En una imagen espectacular, unas 64 mil tortugas verdes fueron captadas nadando en las aguas de la Gran Barrera de Coral de Australia, mientras se preparan para anidar en las playas que las vieron nacer.
Las imágenes fueron tomadas en la Isla Raine, un cayo de coral con vegetación a unos 620 kilómetros al noroeste de la ciudad australiana de Cairns.
Gracias a la ayuda de drones, científicos del Departamento de Medio Ambiente y Ciencia del Gobierno de Queensland (DES) y de la Fundación Great Barrier Reef lograron filmar a la colonia de tortugas verdes más grande del mundo.
De acuerdo con los expertos, el uso de drones para monitorear a las tortugas verdes ha ayudado a mejorar y a hacer más precisos los estudios sobre esta especie en peligro de extinción.
Usar un dron es más fácil, más seguro, mucho más preciso, y los datos se pueden almacenarse de manera inmediata y permanente”, afirmó Andrew Dunstan, miembro del Departamento de Medio Ambiente y Ciencia del Gobierno de Queensland y principal autor del estudio.
Con los drones el equipo pudo contabilizar hasta 64 mil tortugas nadando alrededor de la isla, esperando llegar a tierra para desovar.
Los investigadores planean usar estos resultados para comprender y ayudar esta población de tortugas.
También esperan que en el futuro puedan automatizar los recuentos de las imágenes de video utilizando inteligencia artificial.
PROTEGIDAS EN TODO EL MUNDO
Las tortugas verdes, cuyo nombre cientifico es Chelonia mydas, son llamadas así por el color de su cuerpo y viven principalmente en aguas tropicales y subtropicales.
La especie está protegida en casi todos los países del mundo y es ilegal capturar, dañar o matarlas.
Además, migran largas distancias entre las zonas de alimentación y las playas donde emergieron como crías, unos 35 años después de su nacimiento.
Los principales peligros que afrontan las tortugas verdes son la caza, la recolección desmesurada de sus huevos, la pérdida de sitios de anidación y los accidentes con los aparatos de pesca.
Oaxaca acusa a Adidas de apropiación cultural por nuevo calzado y amenaza con acciones legales
Oaxaca, México.– El gobierno del estado de Oaxaca acusó a la marca deportiva Adidas de apropiación cultural por el lanzamiento de un nuevo modelo de zapato que, según autoridades y artesanos locales, copia un diseño tradicional indígena sin autorización ni reconocimiento.
El calzado, llamado “Oaxaca Slip-On” y presentado como una colaboración entre el diseñador estadounidense Willy Chavarría y Adidas Originals, cuenta con una superficie de cuero tejido, talón abierto y suela gruesa de goma. De acuerdo con el gobernador Salomón Jara Cruz, el diseño guarda un notable parecido con el huarache artesanal elaborado en la comunidad de Villa Hidalgo Yalalag, en la Sierra Norte oaxaqueña.
Jara acusó a la compañía de utilizar sin permiso un elemento que forma parte de la identidad cultural y la historia del pueblo Yalalag. “Esto no es solo un diseño, se trata de la cultura, historia e identidad de un pueblo originario, y no permitiremos que se trate como mercancía”, declaró en un video difundido en la red social X.
El mandatario estatal exigió a Adidas retirar el modelo, iniciar un diálogo con la comunidad y reconocer públicamente a los Yalalag como los creadores originales. También anunció que ofrecerá apoyo legal a los artesanos y que ya ha conversado con representantes de la localidad para emprender acciones contra la marca.
Hasta el momento, Adidas no ha respondido públicamente a la acusación ni a las solicitudes de comentarios, y el calzado todavía no ha salido a la venta, aunque las imágenes han circulado ampliamente en internet.
Una de las posibles rutas legales sería presentar una denuncia ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI), que podría impedir la comercialización del zapato en México si determina que existe una violación a los derechos de la comunidad.
El caso se suma a otros conflictos recientes en México, donde comunidades indígenas han señalado a marcas internacionales como Zara, Anthropologie y Patowl por replicar diseños tradicionales sin autorización. En respuesta a estas prácticas, el país ha endurecido las leyes para castigar el uso no autorizado de expresiones culturales indígenas, con multas elevadas e incluso penas de prisión.