Conecta con nosotros

Especiales

«Chihuahua está muy puteado, necesita esperanza»: Chumel Torres

Por: Enrique Corte Barrera (Asociación de Administradores de Recursos Informativos (ASAR A.C.)

Chumel Torres es uno de los mexicanos más famosos de internet. Cuenta con un millón 830 mil seguidores en Youtube y casi un millón en Twitter, así como un programa en HBO, uno de los canales de televisión de paga más populares en Latinoamérica y Estados Unidos. Pero la fama no llegó sola. Tuvo que dejar su trabajo como ingeniero en Chihuahua para buscar oportunidades en la capital del país hasta convertirse en el fenómeno mediático que es hoy.

Quienes lo conocieron en el colegio de monjas donde estudió la primaria, la secundaria 3008, el plantel 1 del Cobach o el Tecnológico de Chihuahua donde se graduó como ingeniero mecánico, jamás habrían imaginado que años después sería una estrella de las redes sociales. Ni siquiera él tenía idea, pero su destino cambió poco antes de las elecciones de 2012, cuando escribió en su twitter:  “AMLO propone la Secretaría de la Honestidad. Ojalá proponga pronto la Secretaría de dejar de mamar tantísima verga”.

Al entonces candidato Gabriel Quadri le pareció “genial” el tuit y lo compartió. Después fue retomado por noticieros de todo el país y esto atrajo los reflectores sobre las redes sociales de Chumel, plagadas de irreverencias que algunos encontraron graciosas y otros no tanto. Esos fueron los cinco minutos de fama que convirtió en cuatro años de exitosa carrera.

Talento Chumel

Su particular humor no se limita a las redes o a la televisión, pues ha incursionado como escritor del libro La historia de la república, y este sábado como actor en la aclamada obra Conejo blanco, conejo rojo, del escritor iraní Nassim Soleimanpour, y puesta en escena en La Teatrería de la Ciudad de México, escenario donde tuvo lugar esta entrevista, como parte de los proyectos de difusión cultural de la Asociación de Administradores de Recursos Informativos (ASAR AC).

Aunque reconoce que no tiene una carrera artística, ha participado en obras comoIMG_1397 Cementerio de actores, dirigida por la chihuahuense Adriana Morales, y Nuestra señora de las nubes, de Arístides Vargas. “Simplemente me gusta hacer las cosas diferentes. Es como si a ti te invitan a jugar soccer, pues vas. Lo veo como espacios para explorar pero hay que hacerlo con responsabilidad. Si quieres escribir, te instruyes y escribes. Cada una de las cosas implica chambear y hacerlo lo mejor posible”.

 Trump, el ogro tras la frontera

nbc-fires-donald-trump-after-he-calls-mexicans-rapists-and-drug-runnersMexicanos al grito de Trump es uno de los últimos episodios de Chumel, y no es para menos. “Con Trump cambia la visión de todo. Los gringos hacen humor político de Trump porque no les ha pasado nada, pero acá es de ‘van a deportar a mis familiares’. Después del ocho de noviembre todo cambió pues se trató de una broma que fue demasiado lejos. Dejó de ser broma y se volvió en serio. Semana uno y ya estaban cuestionando el Tratado de Libre Comercio, y eso te lleva a pensar que igual cambian un chingo de cosas y no sabemos si este señor que está loco, va a tener el apoyo de más locos”.

Sin embargo, para Chumel lo más preocupante no es la postura del magnate, sino la apatía de los mexicanos. “Ni siquiera es un asunto de enfrentarnos a Trump, ni siquiera contra el poder, sino contra la falta de decencia y las inconsistencias. Debemos apoyar a nuestros connacionales, que no se sientan solos. Por eso se hizo una marcha hace tres semanas, y yo no soy de marchas ni nada, pero me convencieron las palabras de Leo Zuckermann al decir que somos el país más afectado y no le hemos mentado la madre ni una vez a Trump”.

También llamó a cambiar la actitud como ciudadanos para que el país cambie. “Darnos cuenta que hemos sido siempre la novia del gringo, pero igual y el gringo no nos quiere tanto. ¿Por qué andamos con él todavía? ¿Qué tal que somos la más guapa de Latinoamérica, que somos el número uno por mucho? ¿Por qué no volteamos a ver a Latinoamérica o a China? ¿Porque llevamos toda la vida con el gringo?”.

