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COMENTARIOS DE PRENSA por LUIS OCHOA MINJARES

EL TRICOLOR EN MANOS DE

LA CHAVIZA TREINTAÑERA

 

Luis Ochoa Minjares

 

   Los mexi

EL TRICOLOR EN MANOS DE

 

LA CHAVIZA TREINTAÑERA

 

 

 

Luis Ochoa Minjares

 

 

 

   Los mexicanos todos, desde Juárez hasta Yucatán, recibiremos el año nuevo de 2014 con una serie bien nutrida de actos de gobierno de singular trascendencia para el futuro, todos ellos destinados a transformar y modernizar al país, y liquidar la cochambre petrificada y maloliente de la rutina, la inacción, la inercia y la irracional y ciega oposición al cambio, alentada por los residuos de la derecha retardataria y oscurantista.

 

 

 

   Enlistar la extensa y prolija cadena de los primeros cambios que están ocurriendo a lo largo y a lo ancho del país en lo político, lo económico y lo social, harían interminables estos comentarios. Basta mencionar una de esas transformaciones que más nos emocionan: el arribo cada día más nutrido y numeroso de las nuevas generaciones de hombres y mujeres a la tarea de hacerse cargo de la conducción del país.

 

 

 

   Un botón de muestra de este fenómeno social es el arribo a la dirigencia del partido Tricolor del Estado de Chihuahua de una pléyade de políticos treintañeros llenos de entusiasmo, vigor y firmes convicciones partidistas. Tal vez el nuestro, sea uno de los Estados punteros en el propósito de dar acceso a las nuevas generaciones en la tarea más alta y honrosa, la participación política en la conducción de sus paritos y sus comunidades.

 

 

 

   Muchos se preguntarán por los méritos y, sobre todo, por la vasta experiencia acumulada por los vetustos pero venerables “dinosaurios”, algunos de los cuales han sido y serán leales, útiles y entusiastas militantes y dirigentes de su partido el resto de su vida. Pobre del partido que se olvidara de ellos y echara por la borda el prestigio, la experiencia y los conocimientos que atesoran.

 

 

 

   En las filas del tricolor y en el afecto, el cariño y el respeto de sus militantes, viejos luchadores seguirán ocupando un lugar de privilegio. ¿Quién podría olvidar, por ejemplo, la trayectoria partidista de Ramiro Cota, Leonel de la Rosa, Normando Perales, Leonel Reyes, Andrés de la O y Guillermo Quijas, entre otros muchos que la memora ingrata olvida?

 

 

 

La nueva dirigencia del Comité Estatal del PRI en el Estado de Chihuahua está integrada por César Alejandro Domínguez como presidente con estudios de administración pública y licenciatura en derecho.

 

 

 

   Diana Karina Velásquez, Secretaria General, diputada federal y coordinadora del programa Chihuahua vive.

 

 

 

   Lic. Ricardo Adrián Santana, secretario de organización, licenciado en administración con especialidad en mercadotecnia.

 

 

 

   Lic. Alvaro Terrazas, secretario de elecciones, licenciado en relaciones internacionales con especialidad en relaciones públicas e imagen corporativa.

 

 

 

   Contador público Pedro Romero Chávez,  secretario de finanzas y administración.

 

   María Zulema Chacón, contralora general, con maestría en administración pública y licenciatura en contaduría pública.

 

   Lic. Jorge Ojeda Rodríguez, secretario particular del presidente del PRI estatal.

 

   Lic. Adrián Alvarado, secretario de comunicación social, con maestría y licenciatura en periodismo.

 

   Lic. Rosa Engracia Quezada, Secretaria jurídica, licenciada en derecho.

 

     Fernando Martínez Sosa, secretario de gestión social, de amplia militancia tricolor.

 

   Lic. Raúl González Reyes, coordinador de sistema. Licenciado en sistemas de computación.

 

   Lic. Gabriel García, secretario de vinculación ciudadana. Licenciado en computación administrativa.

