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Opinión

Chumel: Dejémonos de regionalismos, no apeles a ser chihuahuense.

A mí no me vengas con regionalismos, el talento no tiene fronteras, es bueno o malo, punto, nada de apelar a los chihuahuenses o querer ser aplaudido solo por el hecho de ser del norte ¿te cae en tu cerebro que hasta en eso divides? Poco favor nos haces a los del norte.

Por: Carlos Urquidi

Me bastaron dos horas para adentrarme en el clasismo, el racismo, la discriminación y la bajeza de burlarse de otro ser humano por su condición, física, social, económica y, hasta por sus capacidades diferentes, todo en un solo tipo, quien amparado por una mal entendida/aplicada libre expresión, por sentirse graciosito y por tener miles de seguidores se da a la tarea de “entrener” con semejantes vilezas…

— “Los Reyes Magos me trajeron una Barbie oaxaqueña: Barre, trapea, sacude y plancha como de verdad”… Aquí se usó una foto de una muñeca con la imagen semejante a Yalitza Aparicio. (2018)
— “Ves que la niña es puta y le das Twitter”… (Abril 2018)
— “Cuando coges con un azteca entiendes por qué los mataron… (Junio 2017)
— “Me da tristecilla ver las fotos de sus cenas navideñas y que tengan paredes de block y mesas carta blanca”…
— “Y la siguiente junta la vamos a tener en Tolteca”…
— “Mamá, ¿Qué vamos a comer? Que huele bien rico, a tu hermano por pendejo”… Sobre la noticia un niño de escasos recursos económicos que se quemó al intentar alcanzar una olla con frijoles, en Durango. (Octubre 2019)
— “¿Viste la declaración de la tía (…) es una señora ahí toda cricosa, es de que se le ve… usa los focos pa’ alumbrarse por adentro”… Sobre la señora que ayudó a la captura de feminicidas de la niña Fátima. (Febrero 2020)
— “Cada RT es una oración por este héroe”… Sobre los médicos muertos por la pandemia, usando una foto del cantante Valentín Elizalde. (Abril 2020)
— “Con mis lujos, yo me siento en un trono de indígenas, Trabajen más, Tenoches”.., En referencia al actor Tenoch Huerta e indígenas, tras su cancelación en el foro sobre clasismo y su participación en otro sobre el mismo tema, en el que no salió bien librado. (Junio 2020).

Le seguimos con semejantes palabras, comentarios, pensamientos, máximas, frases, no, mejor no, y por si no han caído en cuenta sobre su autor, se los digo: Chumel Torres, presentador, comediante y youtuber,
Su carrera despegó de la mano del entonces candidato a la presidencia de México Gabriel Quadri, y de ahí se unieron para atacar a otro contrincante, Andrés Manuel López Obrador, todo en 2012.
José Manuel Torres Morales, su nombre real, tiene una biografía corta, hasta en Wikipedia se ahorraron espacio y le dedican dos párrafos: Nació en Chihuahua, estudió ingeniería Mecánica en el Instituto Tecnológico de Chihuahua y trabajó durante ocho años en una maquila de equipos médicos.

