La Secretaría de Marina (Semar), a través de su Centro de Alertas de Tsunamis, emitió una alerta para las costas del Pacífico mexicano tras el sismo de magnitud 8.8 registrado este martes en la península rusa de Kamchatka. Aunque se prevé un impacto mínimo, las autoridades recomendaron a la población mantenerse alejada de playas y zonas portuarias por precaución.
El fenómeno sísmico ocurrió a las 17:25 horas (tiempo de México) frente a las costas del sur de Kamchatka, con una profundidad estimada de 18.2 kilómetros, de acuerdo con el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS). El epicentro, ubicado en el lecho marino, generó preocupación internacional por un posible tsunami en varias regiones del Pacífico.
En México, la Semar informó que se esperan variaciones en el nivel del mar menores a los 20 centímetros a partir de las 2:00 de la madrugada del miércoles 30 de julio, con una duración estimada de hasta cinco horas. Aunque no se anticipan olas destructivas, se advierte sobre la posibilidad de corrientes fuertes en accesos portuarios y alteraciones leves en la marea.
Las zonas que podrían registrar estos efectos incluyen:
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Ensenada y Punta Abreojos (Baja California)
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Cabo San Lucas (Baja California Sur)
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Mazatlán (Sinaloa)
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San Blas (Nayarit)
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Puerto Vallarta (Jalisco)
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Manzanillo (Colima)
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Lázaro Cárdenas (Michoacán)
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Acapulco (Guerrero)
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Salina Cruz (Oaxaca)
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Puerto Madero (Chiapas)
La Semar exhortó a la población costera a seguir las recomendaciones de Protección Civil y evitar actividades en zonas de playa y navegación hasta nuevo aviso.
Por su parte, la Agencia de Meteorología de Chiapas advirtió también sobre posibles efectos en las costas de Guatemala, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica y Panamá, debido a la propagación del fenómeno a lo largo del Pacífico.
Estados Unidos también activó su propia alerta de tsunami para la costa oeste, mientras en Rusia se reportó que la región de Kamchatka fue impactada directamente por olas tras el potente sismo.
Hasta el momento no se reportan daños en México, pero las autoridades reiteran el llamado a no subestimar los efectos indirectos de eventos sísmicos de gran magnitud ocurridos en otras latitudes.