 

   Lic. César Márquez Bencomo, Secretario de cultura. Coo9rdinador el programa Arte y Ocio.

 

   Lic. Cecilia Gaytán Montoya, secretaria de deporte. Subdirectora del Instituto del Deporte.

 

   Lic. Alondra Loya Miranda, Coordinadora de relaciones públicas.

 

SE HIZO REALIDAD

 

UN SUEÑO GUAJIRO

 

   La que parecía una tarea irrealizable o un “sueño guajiro”, instaurar un moderno sistema de transporte urbano, por fin quedó convertido en una realidad palpitante, tanto en la capital del Estado como en Ciudad Juárez

 

   Pronto serán vencidos los últimos obstáculos que fueron pan comido para la audacia, el arrojo y las ansias de progreso de los chihuahuenses, particularmente de los juarenses, así como para la decisión de los gobernantes tanto estatales como municipales.

 

   Es un primer paso importante para poner fin al añejo problema de la contaminación ecológica por mar de chatarra rodante que envenena el aire que respiramos. El ruido producido por la informe masa de yonkes compuestos por los destartalados camiones urbanos y los incontables carros orejanos traídos de contrabando y desecho del otro lado, han cambiado hasta el carácter de los juarenses, cuyo promedio son habitantes trastornados por la alteración nerviosa, la irascibilidad que nos produce el ruido y el esmog.

 

   La contaminación del oxígeno que respiramos llega a grados peligrosos para la salud del ser humano. El principal causante es el monóxido de carbono que despiden esos miles y miles de motores descarburados por el uso que permitimos nos traigan del país vecino sin ninguna limitante.

 

   El medio ambiente de Juárez, como de Chihuahua y otras ciudades importantes del Estado, ha llegado a su tope máximo de contaminación ambiental y resultaba urgente adoptar medidas ecológicas drásticas y radicales que nos salven de una muerte lenta pero segura.

 

   Nuestro promedio de vida, que era de 75 años, bajó drásticamente a 65 en solamente una década, y esto nos llena de tristeza y desesperanza.

 

   Pero al fin, el que se creía un “sueño guajiro” y por tanto irrealizable, por fin lo podemos palpar y disfrutar.

 

FINALMENTE, demos cauce epigramático a la expresión más alta de la gastronomía mundial, la Paella Valenciana, que se sirve en la Peña México-España en las grandes ocasiones, gracias al arte culinario de don Antonio Ballester:

 

LA PAELLA DE LA “PEÑA MÉXICO-ESPAÑA”

De estirpe valenciana
la paella de «La Peña»
la convierte el mago Toño
en paella Ballesteriana.

canos todos, desde Juárez hasta Yucatán, recibiremos el año nuevo de 2014 con una serie bien nutrida de actos de gobierno de singular trascendencia para el futuro, todos ellos destinados a transformar y modernizar al país, y liquidar la cochambre petrificada y maloliente de la rutina, la inacción, la inercia y la irracional y ciega oposición al cambio, alentada por los residuos de la derecha retardataria y oscurantista.

 

   Enlistar la extensa y prolija cadena de los primeros cambios que están ocurriendo a lo largo y a lo ancho del país en lo político, lo económico y lo social, harían interminables estos comentarios. Basta mencionar una de esas transformaciones que más nos emocionan: el arribo cada día más nutrido y numeroso de las nuevas generaciones de hombres y mujeres a la tarea de hacerse cargo de la conducción del país.

 

   Un botón de muestra de este fenómeno social es el arribo a la dirigencia del partido Tricolor del Estado de Chihuahua de una pléyade de políticos treintañeros llenos de entusiasmo, vigor y firmes convicciones partidistas. Tal vez el nuestro, sea uno de los Estados punteros en el propósito de dar acceso a las nuevas generaciones en la tarea más alta y honrosa, la participación política en la conducción de sus paritos y sus comunidades.

