Primero fue durante el partido de México contra Paraguay, la noche del 31 de marzo, y luego el 16 de abril, por la tarde, que la audiencia comenzó a ver el regreso en pleno de Carlos Slim y de su publicidad a los canales de Televisa luego de cuatro años de distanciamiento completo entre los otrora socios, pero desde el 2011 adversarios no declarados por el ingreso de uno al mercado del otro.
Fue Televisa, a través de su vicepresidente ejecutivo, Alfonso de Angoitia, quien informó a los mercados sobre el regreso de la pauta publicitaria de las empresas de Carlos Slim a la televisora. Fue el mismo directivo que hace cuatro años confirmó el retiro de este anunciante del Canal 2 y quien entonces también dijo a los analistas que cualquier campaña de marketing que saliera de las pantallas de Televisa, se perdería de la audiencia objetivo en televisión.
En el inicio de febrero del 2011, Televisa decidió sorpresivamente elevar hasta en un 20% las tarifas de sus espacios publicitarios a las empresas que tuvieran el sello de América Móvil, según acusó la otra parte, pero la televisora se defendió con que las alzas aplicaban a las empresas que no contrataran anticipadamente los espacios. Tras dos semanas de cruces de declaraciones, ambos grupos no llegaron a ningún acuerdo y el viernes 18, Carlos Slim decidió llevarse su publicidad a otros canales de difusión. Telcel, Telmex, Inbursa, Sanborns y las demás filiales del Grupo Carso o de América Móvil también saldrían de la parrilla de TV Azteca el miércoles 23.
“Estamos listos para vender (espacios publicitarios) en lo que consideramos son condiciones justas (de mercado)», señaló entonces Televisa vía Alfonso de Angoitia, aquél 18 de febrero. “Grupo Carso es nuevamente un cliente de Televisa. Es difícil decir si será un cliente que contratará grandes volúmenes de publicidad como en el pasado”, comentó hace unos días el vicepresidente ejecutivo de la televisora en conferencia con analistas, inversores y la prensa.
Pero entonces, en el 2011, los expertos comentaron que la relación entre Telmex y Dish, y el hecho de que esta empresa comenzara a despegar en el negocio de la TV de paga y que existiera además una disputa por las tarifas de interconexión entre Telmex y Telcel con Iusacell de TV Azteca, telefónica en la que luego Televisa entraría como socia, fue lo que provocó la apertura del llamado frente del monopolio de las telecomunicaciones contra el oligopolio de la televisión.
También eran las fechas en que Carlos Slim solicitaba con mayor ahínco al gobierno federal la modificación al título de concesión de Telmex para poder ofrecer televisión vía su red de fibra óptica. Meses atrás, el empresario había lanzado la expresión de que Telmex operaba “con un brazo amarrado” por obstruírsele la posibilidad de ofrecer TV.
Televisión Azteca, por su parte, ratificó la renovación de los contratos de publicidad de Telcel y Telmex para el Canal 13 y el 7, siempre que Telcel redujera a Iusacell y a Unefon los precios de las tarifas cuando las segundas tuvieran que utilizar las redes de la primera para interconectar a sus usuarios, luego que, a parecer de la televisora, con esas tarifas Telcel mantenía su posición dominante en las comunicaciones móviles. América Móvil respondió con un no a lo que consideró una condicional a la firma del contrato y también decidió marcharse con su publicidad.
Pero Televisa también perdió y lo reconoció seguidamente en sus estados financieros.
“Las ventas del segundo trimestre (del 2011) disminuyeron 5.9%, en comparación con en el segundo trimestre del 2010. Este decremento refleja una comparación desfavorable como resultado de la ausencia de Grupo Carso como cliente…”, dijo Televisa en julio del 2011.
En cifras reconocidas por la televisora, el primer impacto financiero que significó la salida de las firmas de Carlos Slim se vio reflejado en sus ventas del segundo trimestre del 2011. En el periodo, Televisa reportó 5,478.7 millones de pesos, frente a los 5,821 millones de un año antes.
La utilidad del segmento de la televisión abierta también decreció para Televisa un 8.7% en ese trimestre, de 2,866.7 millones de pesos en el año anterior, a 2,618.7 millones en dicho periodo.
Para todo el 2011, la televisión abierta, entre Televisa y TV Azteca, perdió el 3.8% de sus ingresos publicitarios y para Televisa, el impacto financiero habría significado 900 millones de pesos. Alfonso de Angoitia había confirmado que la publicidad de las empresas de Carlos Slim representaron en el 2010 el 1.5% de los ingresos totales de Televisa, alrededor de 70 millones de dólares.
Los analistas del mercado también comentaron entonces que las televisoras intentaron con esta acción presionar al magnate de las telecomunicaciones de desistir en su intento de ingresar al lucrativo negocio de la TV de paga, o dado el caso, en la televisión abierta.
“Eso parece. No está claro si regresará o no (con toda su publicidad). Pero, evidentemente, con el incremento en la competencia en todos los servicios de telecomunicaciones, un mejor posicionamiento de Telcel y Prodigy en la mente de los clientes potenciales sería benéfico para América Móvil”, estimó el analista en jefe de Grupo Financiero Interacciones en materia de telecomunicaciones, Raúl Ochoa.
Lo que está claro, que Televisa confirmó que la publicidad de más empresas de telecomunicaciones llegará a sus canales de TV.
América Móvil no ha confirmado oficialmente su vuelta a Televisa con la publicidad. En su reciente conferencia con analistas, Daniel Hajj, director general de AMX, sólo se limitó a hablar de los planes de esta firma en materia de preponderancia: “Estamos interesados en dejar de ser preponderantes, pero estamos preparados para competir aun siendo preponderantes”.
A cuatro años de aquel rompimiento, Carlos Slim reforzó su presencia en las telecomunicaciones y otros rubros, con el canal de televisión por Internet denominado Ora TV; la adquisición de una participación en los equipos Pachuca y León y la oferta en México de su plataforma de video bajo demanda Clarovideo, y también con la compra de la división de medios de la Corporación Interamericana de Entretenimiento (CIE).
Televisa, a su vez, entró y salió de la telefonía móvil con Iusacell. Se reforzó en la televisión por cable con la compra Cablemás, Cablecom y Telecable, y renombró a Cablevisión como Izzi Telecom para afianzarse en la telefonía fija, el servicio de Internet y la TV de paga.
A Televisa le falta ofrecer telefonía móvil y a Telmex brindar televisión restringida para considerarse empresas proveedoras de cuádruple play, título que ahora acaricia con mayor facilidad AT&T.
El último choque entre ambos preponderantes ocurrió en noviembre del 2014, cuando Televisa acusó a Telmex de obstaculizar las interconexiones de Izzi Telecom, acción que la telefónica negó. Días antes, la televisora desplegó en las pantallas de CIE, de Grupo Carso, la publicidad “Adiós, Carlos”, con la que originalmente dio a conocer a Izzi al consumidor.