Diversas organizaciones civiles y congresistas de distintos partidos lanzaron la iniciativa #MenstruaciónDignaMéxico para comenzar la discusión en torno a este tema y que empiecen a considerarse las políticas públicas necesarias para que la menstruación deje de ser un asunto privado, se garantice el acceso a la salud para las mujeres y se aplique la tasa cero a productos como toallas femeninas y tampones.
Lo que se busca es posicionar la gestión menstrual en un tema de agenda política y disminuir las desigualdades estructurales que impiden a niñas, adolescentes y mujeres vivir una menstruación digna.
En el primer foro realizado en México, diversas especialistas hablaron sobre lo que significa menstruar en el país, un tema considerado tabú durante años y que está rodeado de prejuicios y machismo. Anahí Rodríguez, investigadora del Instituto de Estudios sobre Desigualdad, explicó en su ponencia que aunque las mujeres están condicionadas a no hablar de menstruación, para realizar cambios en la ley debe haber una transformación de la opinión pública y de mentalidad, ya que la gestión menstrual “no es ni lujo ni privilegio, es derecho”.
“El IVA para 64 millones de mujeres en productos para la menstruación es injusto e inequitativo, no se puede pagar un impuesto por menstruar. Existe la tasa cero y eso garantiza el acceso a esos productos, por ejemplo, hasta antes de 2013 la goma de mascar tenía casa cero, podemos vivir sin goma pero no sin productos para menstruar”, comentó.
Una investigación realizada por SinEmbargo arrojó que una mujer gastará hasta 36 mil pesos en productos para su menstruación durante su vida reproductiva.
Ese es un gasto básico, ya que no es decisión de la mujer comprarlos o no. Así se profundizan problemas como la brecha salarial de género y prácticas como el “impuesto rosa”, que es el sobreprecio de un producto que se ofrece con características “para mujer”.
También es un tema de acceso a derechos y economía del hogar, ya que la suma se incrementa por las características de los hogares, por ejemplo, si una familia está conformada por cuatro o cinco integrantes y hay al menos tres mujeres que menstrúan, el gasto anual puede llegar a los 8 mil pesos en promedio por año.
Anahí Rodríguez agregó que además de la economía hay otros factores que provocan una pobreza menstrual. Por ejemplo, la falta de infraestructura “en la Ciudad de México, el 36 por ciento de la población no tiene abastecimiento de agua, eso dificulta, por ejemplo, el uso de copa menstrual”.
La situación se va complicando; las mujeres en situación de calle, continuó, tienen que decidir si comen o compran toallas y tampones, ya que la menstruación ocurre tengas o no casa.
La Diputada Lorena Villavicencio de la bancada del partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), que también participó en el foro y fue cuestionada sobre cómo sería la aprobación de dar tasa cero a los productos menstruales en el Congreso.
“Les voy a decir, el machismo se refuerza en los ámbitos de poder. Tenemos un dato alentador: 241 diputadas, lo que puede facilitar cualquier tipo de modificación, pero no todas ellas tienen un compromiso y militancia con las causas de las mujeres, no hay conciencia de género. Si la tuvieran podríamos definir los presupuestos, pero los partidos ejercen una especie de control sobre muchas mujeres que pueden parar iniciativas”, aseveró.
Fuente: SinEmbargo