Jiutepec, Morelos. — La noticia cayó como un balde de agua fría para cerca de 2,400 empleados de la planta automotriz CIVAC de Nissan en Morelos: la empresa japonesa anunció el cierre progresivo de esta fábrica como parte de una restructuración global que moverá la producción a su complejo en Aguascalientes.
El anuncio fue hecho de forma intempestiva y sin previo aviso a los trabajadores, quienes se enteraron a través de una videollamada cerca de las instalaciones. “Pensamos que presentarían un nuevo modelo, pero el cierre fue repentino”, comentó uno de los empleados a medios locales.
El Sindicato Independiente de Trabajadores de Nissan convocó a una asamblea extraordinaria donde, tras horas de deliberación, los trabajadores expresaron preocupación y hermetismo. Se prevé que el siguiente paso sea la negociación de liquidaciones para quienes decidan no trasladarse a Aguascalientes.
Nissan reconoció la importancia histórica de la planta CIVAC, la primera fuera de Japón, y aseguró que los empleados seguirán trabajando hasta la culminación de la producción. También destacó que mantendrá diálogo con los sindicatos para facilitar apoyos y alternativas para los afectados.
La gobernadora de Morelos, Margarita González, expresó su respaldo a los trabajadores y anunció reuniones con directivos de Nissan para explorar opciones, incluyendo la posibilidad de vacantes en la planta de Aguascalientes para quienes deseen trasladarse, así como soluciones para quienes decidan quedarse.
Este cierre ocurre en medio de un contexto tenso para la industria automotriz mexicana, marcado por la guerra arancelaria iniciada por la administración Trump y el impacto de nuevos gravámenes en la producción y exportación. Nissan reportó pérdidas millonarias en el último trimestre, atribuibles en parte a estas presiones.
Especialistas critican la falta de una respuesta contundente de las autoridades locales y federales para evitar esta situación que, además de afectar directamente a miles de familias, tendrá un impacto económico regional significativo.
Eliasib Polanco Saldívar, dirigente estatal del PRI, advirtió que la pérdida de la planta significará más de 800 millones de pesos menos en masa salarial anual, una derrama económica indirecta superior a 1,500 millones, y afectará a unos 4,000 empleos indirectos ligados a proveedores locales.
La planta CIVAC, desde su apertura en 1966, ha producido más de 5.6 millones de vehículos en México, y su cierre marca un golpe duro para la economía y el empleo en Morelos.