Chumel niega haber sido censurado o limitado en los temas que aborda, pero reconoce que en general el país vive un ambiente de censura. También niega ser periodista, pero aún así busca servir a la sociedad con su trabajo: “Nosotros no hacemos activismo, sino difusión. Por ejemplo hicimos un programa sobre la adopción, que no es cómico, pues no es bonito escuchar que hay niños que no tienen papás, y que hay papás que no pueden tener hijos. Son dos mitades que no se están juntando y descubrimos que no hay ninguna campaña ni estrategia para que esto suceda”.

Chihuahua necesita esperanza

Respecto a la situación de Chihuahua, opina que “el gobernador (Javier) Corral recibió al estado muy puteado. No sólo económicamente, sino a la gente. Hace poco fui a Chihuahuacesar-duarte-goberr-DESTA y los vi desmotivados, tristes. Tuvimos a un Duarte que llegó y robó a lo chino, y pasaron cosas horribles. Primero hay que sanar la moral del chihuahuense, como lo hizo Obama cuando llegó en plena crisis y dijo: “esta es la realidad, nos va a cargar la chingada, pero los necesito, y el mensaje siempre fue ‘esperanza, esperanza, esperanza’. Pero lo primero que tienes que hacer es activar a la gente. Creo que Chihuahua puede hacerlo, y si Corral toma esa responsabilidad de liderar a un pueblo tan chingón como Chihuahua. Sí se puede”.

Consideró difícil llevar a cabo esta reactivación de la sociedad si no se sanciona a los corruptos y se toman acciones contundentes. “Si hay alguien corrupto que lo metan al bote, si alguien no sabe hacer su chamba que lo corran. Que cada quien haga lo que le toca. Si tú llegas como jefe de una empresa y está ahí la morra que siempre se roba los clips, pues a la chingada. De verdad resolver cosas, que no se quede en los discursos”.

El youtuber afirma que, como chihuahuenses, todos tenemos una corresponsabilidad con lo que ocurre en nuestro estado. “En el pulso de la República no dejo de hablar de Chihuahua y cuando hay un pedo me duele y siento bonito cuando pasan cosas chidas, pero donde a mi me toca es desde el Pulso y desde HBO”.

Escasean oportunidades en el norte

A pesar del amor que profesa a su tierra en todos sus espacios, también la recuerda como la tierra que le negó oportunidades. “Para mí ser un chihuahuense en el DF es algo fregón, y es casi un reclamo que le hago a Chihuahua. Yo traté de hacer El Pulso de la República allá. Lo vendí en Chihuahua y no me lo quisieron comprar porque no confían en nadie de Chihuahua. Tampoco había editores, ni equipo para filmar. Lo curioso es que me vengo para acá, y todo mi equipo es de Chihuahua. El punto es que acá se consiguen los medios para hacer las cosas, las herramientas”.

13600229_627516884071405_761605008154447745_nLa envidia y el miedo a la competencia también fueron un obstáculo. “En el Pulso ya generábamos millones de visitas y no había ni una sola letra en los periódicos de Chihuahua porque lo ven como competencia. Todavía tienen este chip tonto de ‘no, es que este guey me va a fregar’. Pues síganle por allá. En estos cuatro años que llevamos de El Pulso de la República, ya estamos en HBO ¡HBO, ¿me entiendes?!, pero primero salí en Al Jazeera que en medios nacionales. Ni siquiera reconocemos a los chihuahuenses destacados. Werever Tomorrow es de Juárez y nadie sabe”.

Finalmente llamó a los chihuahuenses a ser más solidarios, a confiar en el talento local y apoyarlo. “Luego decimos ‘no mi tierra y la chingada’, ¿pero de quién lo defiendes? Aquí (en la Ciudad de México) encontramos un hogar también, y  mira vato, aquí floreció y en Chihuahua no. No es que sean unos ojetes, pero que abran los ojos de que hay cosas que estamos haciendo y que la gente no tenga que bajar a la capital para empezar a hacerlas, porque queremos hacerlas en Chihuahua. No es tanta bronca, sólo tienes que hacer las cosas, y ya”.

Más entrevistas en: ASAR A.C.