Definamos conceptos para tomarle el pulso a Chumel

—Libertad de expresión: es un derecho sí, para decir, manifestar y difundir de manera libre lo que se piensa, pero, implica deberes y responsabilidades, no nos da derecho a hacer apología del odio, a aplaudir la intolerancia racial o religiosa, tampoco para incitar a la violencia, esos son excesos que dañan a terceros, los afectan, los humillan, los estigmatizan y eso es violentar los Derechos Humanos.
Tampoco la libertad de expresión significa difundir noticias falsas o falsear los hechos.
—Comunicación: aquí la pongo fácil, comunicar es hacer saber a alguien algo mediante el intercambio de palabras, y agrego, los líderes reales comunican, los payasos hacen reír y hasta un mal chiste debe ser bien contado, se requiere talento para desarrollar el respetable oficio de payaso.
Chumel, en una de sus visitas a Chihuahua pidió, “háganme preguntas serias, no de fans”, yo le pregunté sobre su contratación para eventos políticos y, decidió mejor tomarse fotos de fans que responder. ¿Entonces eso no es?..
—Comedia/Comediante: la primera es un género, que debe ser placentera y optimista, con finales felices (no de los que maneja y obsesiona cada tres minutos al tipo en cuestión) no, aquí se habla de la comedia de Aristófanes, de griegos y romanos y más recientemente, en el siglo pasado, forma parte del llamado Séptimo Arte, pero aterrizando a la actualidad, el concepto de comedia se ha desvirtuado, con el surgimiento de nuevas tecnologías y sus plataformas pues se cree que gritar diciendo groserías e insultando ya es ser comediante y aquí aterrizo el término escribiendo que su función es entretener y hacer reír y pues francamente, en lo personal no me hace reír la mofa hacia un niño de escasos recursos económicos que se quemó por buscar comida y aquí me salta la palabra “indios” que es parte de su lenguaje cotidiano, y directamente se lo escribo: sí Cristóbal Colón viviera hasta él sabría que no llegó a las Indias y que esa acepción está en desuso hace mucho tiempo.

Hago aquí un paréntesis para quienes me lean sepan que estoy haciendo un enorme esfuerzo para no llamarlo pendejo, que no es ofensa ni discriminación, pues sí existen personas despreciables y sinvergüenzas. La palabra existe y se usaba ya en el siglo XVI y en el XIX tomó la definición que le aplico a este “comediante”.

Prosigamos y escribo como si me leyera…

Como te encantan los memes te adjudico el “wey, ya”, pues es inconcebible e inaceptable que en 10 tuits que te revisé, en siete rebajas a las mujeres/niñas a un nivel de objeto y no copiaré ni pegaré aquí tus palabras, pues me dan mucho asco, solo te diré que México ocupa el primer lugar en feminicidios en América Latina y que el 20.6% de las víctimas son menores de edad y en tu último video apelas al orgullo de ser chihuahuense pues, ¿qué crees? “la denuncia de los casos de feminicidio de las mujeres de Ciudad Juárez en 1993 marcaron el precedente en la visibilización de este delito tanto en el ámbito de México como en el ámbito internacional”, además esos actos son derivados de la misoginia, el machismo y el sexismo…
Fuiste invitado y desinvitado a un foro sobre clasismo/racismo, de haber prevalecido el sentido común, el sentido pensante, por dignidad, lo hubieras rechazado, hubieras dicho que estabas muy a gusto “sentado en tu trono de indígenas” pero no, en cambio decidiste soltar verborrea tuitera aunque llenaras “tres foros Sol” con los más de 75 mil tuits que generó la controversia, por cierto, ¿te diste cuenta que la mayoría de esos mensajes eran en tu contra?.. Creo que sí y también aseguro que un “like”, en tu caso, vale más que la dignidad propia.

Descanso y avanzamos en esta “República chayotera”

No confundamos términos, el periodismo, como oficio y disciplina lleva investigación, análisis e interpretación para simplemente divulgar información con un amplio sentido del criterio y veracidad, cuando se atraviesa la dádiva, sí, el chayote, entonces se deja de ser periodista. Así muy simple y más simple la realidad: Chumel Torres no es periodista.

