Ciudad del Vaticano.— El papa León XIV proclamó este domingo a Carlo Acutis como el primer santo millennial de la Iglesia católica, durante una misa campal en la Plaza de San Pedro que reunió a unas 80 mil personas, entre ellas numerosos jóvenes y familias. El adolescente italiano, fallecido en 2006 a los 15 años, se ganó en vida el apodo de “el influencer de Dios” por su habilidad para usar la tecnología en la difusión de la fe.
En la primera canonización de su pontificado, León XIV también elevó a los altares a Pier Giorgio Frassati, otro joven italiano que murió en 1925 y es recordado por su entrega al servicio de los pobres. “Ambos hicieron de su vida una obra maestra al entregarla a Dios”, afirmó el pontífice durante la homilía, en la que advirtió: “El mayor riesgo en la vida es desperdiciarla fuera del plan de Dios”.
Una vida ordinaria con huella extraordinaria
Carlo Acutis nació en Londres el 3 de mayo de 1991, en el seno de una familia adinerada pero poco practicante. Poco después se trasladó con sus padres a Milán, donde llevó una infancia feliz, marcada desde temprano por un profundo interés en la fe y la informática. A una edad en que la mayoría de sus compañeros jugaba videojuegos, Carlo estudiaba textos universitarios de programación.
Su proyecto más conocido fue un sitio web multilingüe sobre milagros eucarísticos reconocidos por la Iglesia, creado cuando ese tipo de desarrollos era exclusivo de profesionales. Aunque disfrutaba de los videojuegos, se imponía la disciplina de jugar solo una hora a la semana, convencido de que las relaciones humanas eran más valiosas que las virtuales. Además, dedicaba largas horas a la adoración eucarística, práctica que la jerarquía católica intenta reavivar entre los fieles.
En octubre de 2006, Acutis fue diagnosticado con leucemia fulminante. Murió a los pocos días y fue sepultado en Asís, lugar ligado a san Francisco. Su cuerpo puede verse en una tumba de cristal, vestido con jeans, tenis Nike y sudadera, lo que ha generado asombro entre millones de peregrinos que lo visitan desde entonces.
El “santo vecino” de la era digital
Tras su muerte, la popularidad de Acutis creció como parte de un esfuerzo del Vaticano por presentar a los jóvenes un modelo cercano y contemporáneo de santidad. Francisco, fallecido en abril pasado, había impulsado con fuerza su causa de canonización, convencido de que la Iglesia necesitaba un referente capaz de dialogar con la cultura digital.
La ceremonia de canonización contó con la participación de 36 cardenales, 270 obispos y cientos de sacerdotes. Desde temprano, la plaza vaticana se llenó de peregrinos, muchos de ellos millennials italianos acompañados de niños pequeños.
“En las redes sociales es importante tener un ejemplo como él, alguien que con su alegría y luz inspire a otros”, comentó Leopoldo Antimi, joven romano de 27 años que asistió al evento. En Chicago, estudiantes de la parroquia que lleva su nombre también celebraron la canonización.
Especialistas consideran que Acutis representa una nueva etapa en la tradición de la piedad popular, adaptada al siglo XXI. “Es un modelo de cómo acercarse al mundo digital con disciplina y espiritualidad católica”, señaló Matthew Schmalz, profesor de estudios religiosos en Massachusetts.
El otro canonizado
Pier Giorgio Frassati, canonizado junto a Acutis, nació en 1901 en Turín. Perteneciente a una familia influyente, dedicó su corta vida —murió a los 24 años de polio— a ayudar a los más necesitados y a transmitir la fe a través de la amistad y la acción caritativa.
Con ambos santos, la Iglesia busca ofrecer a las nuevas generaciones ejemplos de fe vivida con sencillez en contextos muy distintos: la era industrial del siglo XX y el mundo digital del nuevo milenio.