Las autoridades chinas se preparan para afrontar una posible guerra comercial que ya ha hecho caer las bolsas y el yuan y podría afectar a la economía del gigante asiático.
La administración estadounidense podría imponer a principios de julio aranceles a las importaciones chinas por valor de 34.000 millones de dólares.
Una perspectiva que ya hizo caer la bolsa de Shangái un 8% en las últimas dos semanas y también ha puesto bajo presión al yuan, la moneda china, en su nivel más bajo desde noviembre de 2017.
«El crecimiento chino podría verse reducido en 0,3 puntos en 2019, pero el impacto podría ser mucho más importante» y afectaría tanto a las multinacionales como a los mercados y a los inversores por la «incertidumbre» sobre la guerra comercial, indica Gregory Daco, de la consultora Oxford Economics.
Tras la caída de un 4% de la bolsa de Shangái el 19 de junio, consecuencia de nuevas amenazas de Donald Trump, el gobernador del banco central, (PBOC), pidió «calma y racionalidad» a los inversores, asegurando que la institución frenará los «choques exteriores».
Además el PBOC anunció el domingo la reducción en 50 puntos básicos del porcentaje de reservas obligatorias de la mayoría de bancos chinos, una medida que quiere estimular el crédito a las pequeñas empresas con un total de 700.000 millones de yuanes (91.000 millones de euros).
«Es dinero fresco para la economía real, una señal fuerte de flexibilización monetaria por parte del gobierno», asegura Lu Ting, un analista del banco Nomura.
La medida empezará a aplicarse el 5 de julio, un día antes de la posible entrada en vigor de los aranceles estadounidenses.
Sin embargo esta inyección de liquidez contrasta con la política del gobierno chino de los últimos meses para intentar luchar contra el exceso de endeudamiento.
«Es una muestra de que las autoridades están preocupadas por el riesgo de freno económico, provocado por los drásticos esfuerzos de desendeudamiento», indica Julian Evans-Pritchard, de la consultora Capital Economics.
«La mayor amenaza sigue siendo el endurecimiento para acceder al crédito (…) y debería provocar un freno de la actividad más pronunciado de lo que las autoridades están dispuestas a aceptar», añade.
En paralelo, la producción industrial y las inversiones cayeron en mayo, dos signos del freno de la segunda economía mundial.
Para 2018, el gobierno de Pekín se fijo un objetivo de crecimiento del 6,5%.
De momento, las medidas del banco central no han conseguido calmar a las bolsas ni convencer a los analistas.
Todo ello ha puesto a las autoridades chinas en una situación compleja, en la que por un lado intentan apoyar a la economía y las empresas, facilitando el préstamo, y por otro quieren reducir el nivel de endeudamiento global del país.
La combinación del endeudamiento colosal, las quiebras constantes de empresas, la agitación en la bolsas y las tensiones comerciales podrían provocar «pánico financiero», advirtió el National Institution for Finance and Development, un influyente gabinete estratégico chino.
Según una nota revelada por Bloomberg, la institución considera que la prioridad de las autoridades financieras y económicas chinas en los próximos años debería ser «evitar que llegue [el pánico financiero] y se extienda».
Campos de detención: el terrible plan de Trump contra los migrantes
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, volvió a encender las alarmas en el ámbito migratorio al adelantar un plan que, de concretarse, marcaría un giro radical en la política de deportaciones de Estados Unidos. Sus recientes declaraciones apuntan a la creación de un sistema masivo de detención y expulsión, respaldado por el ejército, lo que ya ha generado controversia entre expertos, activistas y políticos de todas las esferas.
Una emergencia nacional para deportaciones masivas
Trump, quien regresará a la Casa Blanca en 2025, reafirmó en la plataforma Truth Socialque su administración estaría preparada para declarar un estado de emergencia nacionalcon el objetivo de enfrentar lo que ha llamado «una invasión permitida por Joe Biden».
Esta declaración se suma a los comentarios de Tom Fitton, director de la organización conservadora Judicial Watch, quien sugirió que se utilizarían recursos militares para implementar un programa de expulsiones masivas. El expresidente respondió tajantemente: «¡Es verdad!».
El alcance de este plan incluye el despliegue de la Guardia Nacional y, si es necesario, tropas federales. «La Guardia Nacional debería ser capaz de encargarse de las deportaciones; si no, usaría el ejército», afirmó Trump en una entrevista con Time en abril.
Durante su presidencia, Trump endureció significativamente las políticas migratorias, pero sus nuevas propuestas revelan un nivel de agresividad sin precedentes. A esto se suma, la idea de establecer «campos de detención» en Texas, en donde se albergaría a los migrantes antes de ser deportados.
Texas ofrece tierras para la construcción de campos de detención masiva
La comisionada de la Oficina General de Tierras de Texas, Dawn Buckingham, ha propuesto una medida que podría convertirse en el primer paso hacia la creación de campos de detención en la frontera sur de Estados Unidos.
En una carta dirigida al presidente electo Donald Trump, Buckingham ofreció al gobierno 567 hectáreas de tierra ubicadas en el condado de Starr, cerca de Rio Grande City, para la construcción de instalacionesdestinadas a procesar, detener y deportar a migrantes de manera masiva.
Este terreno, que actualmente se utiliza para cultivos agrícolas como cebollas, canola y maíz, sería destinado a albergar campos de detención, una propuesta que ha generado gran controversia en medio del debate migratorio.
Buckingham destacó que la Oficina General de Tierras de Texas está lista para colaborar con el Departamento de Seguridad Nacional y otras agencias federales para hacer realidad este proyecto, el cual se alinea con los planes de Trump para reforzar las políticas de deportación y control fronterizo.
Sheinbaum reacciona a deportaciones masivas y campos de detención
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, expresó su desacuerdo con laspolíticas migratorias propuestas por Donald Trump, especialmente en relación con la posible deportación masiva de migrantes y la construcción de campos de detención en la frontera sur de Estados Unidos.
Durante su conferencia de prensa mañanera, Sheinbaum destacó que su gobierno no acepta que los migrantes sean tratados como criminales, subrayando que existen instituciones de justicia para abordar estos temas de manera adecuada.
«Primero, evidentemente no estamos de acuerdo en que se trate a los migrantes como criminales, para eso existen las instituciones de justicia en cualquier lugar del mundo», afirmó la mandataria, quien también enfatizó la relevancia de la contribución de los trabajadores mexicanos en Estados Unidos.
En este sentido, Sheinbaum detalló que su administración tiene cuantificados los beneficios que estos migrantes aportan al país vecino, tanto a nivel laboral como en términos de impuestos.
Como parte de las preparaciones para un posible cambio de administración en Estados Unidos, Sheinbaum informó que su gobierno trabaja en un plan para enfrentar la eventualidad de deportaciones, asegurando que, en caso de que se den, México está listo para recibir a los connacionales deportados.
«En caso de que hubiera deportaciones nosotros vamos a recibir a las y los mexicanos, tenemos un plan para ello, pero vamos a trabajar previo a ello que no tienen por qué deportarse a nuestros connacionales, que al contrario, benefician incluso la economía de Estados Unidos», añadió.
Además, la mandataria anunció que, en los próximos días, se celebrará una reunión con su gabinete para definir los temas clave que se tratarán con el equipo de Trump una vez que este asuma la presidencia, entre los que se incluyen la seguridad, el Tratado Comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), así como cuestiones culturales y de amistad bilateral.