Después de 36 días de que se anunciara su salida tras el Gran Premio de Gran Bretaña, Christian Horner ha dejado oficialmente de pertenecer a Red Bull. El directivo británico, que hasta hace poco fungía como director del equipo de Fórmula 1 y CEO, entra ahora al mercado de la “agencia libre” en el automovilismo, quedando disponible para ser contratado por cualquier escudería. Entre las posibilidades, el rumor más fuerte apunta a Cadillac, que buscaría sumarlo a su proyecto y reunirlo con el piloto mexicano Sergio “Checo” Pérez.
Aunque Red Bull informó el pasado 9 de julio que Horner dejaba su cargo con efecto inmediato, el vínculo contractual se mantuvo vigente hasta este jueves, cuando Companies House —el organismo oficial del Reino Unido encargado de registrar y disolver sociedades— confirmó la terminación definitiva de su relación laboral con la marca de bebidas energéticas.
En un principio, Horner fue apartado de sus funciones y reasignado a proyectos internos fuera del ojo público, mientras se negociaba la rescisión de un contrato que estaba firmado hasta 2030. Su salario ascendía a 10 millones de libras esterlinas anuales (unos 13.5 millones de dólares), lo que lo convertía en el “team principal” mejor pagado de la Fórmula 1.
No se ha revelado si recibió indemnización. Sin embargo, tras su despido, Horner había declarado que exigiría el pago total de lo que restaba de su contrato —alrededor de 50 millones de libras—, aun a riesgo de quedar sujeto a la cláusula de “gardening leave”, que podría haber retrasado su incorporación a otro equipo.
Con el acuerdo de ruptura ya cerrado, Horner está en libertad de negociar con cualquier escudería. Cadillac, que busca consolidar su presencia en la Fórmula 1, aparece como la más interesada en ficharlo, lo que abriría la puerta a una dupla muy comentada con Checo Pérez.