Literalmente barridos llegaron los aliancistas del PRD al IEE, pues alcanzaron a entrar apenas 10 minutos antes de que, como a la cenicienta, el carruaje se les convirtiera en calabaza. Y lo lograron, pues alcanzaron a entregar un documento del PRD nacional que justificaba la candidatura común para la sindicatura de Chihuahua.

También se aprobaron las candidaturas comunes con el PRI en siete alcaldías, pues además de la sindicatura para Barraza, irán junto a Miguel Jurado en Parral, de la mano con el PT, Panal, Pvem, Convergencia y PRI, y también acompañarán a los candidatos priístas en Uruachi, Carichí, Valle del Rosario, Nuevo Casas Grandes y Bocoyna, y presentarán a Javier Mendoza como candidato a diputado por el I Distrito, con cabecera en Casas Grandes.

Sin embargo, fue la sindicatura de Chihuahua la más difícil de negociar, pues además del golpe moral al PRD chihuahuense, el PRI no ganaba absolutamente nada con ceder la posición, para la que incluso ya sonaban varios priístas, pero al final Leonel De la Rosa habló con “el que decide” y le concedieron la gracia.

En el caso del PRI, realizó un trámite sin mayores complicaciones legales, pero complejo, pues negoció coaliciones totales con el Pvem y el Panal en 53 municipios, así como seis coaliciones parciales, con el PT, y algunas otras en las que van solos.

Una de estas alianzas fue la de Miguel Jurado, quien ya sentía que se le iba el alma a los pies cada vez que oía hablar de candidatos priístas a la alcaldía de Parral, o de una traición del partido que lo acogió. Por fin tendrá el sueño tranquilo, pues ya está resuelta la coalición con PRI, Pvem, Panal y PT ¿qué más quiere?

Ahora el problema que queda es resolver la cuota de género, pues en algunas deberán registrarse fórmulas de dos mujeres o de dos hombres, para evitar que aparezcan las “juanitas”, es decir, titulares femeninas que renuncian apenas ganan para dejar el puesto a sus “suplentes” varones.

Pero apenas superada la contingencia de las alianzas y la del Popocatépetl, Gustavo Madero salió con una puntada que si no es efectiva, por lo menos será graciosa, y es el “semáforo de contingencia democrática” que señalará a aquellas entidades en las que los gobernadores participen en los procesos electorales.

Los estados en “rojo” son Baja California, Durango, Quintana Roo y Yucatán. Chihuahua no se encuentra en la lista, quizá para no detonar problemas previos a la visita que realizará hoy Gustavo Madero al gobernador Duarte. Parece ser que ambos tienen interés por llevar la fiesta lo más en paz posible.

A los que no será posible ver es a Sebastián Lerdo de Tejada y al ex gobernador José Reyes Baeza, quienes de nuevo cancelaron su gira de trabajo por Chihuahua, pues ayer los esperaban y otra vez se quedaron con la mesa servida.

La visita fue reprogramada para el miércoles, pues a Reyes se le cuecen las habas por visitar Chihuahua, por primera vez en calidad de director general del Fovissste, un puesto desde el que puede hacer mucho por su estado, y seguramente lo hará.

Para empezar, entregará más de mil escrituras de vivienda en Juárez, mientras que en Chihuahua, Sebastian Lerdo de Tejada, director general del Issste, firmará un convenio de salud con el Estado.

Si usted está ya un tanto harto de tanta inauguración, primera piedra y anuncios deslumbrantes de obras, programas y acciones, pues tendrá diez días de descanso a partir del 20 de mayo, cuando se dé la veda a la difusión de imagen institucional.

Y hablando de imagen institucional, bastantes puntos ha ganado la del alcalde Marco Adán Quezada, quien fue el único de muchos que lo intentaron que pudo sacar a los ambulantes del primer cuadro de la ciudad, recién remodelado.

La presión de los ambulantes es fuerte, sin embargo, muchos son simplemente personas que han hallado en la ilegalidad su modo de vivir, y no contaban con que habría un alcalde dispuesto a batallar con ellos. Los encontró desorganizados, serviles a intereses de caciques, quienes son los verdaderos furiosos, pues lucraban con el trabajo de personas humildes.

Y es que si bien es cierto que muchos de los ambulantes ni siquiera son de Chihuahua, también es verdad que muchas familias dependen de esta actividad, por lo que Quezada podría coronar su iniciativa con un pacto que dejara conformes al menos a aquellos ambulantes que realmente quieren trabajar, pues es seguro que no estarán satisfechos quienes han vivido por décadas instalados donde les da su gana. Salió duro el ojiverde.