Glosario

Humor negro: Humor que se ejerce a propósito de cosas que suscitarían, contempladas desde otra perspectiva, piedad, terror, lástima y emociones parecidas y es funcional claro que sí, cuando es realizado con inteligencia para “expresar una crítica sobre el orden social vigente o sobre el imaginario colectivo, denunciando valores, situaciones y elementos silenciados en nombre de lo políticamente correcto y una de sus funciones es relajar la tensión frente a situaciones emocional o moralmente comprometidas”. Decirle indio a un indígena no es humor negro, es discriminación, ¿captas querido? Diría Lu, de Élite.
Sarcasmo: Empleo de la ironía, burla, mordaz y cruel. Aquí el tacto va de la mano para no traspasar las líneas, cuidando cada palabra para exponer un hecho, nunca para ridiculizar a las personas.
¿Acaso alguna vez oyeron al Dr. House decir siete veces seguidas estúpido, no, lo dijo de mil formas y hasta filosóficas, pero nunca usó la palabra y aquí entra una de sus máximas: “El tiempo lo cambia todo, eso es lo que la gente dice, pero no es verdad. Hacer cosas cambia las cosas. No hacer nada deja las cosas exactamente como están”.
Sátira política: tiene el objetivo de entretener a partir de la política, sus asuntos públicos y sus actores, se utiliza con una intención subversiva en la que se prohíbe el discurso político y los argumentos políticos. Se ha usado históricamente, pero (nunca había usado tantos peros), “se distingue normalmente de la protesta política, pues no influye en el proceso político, se usa como parte de una protesta o disensión y tiende simplemente a establecer el error en los temas, más que proporcionar soluciones”.
Chumel Torres no hace sátira política, está muy lejos de entender el sarcasmo y está a años luz del humor negro.
Chumel Torres es simplemente un lector de guiones y sin ellos no hila tres ideas seguidas, como se visualizó en el reciente foro en el que participó.
Responder “así me crearon” es echar por la borda la existencia de la evolución humana para regresarnos al nivel de bestias.

Otra vez al tú por tú.

A mí no me vengas con regionalismos, el talento no tiene fronteras, es bueno o malo, punto, nada de apelar a los chihuahuenses o querer ser aplaudido solo por el hecho de ser del norte ¿te cae en tu cerebro que hasta en eso divides? Poco favor nos haces a los del norte.
Leer un poco no te caería nada mal, pues los pueblos originarios de todo México han pedido la reivindicación de su lengua y los representantes de la Alta Tarahumara (situación geográfica) han pedido el uso del término ralámuli para referirse a ellos, en sustitución de la comúnmente conocida rarámuri o como tú dices, tarahumaras. ¿Captas ternurita?

Más tenoches y menos chumeles.

El excelente actor, orgullosamente mexicano le respondió a Torres así, “no es posible que sigamos ofendiendo a la gente por condiciones de las que no son culpables, como el lugar donde nacieron, su capacidad económica o la melanina en la piel “
Y para todos nos dijo: no dejemos que las polémicas empañen lo verdaderamente importante del tema que es la lucha contra el Racismo/Clasismo/Misoginia en México. No hay mártires ni villanos sino una sociedad vulnerada históricamente por prácticas discriminatorias. No banalicemos un tema tan importante.

Colofón

En todo este escrito nunca recurrí al hecho de que Chumel Torres se refiriera al hijo menor del presidente de México de manera despectiva, (eso no es reciente, sucedió hace tiempo en marzo de 2019) porque no era necesario ya que el lenguaje y actitudes usadas por el comediante prueban y comprueban que su discurso de risa fácil por un like viene desde siempre, es su carta de presentación y aplaudo que la escritora, periodista e investigadora mexicana Beatriz Gutiérrez Müller saliera a defender a su hijo, todos los padres y madres lo harían.
Entendamos que para terminar con todo racismo, con todo clasismo, con toda discriminación es por medio del rechazo social de forma contundente, solamente así se iniciará una nueva historia con perspectivas de igualdad. Punto, hasta aquí

Carlos Urquidi es un periodista chihuahuense.
Las opiniones de este artículo son responsabilidad única del autor.

 

Opinión

Francisco: el futbolista que soñaba con ayudar a los pobres. Por Caleb Ordoñez Talavera

En un mundo donde los líderes suelen subir al poder sobre pedestales dorados, Jorge Mario Bergoglio eligió las sandalias del pescador. Aquel argentino que un día fue arquero de fútbol, amante del tango y de los libros de Dostoyevski, se convirtió en Papa y jamás olvidó de dónde venía. Francisco no fue un pontífice cualquiera; fue un Papa de carne y hueso. De esos que uno siente que podría toparse en la fila de las tortillas, con una sonrisa serena y una mirada que, sin mucho ruido, te abraza el alma.