 

   Muchos se preguntarán por los méritos y, sobre todo, por la vasta experiencia acumulada por los vetustos pero venerables “dinosaurios”, algunos de los cuales han sido y serán leales, útiles y entusiastas militantes y dirigentes de su partido el resto de su vida. Pobre del partido que se olvidara de ellos y echara por la borda el prestigio, la experiencia y los conocimientos que atesoran.

 

   En las filas del tricolor y en el afecto, el cariño y el respeto de sus militantes, viejos luchadores seguirán ocupando un lugar de privilegio. ¿Quién podría olvidar, por ejemplo, la trayectoria partidista de Ramiro Cota, Leonel de la Rosa, Normando Perales, Leonel Reyes, Andrés de la O y Guillermo Quijas, entre otros muchos que la memora ingrata olvida?

 

La nueva dirigencia del Comité Estatal del PRI en el Estado de Chihuahua está integrada por César Alejandro Domínguez como presidente con estudios de administración pública y licenciatura en derecho.

 

   Diana Karina Velásquez, Secretaria General, diputada federal y coordinadora del programa Chihuahua vive.

 

   Lic. Ricardo Adrián Santana, secretario de organización, licenciado en administración con especialidad en mercadotecnia.

 

   Lic. Alvaro Terrazas, secretario de elecciones, licenciado en relaciones internacionales con especialidad en relaciones públicas e imagen corporativa.

 

   Contador público Pedro Romero Chávez,  secretario de finanzas y administración.

   María Zulema Chacón, contralora general, con maestría en administración pública y licenciatura en contaduría pública.

   Lic. Jorge Ojeda Rodríguez, secretario particular del presidente del PRI estatal.

   Lic. Adrián Alvarado, secretario de comunicación social, con maestría y licenciatura en periodismo.

   Lic. Rosa Engracia Quezada, Secretaria jurídica, licenciada en derecho.

     Fernando Martínez Sosa, secretario de gestión social, de amplia militancia tricolor.

   Lic. Raúl González Reyes, coordinador de sistema. Licenciado en sistemas de computación.

   Lic. Gabriel García, secretario de vinculación ciudadana. Licenciado en computación administrativa.

   Lic. César Márquez Bencomo, Secretario de cultura. Coo9rdinador el programa Arte y Ocio.

   Lic. Cecilia Gaytán Montoya, secretaria de deporte. Subdirectora del Instituto del Deporte.

   Lic. Alondra Loya Miranda, Coordinadora de relaciones públicas.

SE HIZO REALIDAD

UN SUEÑO GUAJIRO

   La que parecía una tarea irrealizable o un “sueño guajiro”, instaurar un moderno sistema de transporte urbano, por fin quedó convertido en una realidad palpitante, tanto en la capital del Estado como en Ciudad Juárez

   Pronto serán vencidos los últimos obstáculos que fueron pan comido para la audacia, el arrojo y las ansias de progreso de los chihuahuenses, particularmente de los juarenses, así como para la decisión de los gobernantes tanto estatales como municipales.

   Es un primer paso importante para poner fin al añejo problema de la contaminación ecológica por mar de chatarra rodante que envenena el aire que respiramos. El ruido producido por la informe masa de yonkes compuestos por los destartalados camiones urbanos y los incontables carros orejanos traídos de contrabando y desecho del otro lado, han cambiado hasta el carácter de los juarenses, cuyo promedio son habitantes trastornados por la alteración nerviosa, la irascibilidad que nos produce el ruido y el esmog.

   La contaminación del oxígeno que respiramos llega a grados peligrosos para la salud del ser humano. El principal causante es el monóxido de carbono que despiden esos miles y miles de motores descarburados por el uso que permitimos nos traigan del país vecino sin ninguna limitante.

   El medio ambiente de Juárez, como de Chihuahua y otras ciudades importantes del Estado, ha llegado a su tope máximo de contaminación ambiental y resultaba urgente adoptar medidas ecológicas drásticas y radicales que nos salven de una muerte lenta pero segura.

   Nuestro promedio de vida, que era de 75 años, bajó drásticamente a 65 en solamente una década, y esto nos llena de tristeza y desesperanza.

