protegidas, que cubren apenas el 4 por ciento de la superficie oceánica.
Las áreas protegidas en el Ártico y en la Antártida son las que más rápido se calentarán, algo que amenazará a numerosos mamíferos marinos como osos polares y pingüinos.