Cantantes como Gloria Trevi, Belinda, Mijares, Edith Marquez, Río Roma, Beny Ibara, Lila Downs, Kinky y Ximena Sariñana unieron sus voces en el himno «Resistiré México», un mensaje musical lleno de esperanza con el que pretenden dar aliento ante la pandemia del nuevo coronavirus (Orthocoronavirinae).
La canción «Resistiré México» es una colaboración que hicieron las disqueras en el país en la que participaron varios de sus talentos para enviar desde la distancia, un mensaje de esperanza que busca combatir las preocupaciones que puede desencadenar la emergencia sanitaria del COVID-19. En el video también aparecen María León, Camila y Yahir.
Con «Resistiré México», la canción de esperanza ante el coronavirus, se busca reunir fondos que permitan combatir al COVID-19 en México. Tiene frases como: «resistiré erguida frente a todo», «me volveré de hierro para endurecer la piel» y «resistiré para seguir viviendo». Ha*Ash, Cristian Castro y Bronco también participan en el tema.
El origen de «Resistiré»
«Resistiré», la canción que ya es considerada un himno a la resiliencia, surgió de manera improvisada en España. El tema de la agrupación Dúo Dinámico unió a varios artistas en el país europeo para cantarlo y reunir fondos que les permitieran ayudar a la lucha contra la pandemia del coronavirus.
Los cantantes mexicanos compartieron en redes sociales que se sumaron a la iniciativa de «Resistiré México». Gloria Trevi escribió en Twitter:
Uno mi voz a #ResistireMexico para generar esperanza, humanidad y fuerza en la sociedad mexicana ante esta pandemia».
Belinda escribió, «cuando se rebelen los recuerdos…» y Lila Downs, «Mi gente, estamos de estreno hoy! Resistiré México. Vamos adelante».
En México se registraron hasta este miércoles 15 de abril, 5,847 casos confirmados, 449 muertes, 11 mil 717 sospechosos y 25 mil 138 negativos.
El Senado mexicano aprobó este jueves, con 85 votos a favor y 36 en contra, el proyecto de decreto que expide la Ley General de Aguas y reforma diversas disposiciones de la Ley de Aguas Nacionales, en un contexto de creciente presión sobre los recursos hídricos del país por sequías, conflictos por concesiones, crecimiento urbano y alta demanda del sector agrícola.
La minuta fue remitida al Senado por la Cámara de Diputados, que la aprobó tras 24 horas de acaloradas discusiones. La iniciativa deriva de una propuesta de la presidenta Claudia Sheinbaum para regular el derecho humano al acceso, disposición y saneamiento del agua, así como priorizar su consumo humano y doméstico ante autorizaciones, permisos, concesiones y asignaciones del recurso.
El senador Óscar Cantón Zetina, de Morena, aseguró que el centro de este proyecto es la persona y no los grandes acaparadores de agua, pues se crea un trinomio virtuoso entre tierra, agua y gente. Afirmó que la legislación es la mayor aliada de los productores y campesinos de México, ya que elimina la visión mercantilista del agua y la regresa a su dueño legítimo, que es el pueblo de México.
La senadora del PAN, Verónica Rodríguez, señaló que esta reforma convierte el agua en un instrumento de manipulación política y electoral. Apuntó que le da al gobierno federal la posibilidad de decidir de manera discrecional quién mantiene su concesión, quién la pierde, a quién le reducen volúmenes de agua y a quién sí le permiten operar, lo que demuestra que es peligroso para la democracia, el campo, la seguridad alimentaria y las familias.
Carolina Viggiano, del PRI, advirtió que el proyecto no contó con estudios económicos ni presupuestales, no cuenta con análisis de impacto financiero y tampoco se asegura inversión para la infraestructura, operación ni vigilancia de los sistemas de agua. Además, señaló que no se consultó a los pueblos originarios.
Luis Donaldo Colosio, de Movimiento Ciudadano, indicó que los cambios abren la puerta a más control gubernamental sin contrapesos reales, a más trámites y a más incertidumbres para el campo mexicano. Afirmó que se concentran atribuciones en la Comisión Nacional del Agua sin reglas claras, crece el riesgo de arbitrariedad, corrupción, favoritismos y castigo político, además de que se crea incertidumbre en la asignación de derechos y volúmenes, lo que desincentiva la inversión, la tecnificación y frena proyectos.
La nueva Ley General de Aguas establece que las concesiones para el uso del vital líquido no podrán ser intercambiadas entre particulares, con la obligatoriedad de que sea la Conagua la que las distribuya de nuevo.
La discusión y aprobación en las Cámaras de Diputados y Senadores ocurre en un contexto donde el sector agrícola consume cerca del 75 por ciento del agua disponible para consumo en el país.