Después de 16 días de competición y de meses de gestiones diplomáticas, la edición 23 de los Juegos de Invierno finalizó este domingo con una ceremonia de clausura que resumió a la perfección estos ‘Juegos de la Paz’: en presencia de una delegación norcoreana de alto nivel, pero sin bandera rusa, y con una gran vencedora, la pequeña Noruega, que lideró el medallero, batiendo el récord de preseas (39), catorce de ellas de oro.
La ceremonia contó con la presencia de Ivanka Trump, la hija mayor de y consejera del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, así como la de un general norcoreano, cuya presencia fue muy controvertida.
Cuando la ceremonia comenzaba, el presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, dio la mano a este general, Kim Yong Chol, considerado como un «criminal de guerra» por la oposición surcoreana.
El presidente del COI, Thomas Bach, agradeció en su discurso los gestos de las dos Coreas, desfilando juntas en las ceremonias e incluso formando un equipo conjunto femenino de hockey sobre hielo. «Desfilando juntos han compartido con nosotros su fe en un futuro pacífico», dijo el alemán.
«Han mostrado cómo el deporte, en nuestro mundo frágil, reúne a los pueblos; han mostrado cómo el deporte construye puentes», dijo Bach.
Agencias