Más de 200 personas han muerto en el sureste de África por el embate del ciclón Idai, que ha devastado pueblos y ciudades en Mozambique, Malawi y Zimbabue, y se teme que la cifra de víctimas pueda superar el millar.
El veloz ascenso de las aguas ha creado un ‘océano interior’ en Mozambique que pone en peligro a decenas de miles de familias, mientras las organizaciones humanitarias se movilizan para rescatar y llevar alimentos a los sobrevivientes del ciclón Idai.
Los ríos crecidos de Mozambique han inundado enormes extensiones del país y las lluvias incesantes siguen elevando las aguas, para peligro de personas refugiadas en los techos o en las copas de los árboles, dijeron rescatistas.
Esta es una gran emergencia humanitaria que se agrava hora por hora”, dijo Herve Verhoosel, del Programa Mundial de Alimentos (PMA).
Grandes cantidades de gente “abarrotan los techos y los terrenos elevados en las afueras del puerto de Beira” y el PMA trata de rescatarlos o arrojarles alimentos, agua y mantas desde el aire.
Los ríos Pungue y Buzi de Mozambique han creado al desbordarse “océanos interiores que se extienden por millas (kilómetros) en todas las direcciones”, dijo Verhoosel.
La gente visible desde el aire pueden ser los afortunados y la prioridad es rescatar la mayor cantidad posible y llevarlos a terreno seguro”, agregó.
El ciclón Idai provocó daños enormes al atravesar el centro de Mozambique para luego provocar lluvias intensas en las montañas orientales de Zimbabue.
Esas aguas regresan a Mozambique para agravar las inundaciones en el campo.
Excelsior