Ante los tropiezos y declaraciones sin sentido de la clase política de Chihuahua respecto al ViveBús, se les prendió el foco y llamaron a colombianos expertos en el tema para maquillar un poquito la mala imagen que se está formando en Chihuahua., pues ellos ya implementaron un sistema de transporte parecido.
A las declaraciones positivas se les sumó el director de Sistemas Integrales de Transporte de la Coordinadora de Transporte Colectivo en la Ciudad de México, Fernando Páez, quien dijo que pese a los problemas que hubo en el arranque de operaciones, el ViveBús va por buen camino y la gente se adaptará al cambio en un promedio de seis meses.
Dijimos que los cambios son duros y no a todos les gusta, pues aunque sean necesarios siempre se sufre en el primer impacto. Algunos dicen que hasta parece que del domingo al martes se percibió un cambio de actitud en los usuarios; se les vio más ordenados y tranquilos, como que “les cayó el 20”, pero las inconformidades siguen y ni los choferes ni los ciudadanos andan al cien.
Gobierno justificó el caos del lunes por la inasistencia de alrededor de 50 choferes que no fueron a trabajar por estar inconformes con su situación laboral, lo cual causó que se dieran los retrasos y que no todos los camiones estuvieran en función. Sin embargo, no podemos negar que hay falta de información al por mayor.
Por ejemplo, obviamente cambiar el sentido de circulación de algunas avenidas sacó de onda a los conductores, quienes a pesar de ver los señalamientos se han metido a manejar en sentido contrario, ocasionando choques y mucho mucho estrés. Pero es que poner letreros no arregla todo, falta una cultura de información que no se ha puesto en marcha.
Los anuncios del ViveBús han sido más spots publicitarios que informativos: saber que los camiones cuentan con Wi-fi y aire acondicionado no lo es todo. La gente necesita saber cómo van a quedar las calles, qué se puede y no hacer, hasta qué hora van a operar y todo ese conjunto de datos básicos para sobrevivir a una conglomeración zombi.
Pero no todo es reclamos por parte de la ciudadanía, ayer representantes de colonias hicieron una manifestación a favor del ViveBús frente a Palacio de Gobierno. Su discurso se basó en agradecer al gobernador César Duarte por la bendición de un nuevo transporte que los ayudará a desplazarse mejor en la ciudad.
No faltaron los adversarios que les gritaron “¿cuánto les pagaron?” asegurando que fueron acarreados de Gobierno pues hasta las cartulinas estaban bien uniformadas, de esas que las expenden de a docena. Fíjese usted, ninguna estaba escrita a mano como las de una manifestación cualquiera, estas estaban impresas. ¿Medio raro, no?
Donde tal vez se podrían atrasar, de nuevo, la puesta en marcha del nuevo transporte sería en Ciudad Juárez, donde el proyecto lleva añales y por una u otra cosa siempre se pospone su inauguración. Alfonso Sosa, tesorero de la empresa Integradora de Transporte Masivo, informó que ahora hay más motivos para el retraso pues no quieren vivir un caos como en la capital.
Al principio los juerenses estaban celosos de que fuera en Chihuahua donde empezara la operación de los nuevos y sofisticados camiones, y claro, pues el proyecto en lo frontera empezó desde mucho antes. Pero al ver las manifestaciones y todos los problemas que se han presentado, suspiraron y agradecieron que fuera a nosotros a quienes nos tocó primero el relajo para que ellos no cometan los mismos errores. Echando a perder se aprende…
Y hablando de temas fronterizos, el Plan Estratégico de Juárez ya comenzó a instalar los módulos para recabar firmas contra la concesión de escoltas al alcalde Héctor Murguía y al secretario de Seguridad Pública, Julián Leyzaola, aun cuando ya no estén en funciones. La respuesta de la ciudadanía fue más positiva de lo que esperaban pues se formaron largas filas para adherirse al amparo colectivo.
El amparo va en el sentido de detener la decisión del Cabildo de mantener las escoltas de estos dos funcionarios, pese a que ya hayan terminado sus funciones. Entre la seguridad de ambos, el Ayuntamiento gasta actualmente un promedio de 792 mil pesos mensuales, con los que se les paga a 24 guaruras de “Teto” y 12 de Leyzaola. Para rechazar este gasto fueron miles los juerenses que acudieron a firmar para dar marcha atrás a la protección extra de la que gozarían los exfuncionarios.
En contraparte, el presidente municipal de Chihuahua, Marco Adán Quezada, descartó la posibilidad de solicitar escoltas cuando acabe su mandato, pues incluso del inicio al final de su administración redujo el número de elementos de seguridad que lo respaldan. Aseguró que él lo que quiere al terminar sus funciones es volver a su vida privada por lo que no cree conveniente mantener a sus escoltas.
Donde sí hace falta seguridad es en Jiménez, pues ante el recrudecimiento de la violencia las autoridades ya solicitaron más apoyo a las fuerzas militares y policiacas, y el establecimiento de una nueva estrategia de seguridad pues la población está en zozobra. Incluso el alcalde Marcos Chávez, hizo un llamado a las autoridades para declarar un “toque de queda”.
En lo que se hace el análisis y se aprueba esta medida, recomendó a los ciudadanos no salir de noche a menos de que sea una situación urgente, pues se estarán llevando a cabo operativos que podrían poner en riesgo la integridad de los civiles. Los hechos violentos en este municipio se desataron desde el asesinato de “El Doctor”, presunto líder de un grupo criminal.
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