Publicidad

Especiales

Acapulco lucha por sobrevivir. Por Itali Heide

Imágenes: Manuel Villavicencio

Antes incluso de verlo, Acapulco se huele. El olor de la basura acumulada durante semanas en las calles, la humedad de toneladas de lodo, árboles y hojas cubriendo portones, e incluso el olor a muerte persiste en el aire. Sobre el SEMEFO, buitres vuelan en una coreografía coordinada que señala que la muerte es mucho más frecuente que las cifras oficiales.

Itali Heide

Itali Heide

Al adentrarse en las devastadas calles de Acapulco, uno podría pensar que ha sido transportado a una zona de guerra. Ni una sola casa o edificio ha quedado indemne, con cristales esparcidos por todos los patios y líneas de agua de dos metros de altura en hogares que sirven de recordatorio del horror por el que pasaron los guerrerenses.

Aunque la pérdida material es devastadoramente triste, la angustia llega cuando se escuchan las historias de los sobrevivientes. Doña Francisca ha vivido en el poblado de Yetla toda su vida. De pie en la puerta de su casa, mirando hacia atrás, hacia el lugar que una vez conoció como un hogar seguro, recuerda la noche que la vio pedir por su vida. «No pude hacer nada», dice con las mejillas llenas de lágrimas, «el viento era tan fuerte que me agarré a la cama rezando que no me llevara el viento».

¿Quién iba a pensar que de un día para otro toda una región podía desaparecer del mapa? Es como si alguien hubiera hubiera arrastrado su dedo pulgar por el paisaje, sin dejar ni una sola palmera recta, mientras la mayoría yacía en el suelo como el destino le había deparado. La gente sufrió enormemente, y algunos pasaron 20 horas en sus casas con el agua hasta el pecho, sosteniendo a sus hijos y suplicando por una salida.

Nos gusta pensar que lo peor ya ha pasado. ¿Qué puede haber peor que vientos de 300 km/h? Por desgracia, el verdadero peligro está aún por llegar. Medical IMPACT llevó una brigada médica a Acapulco esta semana, apoyando a los supervivientes con consultas médicas gratuitas, medicación y apoyo emocional. Tras atender a más de 300 pacientes, salieron a la luz los verdaderos riesgos: habrá más muertes tras el huracán que por la tormenta en sí.

En las colonias Alborada Cardenista, Yetla y Ejido Viejo, cientos de guerrerenses se presentaron con lesiones, enfermedades y riesgos que ponen en peligro su vida y su salud. Viviendo sin agua potable, comida, electricidad o incluso higiene básica, no es de extrañar que la enfermedad esté por todas partes. Bebés con la cara llena de granos debido al agua sucia, niños con heridas infectadas con riesgo de septicemia, estómagos doloridos y resfriados por las horas pasadas en el agua están por todas partes.

Quienes ya lidiaban con alguna enfermedad, ahora sufren más. Decenas de pacientes diabéticos a los que Medical IMPACT atendió se han quedado sin insulina ni medicación vital, mientras yacían en sus casas esperando a que llegara la ayuda o a que les sobreviniera un coma diabético. Incluso si pudieran encontrar insulina, no hay forma de almacenarla: debe conservarse a baja temperatura, y sin electricidad, guardarla en el refrigerador no es posible.

Es devastador pasear por calles que antes estaban llenas de vida y ver a la gente limpiar minuciosamente sus casas mientras intentan recordar cómo era tener una vida normal. Sin embargo, sirve como testimonio de la voluntad que tienen los guerrerenses para seguir adelante. En los poblados olvidados y abandonados por el gobierno y otros grupos de apoyo, las comunidades se reúnen en zonas comunes y se ayudan mutuamente.

Las doñas montan mesas para hacer taquitos de requesón y frijol, los hombres llevan palas de casa en casa sacando el barro y la basura, los niños ríen y juegan, perros amistosos buscan caricias y se juntan recursos para apoyarse mutuamente. Incluso en las ruinas, la tragedia parece sacar lo mejor de la gente (aunque en algunos casos, también lo peor).

Acapulco está lejos de recuperarse. Llevará años reconstruir la ciudad y los pueblos circundantes, pero la verdadera prueba es mantener a la gente segura, alimentada, hidratada y sana. Mientras nos adentramos en aguas desconocidas, es responsabilidad del gobierno, la sociedad civil y la comunidad mundial seguir apoyando a quienes lo perdieron todo y pueden perder más, incluso su vida.

Continuar Leyendo
Publicidad
Publicidad
Publicidad

Más visto