La gobernadora de Chihuahua, María Eugenia Campos Galván, calificó como un “milagro” las lluvias que han caído en la entidad en los últimos días, al considerar que los pronósticos de este año anticipaban una temporada sin precipitaciones. En declaraciones recientes, Campos expresó que estos fenómenos deben ser motivo de gratitud.

“Gracias a Dios y a la vida por estas lluvias providenciales”, afirmó la mandataria estatal, en un mensaje que resalta la relevancia que tienen estas precipitaciones para el estado, especialmente en regiones que enfrentaban condiciones críticas de sequía.

Si bien celebró los beneficios que las lluvias traen para el campo, la recarga de mantos acuíferos y el alivio al estrés hídrico, la gobernadora también reconoció que algunos municipios han presentado afectaciones por las precipitaciones recientes, como daños a viviendas o infraestructura carretera.

En ese sentido, aseguró que su administración está preparada para brindar apoyos a las familias que resulten perjudicadas. “Vamos a estar atentos para ayudar donde haya afectaciones, pero lo más importante es que sigan las lluvias”, subrayó.

Las declaraciones de la gobernadora se dan en el contexto de una alerta preventiva emitida por Protección Civil Estatal, que mantiene en vigilancia el desarrollo del fenómeno de tipo monzónico sobre el noroeste del país, el cual ha generado lluvias de intensas a muy fuertes en gran parte del territorio chihuahuense.

La postura de Campos Galván busca equilibrar el mensaje de celebración por un fenómeno tan esperado, con la responsabilidad de atender los posibles daños derivados del mismo. La población ha sido exhortada a mantenerse atenta a los pronósticos y reportar cualquier emergencia a través de los canales oficiales.