   Pero al fin, el que se creía un “sueño guajiro” y por tanto irrealizable, por fin lo podemos palpar. disfrutar.

 


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Opinión

KAFKIANO. Por Raúl Saucedo

ECOS DOMINICALES

En el laberinto de la política contemporánea, a menudo podríamos considerar  que nos encontramos deambulando por pasillos de las obras de Franz Kafka. Esa sensación de absurdo, opresión y burocracia incomprensible que caracterizan lo «Kafkiano» no es exclusiva de la ficción; es una realidad palpable en el día a día de millones de ciudadanos alrededor del mundo.

A nivel global, la política parece haberse transformado en un sistema gigantesco, deshumanizado y a menudo ilógico. Las decisiones se toman en esferas lejanas, por personajes que parecen habitar otro universo, mientras que las consecuencias recaen directamente sobre los ciudadanos de a pie. ¿Cuántas veces hemos visto acuerdos internacionales o normativas supranacionales que, a pesar de sus buenas intenciones, terminan generando más confusión y restricciones que soluciones? Es la burocracia global, un monstruo de muchas cabezas que opera bajo sus propias reglas, ajeno a las realidades individuales. Los ciudadanos se sienten como los personajes de Kafka, constantemente a la espera de un veredicto o una explicación que nunca llega, o que llega demasiado tarde y de forma incomprensible.

En América Latina, la esencia Kafkiana de la política se magnifica. La historia de la región está plagada de sistemas que parecen laberintos, donde los procesos se estancan por años, las acusaciones no tienen fundamento claro y la justicia parece un privilegio, no un derecho. La corrupción es otro elemento profundamente Kafkiano: actos inexplicables de desvío de recursos o favores políticos que operan en las sombras, imposibles de rastrear o de exigir responsabilidades. Los ciudadanos se enfrentan a un estado omnipresente pero ineficiente, que promete soluciones pero solo entrega más papeleo y trámites sin fin. Las promesas electorales se desvanecen en el aire como niebla, dejando un rastro de desilusión y cinismo. La sensación de desamparo es palpable, pues la maquinaria política y administrativa, en lugar de servir, parece diseñada para agobiar y confundir.

Existen países que para interactuar con dependencias gubernamentales puede ser una auténtica Odisea Kafkiana. Solicitar un permiso, registrar una propiedad o incluso tramitar una simple credencial puede convertirse en una misión imposible, llena de requisitos ambiguos, ventanillas equivocadas y funcionarios que ofrecen respuestas contradictorias. La burocracia, en muchos casos, no solo es lenta, sino que parece tener una lógica interna ajena a la razón, diseñada para agotar la paciencia del ciudadano. A esto se suma la impunidad, un fenómeno profundamente Kafkiano, donde crímenes y actos de corrupción permanecen sin castigo, generando una sensación de injusticia y resignación. Las narrativas oficiales a menudo carecen de la transparencia necesaria, dejando a la población en un estado de perpetua incertidumbre y desconfianza, buscando desesperadamente una explicación que nunca llega, o que es inaceptable.

En este panorama, la política se percibe como un ente ajeno, una fuerza opresiva que opera bajo un código indescifrable. Para muchos, participar activamente se siente como un esfuerzo en vano contra un sistema que parece inmune al cambio. La resignación es un peligro real, y la apatía se convierte en una respuesta lógica a la frustración persistente.

Sin embargo, como en las obras de Kafka, donde los protagonistas, a pesar de su desorientación, siguen buscando una salida o una explicación, nuestra sociedad no debe rendirse. Entender la naturaleza Kafkiana de nuestra política es el primer paso para exigir transparencia, simplificación y, sobre todo, una humanización de los sistemas que nos rigen. Solo así podremos, quizás, encontrar la puerta de salida de este interminable laberinto.

Esta reflexión viene de mensajes en grupos, cafés en mesas y observaciones del pasado domingo, donde lo kafkiano quizá no es la situación, si no nosotros mismos.

@Raul_Saucedo

rsaucedo@uach.mx

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