Francisco ha sido, sin lugar a dudas, el Papa más disruptivo en siglos. No porque haya roto dogmas —la estructura doctrinal sigue firme—, sino porque le dio un rostro distinto a la Iglesia Católica. Dejó de lado la solemnidad acartonada y abrazó la humildad. Cambió el papamóvil blindado por un Fiat, rechazó vivir en los lujosos aposentos vaticanos y optó por una residencia sencilla. El “Vicario de Cristo” en la tierra eligió la austeridad, no por estrategia, sino por convicción.

Pero su verdadera revolución fue moral y emocional. Francisco no gritaba desde el púlpito: escuchaba desde las banquetas. Su papado se volcó en los márgenes, allí donde duele el hambre, la exclusión y el olvido. Su voz fue trinchera para los migrantes, los pobres, los ancianos, los refugiados.

Muchos lo criticaron por “idealista”, como si eso fuera pecado. Pero Francisco no era ingenuo, era valiente. Sabía que sus llamados a la justicia social incomodaban a muchos en las cúpulas de poder, tanto eclesiásticas como políticas. Sin embargo, nunca dio marcha atrás. “Quiero una Iglesia pobre para los pobres”, dijo al iniciar su pontificado. Y no era una frase para los titulares: era su hoja de ruta.

En tiempos donde la migración se convirtió en moneda electoral, el Papa Francisco insistía en recordar lo esencial: los migrantes no son cifras, son personas. Los visitó en las fronteras de Europa, lloró con ellos, oró con ellos, los abrazó. Nunca usó una cruz de oro; la suya era de hierro, sencilla, como el corazón que la portaba.

No fue un teólogo de escritorio. Fue un pastor que olía a oveja. Supo enfrentarse al clericalismo con una sonrisa y un gesto firme. Habló de ecología cuando el mundo prefería mirar al petróleo, habló de inclusión cuando otros aún discutían si las puertas de la Iglesia debían estar abiertas. Fue reformador no porque cambiara leyes, sino porque cambió la conversación.

Y entre todas sus aficiones —el cine italiano, la literatura rusa, la cocina porteña— hay una que siempre lo delató como el más humano de los líderes: el fútbol. Fan acérrimo del equipo San Lorenzo, seguía los resultados con la emoción de un niño. Para Francisco, el fútbol era una metáfora del Evangelio: todos juntos, diferentes, pero con un solo objetivo. “Lo importante no es meter goles, sino jugar en equipo”, decía.

El balón lo extrañará. La pelota, esa esfera rebelde que tantas veces desafía la gravedad, ha perdido a uno de sus poetas silenciosos. No se sabe si en el Vaticano habrá canchas, pero estoy seguro de que Francisco supo lo que es gritar un gol desde el alma.

Su legado es más que palabras. Está en los corazones de quienes alguna vez se sintieron excluidos. Está en cada migrante al que se le extendió la mano, en cada comunidad indígena que se sintió escuchada, en cada creyente que volvió a mirar a la Iglesia con esperanza y no con miedo.

El Papa Francisco nos recordó que la fe sin amor es un cascarón vacío. Que la Iglesia, si no camina con el pueblo, se convierte en museo. Que el Evangelio no es para adornar discursos, sino para incomodar a los cómodos y consolar a los que duelen.

Francisco será recordado como el Papa de los gestos pequeños, de las palabras enormes, del corazón abierto. No hizo milagros, pero hizo lo más difícil: cambiar el alma de una institución milenaria con solo mirar a los ojos de los pobres y decirles: “ustedes son el centro”. Y en tiempos donde el cinismo dentro de la política y en todos los medios cotiza alto, eso es ya un milagro.

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