Ricardo Alexei, el chofer de Cabify, llevó a Mara Castilla a un motel, donde la mató, después la regresó al vehículo y la tiró en el lugar donde el cuerpo de la joven fue hallado, confirmó esta tarde la Fiscalía del Estado.
En conferencia de prensa, el Fiscal del estado informó que el pasado 8 de septiembre el chofer de Cabify llevó a Mara a su domicilio, sin embargo, como lo comprobó una cámara de seguridad, la joven nunca descendió del vehículo, por lo que se cree que pudo haberla dormido.
Posteriormente, se la llevó al motel El Sol, en la 11 Sur, ceca del domicilio de Mara, donde la mató. Envolvió el cuerpo de Mara en sábanas y después la subió al vehículo. Posteriormente, condujo hasta el punto donde el cuerpo de la estudiante fue localizado.
De acuerdo con la información recabada, Ricardo Alexei tenía aproximadamente un mes siendo conductor del servicio de transporte privado. Tras cometer el crimen, se quedó con el teléfono móvil de Mara, con el que las autoridades lograron localizarlo esta semana.
El Fiscal aseguró que este crimen se tipificaría como feminicidio. Pero hasta esta mañana, el chofer seguía en prisión preventiva por el delito de privación ilegal de la libertad.
La empresa de transporte privado ofreció sus condolencias a la familia de la joven estudiante y exigió castigar con todo el peso de la ley a Ricardo Alexei, quien hasta el momento se encuentra en prisión preventiva. Pero voces en las redes sociales se preguntan cuál es la responsabilidad de la empresa, que se ha vendido como “segura” y como “opción” a los taxis tradicionales.
El secuestro de la joven estudiante de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP) ha desatado una ola de indignación no sólo en Puebla, sino en todo el país. La estudiante tomó un taxi Cabify que, se supone, son seguros, pero nunca llegó a su casa. Desapareció y la policía no tardó días en establecer por qué, cómo y en dónde estaba.
El caso también ha desatado un debate sobre ese tipo de transporte, que se vendió como seguro y así entró a las ciudades de casi todo el país. Pero esa afirmación se ha derrumbado con el caso de Mara Castilla y con otros: los ciudadanos tampoco están seguros en los servicios de transporte personalizados.
La UPAEP se pronunció ayer en contra de la violencia creciente en Puebla. Exigió una investigación a fondo del caso y la aparición de la estudiante. Por desgracia, esta mañana ya estaba muerta.
“Hace una semana Mara Fernanda Castilla Miranda, estudiante de Ciencias Políticas de la UPAEP, fue privada de su libertad y hasta este momento no sabemos dónde está, ni en qué condiciones se encuentra. Sólo sabemos que fue arrancada de su familia, de su entorno y de la universidad”, expresó la casa de estudios en un comunicado.
Agregó que ante la escalada de inseguridad y violencia que continúa en el estado, gobernador por panista Antonio Gali Fayad, “la comunidad universitaria exige la acción pronta y expedita de la justicia” para que la joven de 19 años regrese con bien a su hogar.
Ayer, los compañeros de Mara salieron por las calles aledañas a la Fiscalía y al campus de la casa educativa para exigir la aparición de Mara Castilla.